La lucha por el voto femenino en el país representa un capítulo fundamental en la historia de la lucha de las mujeres y la búsqueda de igualdad de género en el país. A lo largo de décadas, valientes mujeres desafiaron las normas sociales y lucharon por su derecho a participar en el proceso electoral a través del voto. Su persistencia y determinación han dejado un legado duradero que continúa inspirando la lucha por la igualdad hasta nuestros días.

El movimiento sufragista en Costa Rica se remonta a principios del siglo XX, cuando surgió la Liga Feminista en octubre de 1923. A pesar de enfrentar fuertes resistencias y estereotipos arraigados en la sociedad, estas mujeres pioneras no se dieron por vencidas y llevaron a cabo acciones directas para demandar igualdad política.

Fue una batalla ardua y larga, se encontraron con obstáculos políticos y legales que las excluían de la participación política. Sin embargo, a través de la organización, la movilización y la solidaridad, lograron generar un cambio significativo en la sociedad costarricense.

En la misma línea desde los sectores trabajadores organizados de la época se impulsó la participación política y el voto de las mujeres, aunque debido a las direcciones comunistas influenciadas por los dictados estalinistas se mantuvo cierto recelo hacia el feminismo y limitaciones hacia los roles de género.

Debido a esta lucha, en 1949, con la promulgación de la actual Constitución Política se reconoció el derecho al sufragio de las mujeres, garantizando su participación plena y efectiva. Esta es una conquista que las mujeres le arrancaron al gobierno y donde lograron el apoyo social.

Aunque de ese momento a la fecha hay avances significativos en términos de igualdad de género, todavía existen derechos por conquistar como el aborto legal, seguro y gratuito. Además, en momentos en que los gobiernos conservadores, ajustadores y autoritarios son la tónica, hay que pelear contra las políticas recortistas y precarizadoras que afectan principalmente a las mujeres.