Rebeldía y lucha radical: entra a escena el movimiento estudiantil de secundaria

En el debate se colocó la rebeldía de la juventud y como son un ejemplo para otros sectores sociales, como esta bien salir a las calles a luchar o “irrespetar” a un presidente que les violenta.

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En los últimos meses las luchas en el país parecen estar “in crescendo”, así como la bronca contra el gobierno de Chaves. Desde las personas trabajadoras de la Caja, sectores campesinos, el movimiento estudiantil universitario, entre otros, comienzan a marcar una respuesta al clima de derecha que intenta imponer el gobierno chavista.

Uno de los temas cada vez más instalado en la agenda es la educación (junto al de la Caja). Hace poco mas de un mes las burocracias sindicales, universitarias y federativas convocaron a la “gran marcha por la educación”, una movilización masiva que le puso un freno momentáneo al intento de recorte del gobierno (con un punto novedoso y progresivo de incorporar a la lucha por el FEES a organizaciones sindicales). Esta se articuló con la marcha en defensa de la Caja, la cual también fue masiva (con una composición sindical, de las universidades y sectores populares). Lo cual da cuenta de un nuevo momento, en el cual comienzan a aparecer protestas enormes contra los ataques del gobierno.

Al final, esa lucha tuvo el límite de ser una marcha de tres horas, un performance de la burocracia y un acto más en la constitución de una “unidad burocrática contra el gobierno” la cual, supuestamente, iba a luchar por el 8% del PIB constitucional para la educación (1).

Además, se hizo la firma del “Pacto por la Educación” entre las burocracias sindicales, universitarias, estudiantiles y los partidos Frente Amplio y Liberación Nacional. En eso quedó el gran acto: un montón de burócratas reunidos en una tarima diciendo que defienden la educación, pero sin hacer nada, no llaman a luchar, a organizarse, a salir a las calles.

Un mes después, salió el movimiento estudiantil de secundaria a protestar contra las pruebas estandarizadas. Estos exámenes vienen a reemplazar las fallidas pruebas FARO y, en pocas palabras, son una especie de Frankenstein sin ningún criterio técnico o pedagógico, un colador para bajar la nota de las personas estudiantes e impedirles acceder a la universidad pública.

Entre las consignas del movimiento se encontraban: la exigencia de suspender las pruebas estandarizadas, luchar contra los recortes a educación, y que la ministra Katharina Müller se vaya.

Respecto al tema de los recortes, el país arrastra un enorme rezago desde la década de los ochenta cuando, además de crearse la “Generación Perdida”, se dejó de invertir en infraestructura educativa. Este problema irresuelto se arrastra hasta la actualidad, para este año existen 722 centros educativos con orden de cierre sanitario (2).

Es así como todos los reclamos de les estudiantes sobre las condiciones de estudio: que no hay papel, jabón, espejos en los baños, problemas con tuberías y aguas servidas, inundaciones cada vez que llueve, problemas con la instalación eléctrica, con los techos o paredes de las aulas; o bien, quienes hasta este punto del año aún esperan nombramientos de personal docente. Todo esto es resultado de años y años de recortes.

Para muestra un botón, este año tiene el presupuesto más bajo en educación de la última década, 5,4% del PIB cuando -según la Constitución- debería ser del 8% del PIB. A esto se le agrega que dicho presupuesto (gracias al Plan Fiscal y los ataques del gobierno del PAC contra la educación) hoy hay menos “plata”, pero debe ser repartida entre “mas gente”, pues en el 2018 la Red de Cuido y el INA pasaron a contemplarse dentro de este presupuesto. En pocas palabras: este año tenemos el presupuesto más bajo en educación repartido entre más gente.

Todo esto forma parte de lo que, desde nuestra perspectiva, llamamos una contrarreforma educativa: una serie de cambios curriculares, recortes presupuestarios y ataques sistemáticos al derecho a la educación… para el gobierno esto es la “Ruta de la Educación”.

 

Aparecen las movilizaciones y la radicalidad juvenil

Sobre las movilizaciones, si algo suele incorporar la juventud es radicalidad y este caso no fue la excepción. Los sectores estudiantiles mostraron -al igual que en otros levantamientos- una gran capacidad de organizarse y accionar: con marchas, cierres de colegios, cortes de ruta y una articulación organizativa. ¡Toda una marejada de experiencia para la juventud que hace su primer proceso de lucha!

La primera jornada se hizo con una marcha en la capital hacia la Asamblea Legislativa, junto a diversas movilizaciones en las regiones (Caribe y Pacífico, principalmente). Posterior a este primer acto los cierres de colegios, cortes de ruta, tomas de colegios, etcétera; continuaron en distintas regiones. A la vez, empezaron a expresarse elementos represivos del gobierno como enviar a varias “manos derechas” del presidente a intentar “negociar” y sacar a las personas de las calles.

El lunes 7 de agosto fue el otro día de lucha nacional, esta vez -en la capital – se hizo una marcha desde la Hispanidad a Casa Presidencial y varias movilizaciones en otros puntos del país. La marcha estuvo marcada por el gorilaje del gobierno: pacos que no respetaban los protocolos y activamente intentaban romper el bloqueo en la Hispanidad y la marcha, exponiendo la vida de les estudiantes.

Esto cerró con un episodio de represión en las cercanías de Casa Presidencial, pues el gobierno no quería recibir manifestantes, y estableció un operativo contra la marcha. Cuando se logró acceder a Casa Presidencial Chaves salió a intentar amedrentar a quienes se manifestaban, haciendo gala de matonismo, y violencia patriarcal contra una de las dirigentes del movimiento. Para rematar, el gobierno hizo un acto represivo inédito al -prácticamente- secuestrar varias horas en Casa Presidencial a las personas representantes de secundaria y obligarles a firmar un “acuerdo”.

Sin embargo, este episodio de represión le trajo bastantes consecuencias a Chaves, la principal: perder terreno en la opinión pública. Pues la lucha estudiantil contra las pruebas estandarizadas y los recortes a educación obtuvo mucha solidaridad social luego de la represión y el intento de amedrentamiento del presidente (sin quitar la violencia de los fanáticos chavistas o el uso de trolles para acosar estudiantes en redes sociales, otra forma de represión).

En el debate se colocó la rebeldía de la juventud y como son un ejemplo para otros sectores sociales, como esta bien salir a las calles a luchar o “irrespetar” a un presidente que les violenta.

Lastimosamente, para el “Gran Pacto por la Educación“ y todos los sectores burocráticos que decían defender la educación y el 8% del PIB constitucional, la lucha estudiantil de secundaria solo la ven en sus pantallas (si acaso). Ni los sindicatos del Magisterio (APSE, SEC, ANDE), ni las rectorías han convocado a movilizar junto a les estudiantes, y ni por asomo han salido a repudiar la represión y violencia que vivieron en la última manifestación (inclúyase acá a la FEUCR, que guarda un silencio vergonzoso respecto a la represión).

Lo cierto es que les estudiantes de secundaria han dado cátedra sobre métodos de lucha: retomar los cortes de ruta no es poca cosa, además de implementar mecanismos novedosos como el bloqueo móvil en la Hispanidad, y complementar esto con cierres de centros educativos, haciendo que el movimiento, de conjunto, no quede aislado.

Un elemento importante a rescatar es que, el movimiento tuvo un logro parcial: hizo ceder al gobierno respecto al porcentaje de las pruebas estandarizadas, las cuales pasarán de un 40% a un 30%.

Si bien el cambio tiene límites: la consigna del movimiento es por la suspensión de las pruebas, junto a las otras dos que no se abordaron, contra los recortes y por fuera Müller. Además, es un gesto con trampa, pues el otro año se reincorpora el 40% y no resuelve el tema de la nota de presentación (igual, esto sería un tema a resolver aún cuando se quitaran del todo las pruebas).

Aún con esto, la reducción del porcentaje también tiene un elemento político progresivo importante: a pesar de las maniobras represivas del gobierno, de intentar desestimar las demandas estudiantiles, al final, Chaves y su séquito tuvieron que retroceder. A través de las movilizaciones, los cierres de coles, los cortes de ruta; el movimiento logró arrinconar al gobierno, lo expuso, ridiculizó y le obligó a dar una respuesta a las exigencias estudiantiles. Esta línea hay que profundizarla, seguir exigiendo las suspensión de las pruebas, luchar contra los recortes y por fuera Müller.

Un gran límite del la lucha es el peso de la fragmentación de los movimientos sociales, si la unidad burocrática hubiese llamado a los distintos sectores a incorporarse a la lucha, el panorama pudo cambiar, lo mismo ocurre con las federaciones, particularmente la FEUCR, que se acercó al movimiento, pero no hizo esfuerzos por integrar -desde abajo- al movimiento estudiantil universitario.

Lo mismo ocurre con las burocracias sindicales, en particular del magisterio, en ningún momento se llamó a las bases a movilizar junto a les estudiantes, a pesar que estas pruebas también afectan el trabajo docente, por no hablar de la precarización, la sobrecarga de trabajo y las afectaciones de los recortes. No salieron junto a les estudiantes.

Otro límite del movimiento es uno cuantitativo: no se logra aglutinar estructuralmente a los colegios de San José, los cuales pueden ayudar a parar el país, además, al ser tantos, tan concentrados en áreas relativamente cercanas podrían coordinarse para cerrar diversas vías al mismo tiempo.

La represión también pasa factura, por un lado desgasta el movimiento y, por el otro se instala un “clima” de desmovilización debido a esta. Lo cierto es que este es un reto para la organización del movimiento: lograr reagrupar para seguir luchando. Un contrapunto positivo a esto, es la fuerza del mismo movimiento, pues siguen los espacios de organización y las acciones de calle.

Por lo cual, al momento de escribir esta nota el movimiento y la disputa aún se mantienen abiertos, siguen las convocatorias, las reuniones y puede que el movimiento estudiantil universitario comience a moverse por el FEES.

 

¡Organicémonos en defensa de la educación pública!

Desde ¡Ya Basta! nos hemos sumado en solidaridad con el movimiento, también, junto a compañeres de ¡Ya Basta! Secundari@s hemos participado activamente en asambleas, marchas y bloqueos, reuniones informativas, etc, para estos compañeres es su primera experiencia de lucha, esto les ha ayudado a formarse políticamente y han intervenido de buena forma en los distintos espacios de organización, lo cual también merece todo un reconocimiento. Además, estuvimos en “primera línea” enfrentando la represión a las afueras de Casa Presidencial.

Por ello desde ¡Ya Basta! y ¡Ya Basta! Secundari@s consideramos que para seguir con las movilizaciones en defensa de la educación es necesario que se rompa la fragmentación y el Magisterio, junto al movimiento estudiantil universitario se articulen con el movimiento estudiantil de secundaria para salir a las calles (un punto positivo en esto fue la participación de estudiantes de secundaria en la reunión convocada por la FEUCR sobre el FEES), se debe crear espacios amplios de organización y toma de decisiones. También es necesario incorporar estructuralmente a los coles de San José, de forma articulada con los colegios de las regiones, que han tenido un papel importante.

 

¡8% del PIB para educación, 1.5% para el FEES!

¡Fuera Müller!

¡Abajo las pruebas, arriba el presupuesto!

¡Por un movimiento estudiantil independientemente y combativo!


Notas

1 Izquierda Web.cr. https://izquierdaweb.cr/boletin/un-gobierno-senalado-mientras-sigue-creciendo-la-bronca/

2 CR Hoy. https://www.crhoy.com/nacionales/ciclo-escolar-2023-inicia-con-722-ordenes-sanitarias-en-centros-educativos/

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