Crece la reacción mundial contra la extrema derecha

Declaración de la Corriente Internacional Socialismo o Barbarie por el 1° de mayo.

Este 1° de mayo se conmemora el 138° aniversario de la gesta histórica de los “Mártires de Chicago”, la cual nos recuerda la brutalidad con que la burguesía puede responder cuando los de abajo reclaman sus derechos y cuestionan los privilegios de los de arriba.

Una lección que resulta muy útil para afrontar los desafíos del presente. Desde la Corriente Internacional Socialismo o Barbarie (SoB) caracterizamos que ingresamos a una nueva etapa de crisis, guerras, barbarie y revoluciones. Asistimos a los primeros episodios de un mundo donde la lucha de clases se tornará más dura y sangrienta, como demuestra el ascenso de los gobiernos de ultraderecha o el genocidio en curso en la Franja de Gaza. Pero también repleta de oportunidades revolucionarias, para lo cual será necesario poner en pie fuertes organizaciones de vanguardia que sean capaces de estar a la altura de los nuevos desafíos.

¿Por qué conmemoramos el 1° de mayo?

En mayo de 1886, varias ciudades estadounidenses fueron escenario de una inmensa e histórica huelga, la cual se transformaría en uno de los hitos más importantes para el movimiento obrero internacional. Bajo el lema “Ocho horas de trabajo, ocho de ocio y ocho de descanso” (formulado en 1817 por el socialista utópico Robert Owen), alrededor de 200 mil obreros dejaron las fábricas y tomaron las calles para exigir la reducción de la jornada de trabajo.

Ante este “desaire” proletario, la burguesía yanqui no tuvo reparo en librar una feroz represión y persecución judicial. El punto más alto fue el procesamiento en un juicio amañado de siete dirigentes sindicales de Chicago (uno de los epicentros del movimiento), los cuales fueron condenados a morir en la horca[1]. A partir de entonces, se les conocería como los “Mártires de Chicago” y, en homenaje a su memoria de lucha, el Congreso de la II Internacional Socialista realizado en París en 1889, resolvió conmemorar todos los 1° de mayo el Día Internacional de la Clase Trabajadora.

Este breve recuento demuestra la rica tradición de lucha obrera en los Estados Unidos, borrada de la historia oficial por más de un siglo de falsificaciones y campañas antisindicales por parte de la burguesía imperialista[2].

Estados Unidos: un proceso de recomposición sindical y el resurgimiento del movimiento estudiantil

A pesar de eso, actualmente los Estados Unidos son el epicentro de un proceso histórico de recomposición sindical, el cual atraviesa a muchísimos sectores claves de la economía estadounidense, desde la industria automotriz, pasando por el sector salud y las nuevas compañías tecnológicas, así como el área de los espectáculos y entretenimiento. De acuerdo a los datos publicados por el Departamento del Trabajo de los Estados Unidos, 2023 fue el año con más huelgas en los últimos veintitrés años. Se contabilizaron treinta y tres huelgas, en las cuales participaron 458.900 trabajadores, dando como resultado la pérdida de 16,7 millones de días de trabajo. En comparación con años anteriores, aumento significativamente la cantidad de trabajadores en huelga y la duración de los movimientos.

También, los Estados Unidos están a la cabeza en el proceso de organización de la nueva clase trabajadora del siglo XXI, tal como reflejan los incipientes procesos de sindicalización en compañías como Amazon y Starbucks. De hecho, en abril del 2023 se llevó a cabo en Los Ángeles, California, el Primer Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas, del cual participaron delegaciones de diecisiete países de tres continentes (ver Se realizó el histórico Primer Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas).

Por medio del SiTraRepa (primer sindicato de repartidores por aplicación de la Argentina, impulsado por la militancia del Nuevo MAS), nuestra corriente fue parte del equipo que preparó este evento (junto con el SEIU de los Estados Unidos). Este congreso constituye un evento de suma importancia, pues es un paso concreto en la organización de uno de los sectores más precarizados de la nueva clase trabajadora, además de que estableció un diálogo internacionalista entre las experiencias de lucha y procesos organizativos de base que se desarrollan en diferentes lugares del planeta. Para 2025 está programada la realización del segundo congreso con la participación de delegaciones de veinticinco países.

Por otra parte, en los últimos meses se produjo un resurgimiento del movimiento estudiantil estadounidense en solidaridad con Palestina y contra el genocidio que lleva a cabo el ejército sionista de Israel en la Franja de Gaza. Al momento de escribir esta declaración, decenas de campus están ocupados por campamentos de estudiantes exigiendo que sus universidades se pronuncien por un cese al fuego inmediato y rompan sus acuerdos de cooperación con universidades de Israel. Igualmente, denuncian el colaboracionismo del gobierno estadounidense con el ejército genocida de Israel, el cual recibe sistemáticamente ingentes cantidades de armamento y municiones de la Casa Blanca.

Es un movimiento altamente progresivo que recupera las tradiciones de lucha estudiantiles contra la guerra de Vietnam en los años sesenta y setenta del siglo pasado, cuando tuvo lugar la última ola de radicalización juvenil en los Estados Unidos. Junto con eso, su impacto a nivel internacional es tremendo: reposicionó en los medios internacionales el genocidio que comete el gobierno de Netanyahu en Gaza, el cual había sido desplazado temporalmente por las tensiones entre Irán e Israel.

A sabiendas de eso, el establishment imperialista –gobierno federal, estaduales y autoridades universitarias- cerró filas para atacar a los jóvenes en los campamentos, enviando tropas policiales para reprimir y detener a cientos de estudiantes (al momento de escribir este texto se reportan 900 detenciones, entre esas algunos profesores y profesoras), con la amenaza de ser procesados judicialmente por “antisemitismo” y de sufrir severas sanciones por parte de las autoridades universitarias (expulsiones, despidos, etc.).

En definitiva, en los Estados Unidos está en curso una recomposición del movimiento sindical y estudiantil que calificamos como histórico, pues tiene lugar en las entrañas de la principal potencia capitalista. Hay que rodear de solidaridad estas experiencias de organización, pues la entrada en escena de la clase trabajadora y la juventud estadounidense puede transformarse en un elemento cualitativo para radicalizar la lucha de clases a nivel internacional. Es más, las movilizaciones estudiantiles en los Estados Unidos incentivaron el desarrollo de acciones similares en Francia y fue saludada por jóvenes y niños palestinos, un ejemplo en tiempo real del impacto que podría tener una radicalización de la juventud estadounidense.

Argentina: una lucha de dimensiones históricas contra el gobierno ultraderechista de Milei

Por otra parte, este 1° de mayo también está marcado por la lucha en curso en la Argentina. Nos referimos a la pugna abierta entre un gobierno de ultraderecha que quiere imponer un régimen bonapartista, pero que enfrenta en las calles a un fuerte movimiento de masas que no fue derrotado previamente.

Debido a esto, las avanzadas reaccionarias de Milei desataron enormes movilizaciones. Por ejemplo, el 24 de enero se realizó un enorme paro general, el cual fue clave para que poco después se cayera la primera versión de la “Ley Ómnibus” (al momento de escribir esta declaración se va discutir en el Congreso una versión “light” de esta ley, la cual posiblemente sea aprobada porque los partidos del régimen no están porque se vaya Milei). También, el movimiento de mujeres copó las calles el 8 de marzo para defender la conquista del aborto legal, debido a las declaraciones del gobierno sobre sus intenciones de derogar la ley.

Por último, pero no menos importante, tenemos que mencionar la histórica jornada del 23 de abril, cuando el movimiento estudiantil protagonizó una gigantesca marcha federal contra los ataques a las universidades públicas, la cual reunió a cerca de un millón de personas en rechazo a los recortes presupuestarios que colocan en peligro de cierre a las universidades. La movilización dejó a la defensiva al gobierno y, más importante, demostró la enorme potencialidad de lucha del movimiento estudiantil en un país donde la educación pública es una conquista valorada por amplios sectores de la población.

Bajo esa perspectiva, en el pasado Campamento Anticapitalista del ¡Ya Basta! (realizado en febrero del presente), nuestra corriente asumió la tarea de impulsar un “estudiantazo” en las universidades, apostando a que este sector se transforme en un punto de apoyo para desarrollar una política independiente que dialogue con otros sectores, como los obreros en las fábricas, docentes y el conjunto de las personas que defienden la educación pública.

En suma, en Argentina está abierta la pelea sobre el destino del país. El régimen pone límites a las aspiraciones bonapartistas de Milei, pero al mismo tiempo lo sostiene para que no caiga, pues el conjunto de la burguesía política –incluido el peronismo- tienen certeza de que eso podría dar paso a un proceso más radical y profundo que el “Argentinazo” de 2001. Pero por abajo no para de crecer el repudio al gobierno de ultraderecha, cuyas medidas están empobreciendo al grueso de la población y atentan contra muchas de las conquistas democráticas.

Palestina: resurge la lucha internacional contra la ocupación sionista y el genocidio en Gaza

Otro hecho relevante es el exterminio que libra el Estado sionista de Israel en la Franja de Gaza. La brutalidad de esta masacre acentuó los rasgos reaccionarios de la coyuntura, particularmente durante las primeras semanas de la invasión, pues el sionismo contó con un abrumador apoyo internacional sobre su supuesto “derecho” a la autodefensa tras el ataque de Hamas.

A pesar de eso, con el pasar de los meses creció el repudio popular contra la invasión, pues cada vez se hizo más claro el carácter genocida y colonial de la ofensiva israelí. Eso dio paso al surgimiento de un movimiento internacional en solidaridad con Palestina en respuesta a la masacre que lleva a cabo el ejército sionista. Las movilizaciones fueron enormes en varios países del primer mundo, sobre todo en aquellos con gobiernos bastante alineados con Israel, como los Estados Unidos, Inglaterra y Francia, por citar algunos casos.

marcha en Londres por palestina

El fortalecimiento de este movimiento de solidaridad mundial, así como la creciente brutalidad de la ocupación colonial sionista, reabrió el debate sobre cuál es la salida estratégica para el “conflicto”. Cada día que transcurre, se hace evidente que la “solución” de dos “Estados” no tiene ninguna viabilidad, a pesar de que por ahora es la posición oficial del imperialismo estadounidense (al menos con los demócratas).  Por este motivo, entre la vanguardia internacional gana terreno la política de una Palestina única para derrotar el proyecto colonial y genocida del sionismo, aunque persisten diferencias entre el tipo de Estado a construir (en nuestro caso, insistimos en que sea uno laico, democrático y socialista).

Además, es muy promisorio que, dentro de este movimiento, se retome las banderas por una Palestina laica, libre y socialista.

¡Prepararse para una lucha de clases más dura y radicalizada!

Este 1° de mayo es distinto, pues tiene lugar en medio de una nueva etapa de crisis, guerras, barbarie y –eventualmente- revoluciones. Eso explica el recrudecimiento de la lucha de clases. El genocidio en Gaza y los ataques del gobierno ultraderechista de Milei son algunas manifestaciones de la nueva etapa.

Pero toda acción tiene una reacción. Las sociedades son “cuerpos vivos”; están compuestas por seres humanos, en su enorme mayoría explotados y oprimidos, los cuales tienen expectativas de vida y son capaces de construir una concepción del mundo.

Sobre ese marco se desarrolla un recomienzo de la experiencia histórica de las nuevas generaciones obreras, estudiantiles, del movimiento de mujeres y LGBTQ+. El capitalismo del siglo XXI no ofrece nada más que crisis económica, ecológica y retrocesos en las conquistas democráticas y culturales.

De ahí que, contrariamente a las corrientes escépticas que solo ven derrotas y sobredimensionan unilateralmente los rasgos reaccionarios, desde SoB consideramos que ingresamos a un mundo donde es posible el retorno de las revoluciones. La disyuntiva “Socialismo o Barbarie” se reactualizó en este siglo XXI; es una apertura histórica donde tenemos que redoblar esfuerzos para impulsar los procesos de lucha, pero también para construir y fortalecer nuestras organizaciones.


[1] Los condenados fueron George Engel, Adolf Fisher, Oscar Neebe, August Spies, Albert Parsons, Loiui Lingg, Samuel Fielden y Michaek Schwab. Los cuatro primeros fueron ahorcados el 11 de noviembre de 1887, mientras que Lingg se suicidó un día antes en su celda. A Fielden y Schwab se les conmutó la pena por prisión perpetua debido a la presión internacional.

[2] De hecho, el expresidente Grover Cleveland (1885-1897), promovió que el primer lunes de setiembre de cada año se conmemorara el “Día del Trabajo”, una maniobra para que el acto no tuviese un perfil clasista ni reivindicara la memoria de los Mártires de Chicago, tal como fomentada el movimiento socialista internacional.

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