- Producto de las altas temperaturas y las extremas sequias que afectan a varias provincias de la Argentina, los incendios forestales en Misiones no pueden ser controlados.
Luz Licht
Producto de las altas temperaturas y las extremas sequias que afectan a varias provincias de la Argentina, los incendios en la provincia de Misiones no pueden ser controlados. Una de las consecuencias más terribles es que ya se consumieron unas 100 hectáreas de la Selva Misionera. El incendio comenzó el día viernes 20 de la semana pasada en la zona de la Reserva de la Biósfera Yaboty. Aún no han sido controlados la totalidad de los aproximadamente doce focos activos.
Los incendios afectaron hasta el momento a la zona Sur y Centro de la provincia. También hay focos cercanos a la localidad correntina de Gobernador Virasoro, a sólo 80 kilómetros de la ciudad de Posadas. En total en Misiones ya se consumieron unas 2.000 hectáreas producto de los incendios cuya responsabilidad aún no ha sido determinada según palabras del gobernador Oscar Herrera Ahuad.
Tal como denunciaba en un comunicado emitido el día 23 por la Comunidad KA’A KUPE, las autoridades locales no respondían al pedido de declarar la “emergencia roja” en la zona. Durante el fin de semana el fuego estaba a sólo 3 kilómetros de sus casas que se ubican entre los municipios de Ruiz Montoya, Aristóbulo del Valle y Campo Grande. En esos momentos, Mario Valey, ministro de Ecología de la provincia aseguraba falsamente que el fuego había sido controlado.
Yaboty, es parte de un manchón de un millón de hectáreas de monte nativo que sobrevive ante el avance de la voracidad capitalista al amparo de los gobiernos de turno. Esta reserva de 220.000 hectáreas fue creada en 1993 y es reconocida por la Unesco. Una parte de las tierras están en poder de grandes empresas como Arauco Argentina, Papel Misionero (Arcor) o Laharrague y otras chacras pequeñas de 25 hectáreas. Hasta el momento, nadie podía tocar un solo árbol nativo sin autorización expresa del Ministerio de Ecología provincial.
Sin embargo, tal como declaraba Luis Chemes, director de Manejo del Fuego de Misiones: «No son habituales los incendios en la zona de selva, pero como la mayoría, los incendios los provoca el hombre. Es una zona compleja y llama la atención que se prenda el bosque nativo, y tiene que ver con el déficit hídrico que hay en la zona».
La gravedad de estos hechos radica en que la provincia de Misiones tiene la mayor reserva de biodiversidad del país, con cerca de 3000 especies de plantas y árboles y 500 especies de aves. También es una de las zonas principales donde sobrevive el yaguareté, una especie en peligro de extinción. A parte de la selva de la ecoregión del Yungas (Bolivia-Perú-Norte argentino), que fue arrasada por la deforestación para la producción de soja transgénica, la Selva Misionera es la última porción de un ecosistema de esas características en el país.
Las alertas se encienden ante esta nueva situación que se repite impunemente afectando zonas enteras a causa de la avanzada sobre diferentes espacios y ecosistemas en pos de la especulación inmobiliaria y el avance del agronegocio. Este tipo de espacios y su preservación son claves para la posibilidad de mitigar las consecuencias socioambientales del cambio climático y garantizar que continúen sus múltiples funciones como el reaseguro de agua, regulación de la humedad y el ciclo de lluvias, entre otras. El ecocidio avanza con la complicidad criminal de los gobiernos y tiene que parar ya.
