Artículo de Labor Notes

Traducción Mab de Osz

Mas allá de los relatos de las bondades del capitalismo neoliberal que nos venden por estas orillas, la realidad en el centro del capitalismo mundial no es lo que nos cuentan y los trabajadores se preparan para luchar. El 14 de septiembre es la fecha tope, ese día vencen los contratos vigentes y podría empezar un huelga en las 3 grandes automotrices. Los reclamos parten de la enorme desigualdad entre las ganancias de las empresa y los bajos salarios. En la primera  mitad de este año las 3 Grandes tuvieron una ganancia combinada de 21.000 millones de dólares, una “la desigualdad turboalimentada” dicen los trabajadores. A eso se suma las duras condiciones de trabajo y de los injustos niveles de contratos que hace que dos trabajadores que hacen exactamente el mismo trabajo en la misma línea cobren distintos y tengas distintos beneficios.

Los miembros de Auto Workers Local 862 se reunieron el jueves en Louisville, Kentucky. Trabajan en la planta de camiones de Ford, construyendo los modelos Ford Super Duty Trucks, Ford Expeditions y Lincoln Navigators, y en la planta de ensamblaje de Louisville, donde construyen Ford Escapes y Lincoln Corsairs. “Unidos por un contrato fuerte” dice uno de los carteles. Foto: Luis Feliz León.

Quinientos trabajadores de la Unión (UAW, Unión de Trabajadores de Automotrices) del Local 862 realizaron concentraciones en Louisville, Kentucky, los días 24 y 25 de agosto, como parte de una ola de práctica de piquetes y manifestaciones en todo el país.

La lucha de clases estaba en boca de todos. Una variedad de problemas los llevaron al piquete, pero los trabajadores de la UAW allí fueron unánimes sobre la desigualdad “turboalimentada” que dejó a los trabajadores atrás.

En el piquete del jueves, el miembro del Local 862, Aaron Webster, dijo que se ha cansado de sentirse exprimido, describiendo la lucha por el contrato como una pelea entre ricos y pobres.

Webster comenzó a trabajar en la planta de camiones de Kentucky en 2014 construyendo Ford Super Duty Trucks, Ford Expeditions y Lincoln Navigators. «Por mucho que no quiera hacer huelga, creo que es necesario», dijo. Ha estado ahorrando dinero y hablando con sus compañeros de trabajo en el caso de que Ford sea uno de los objetivos de la huelga cuando llegue la fecha límite de vencimiento del contrato el 14 de septiembre.

Cerca de un voto unánime

En los pasados ciclos de negociación, la UAW eligió a una de las tres grandes fábricas de automóviles (Ford, General Motors y Stellantis) como objetivo de huelga, eligiendo a la empresa que el sindicato creía que estaría de acuerdo con el mejor contrato con el fin de establecer un patrón para los dos restantes.

Esta vez, la UAW se ha separado de esta práctica: el presidente de la UAW, Shawn Fain, ha dicho que las tres empresas son objetivos, dejando a las empresas sin saber dónde se realizaría el paro. Los miembros del local 862 votaron casi por unanimidad autorizar la huelga. En todo el país, el 97% de los miembros de la UAW de las Tres Grandes votaron a favor de la autorización de huelga.[1]

Webster dijo que sus principales problemas contractuales son aumentar el bajo salario, poner fin a los niveles[2]  y elegir fechas de vacaciones para pasar con su familia. Muchos trabajadores se vieron obligados a tomar tiempo libre en julio, ya que Ford reequipó la planta para el modelo del próximo año. Los trabajadores quieren pasar sus vacaciones cuando ellos elijan, en lugar del antojo de la empresa.

La UAW tomó como temas claves de esta campaña de nuevos contratos, reducir las horas de trabajo y aumentar la calidad de vida. «Tenemos que trabajar más y más duro solo para mantener el mismo nivel de vida que teníamos antes», dijo Fain en un vídeo de Facebook Live el 1 de agosto. «Eso significa más tiempo en el trabajo y menos tiempo viviendo la vida. Eso significa perderse los partidos de la Little League y las reuniones familiares. Significa menos tiempo libre, menos tiempo viajando, menos tiempo dedicándote a lo que te apasiona o hobbies».

«Caminando como zombis”

James White trabaja en turnos de 10 horas en la planta de camiones de Ford poniendo elásticos en los camiones de gran tamaño. El trabajo es tan agotador que ha cancelado su membresía en el gimnasio. «Básicamente estoy poniendo los grandes resortes que son los que soportan la carga útil de la parte trasera de nuestros camiones», dijo. «Son piezas de acero muy pesadas. Y los levanto todo el día. Por suerte, tengo un aparejo. Dice pero el aparejo levanta el acero, pero no lo empuja ni lo tira. Ahí es donde entra en juego el impulso de la fuerza humana. «Están haciendo que nuestros camiones sean muy fuertes», dijo.

El trabajo pesado significa muchas lesiones. «Es por eso que queremos que nuestra atención médica mejore», dijo White.

Está especialmente preocupado por los trabajadores mayores, porque las exigencias físicas del trabajo han roto sus cuerpos. Cuando los trabajadores salen de la línea de montaje en el cambio de turno, dice que se parecen a la gente del vídeo de Thriller de Michael Jackson: «La gente camina como zombis. Les duele. Están doloridos. Están cansados.”

«Algunas de las lesiones que sufren alteran la vida», dijo White, y la respuesta de la compañía es decirles que tomen analgésicos. «No podes vivir de las pastillas para el dolor».

Los trabajadores dicen que han renunciado a muchas cosas a lo largo de los años para ayudar a las empresas de automóviles a obtener ganancias récord. White dice que no está dispuesto a trabajar  tanto tiempo. Cambió de turno, de noche a día para ver a su hija. Pero no es suficiente.  «Entro a las 6 a.m. a trabajar mi  hija llega a casa de la guardería alrededor de las 6 p.m. Se va a la cama a las 9, entonces salgo a las 5:36 p.m., le doy de comer, hablo con ella un poco pero eso no es suficiente. Tengo tres horas de luz de día».

«Deberíamos tener ocho horas de trabajo, ocho horas de recreación y ocho horas de sueño. No puedo decirte la última vez que dormí ocho horas. Un promedio de unas cuatro horas y media».

Programa de protección de la familia trabajadora

James Slonaker trabaja como ensamblador en la línea de chasis. Viene de Atlanta después de que Ford cerrara aquella planta de ensamblaje en 2006. Fue la tercera vez en sus 22 años como miembro de la UAW que tuvo que recoger y plantar nuevas raíces en otros lugares. Sus principales demandas son poner fin a los niveles y obtener seguridad laboral para proteger a los trabajadores contra el cierre de plantas, incluido un «banco de empleos», un programa que garantiza salarios y beneficios cuando un fabricante de automóviles elimina el trabajo o cierra fábricas.

«Los Tres Grandes han cerrado 65 plantas en los últimos 20 años«, dijo Fain el 1 de agosto. «Eso ha sido tan devastador para nuestras propias ciudades como lo ha sido para nosotros. Tenemos derecho a defender a nuestras comunidades de la codicia corporativa que está matando a tantas ciudades y pueblos».

La UAW está proponiendo un «Programa de Protección a la Familia Trabajadora» que exige que las empresas mantengan empleados a los miembros de la UAW en caso de cierre de una planta o recesión financiera.

«Hacemos el mismo trabajo «

Brittany Slemmons, una trabajadora de segundo nivel, vino a la línea de piquete con su hija y dijo que está lista para acabar con los niveles: «Todos deberíamos ser iguales. Hacemos el mismo trabajo. Trabajamos las mismas horas«. Ella ha estado en la planta durante ocho años.

Aaron Crawford contratado a principios de la pandemia en 2020. Dijo que quiere luchar por los aumentos de las jubilaciones según el costo de vida, un aumento vinculado a la inflación, porque el sindicato renunció a esto durante la Gran Recesión (se refiere a la crisis del 2007/2009). Pero dijo que también está luchando por los jubilados. Los trabajadores contratados desde 2007 no reciben atención médica al jubilarse.

«A pesar de que todavía soy joven en este camino, también estoy cuidando a los trabajadores mayores que se han jubilado para que obtengan una mejor atención médica», dijo Crawford.

Katrina Bailey ha pasado 30 años en la planta de Kentucky Truck y está buscando jubilarse en los próximos dos años. «En Esta planta va haber jubilaciones masivas entre ahora y probablemente otros tres años», dijo. «Debido a que la mayor parte de nuestros trabajadores tienen casi 30 años trabajando aquí, [esta lucha por el contrato] es generacional, asegurando ambos lados de la valla, si se quiere, para los trabajadores recién contratados, así como para los que han estado aquí hace algún tiempo».

Bailey apoya acabar con los niveles para unir a los miembros del sindicato porque «una casa que está dividida no puede estar de pie». Dijo que ha estado ahorrando para la huelga. «¿Estoy asustada? No lo estoy». Señaló el “pin” de su overol: «No quiero hacer huelga, pero lo haré».

Se refirió a una cita de Malcolm X, que Fain ha repetido en varias ocasiones: «Cada vez que escuchas a un hombre decir que quiere libertad, pero en su siguiente palabra te dice lo que no hará para conseguirla, no cree en la libertad. Un hombre que cree en la libertad hará cualquier cosa bajo el sol para adquirir… o preservar su libertad».

Bailey observó desde Louisville cómo los trabajadores de automóviles hicieron cumplir las líneas de piquete durante la huelga de GM de 2019 y dijo que está lista para hacer lo mismo en Ford. En caso de huelga, dijo: «Estamos aquí luchando por nuestros derechos. ¡No vengas aquí tratando de presentar una solicitud en este momento!»

Sentimiento de lucha

Muchos problemas llevaron a la gente a la línea de piquete, pero lo inconfundible es que la dirección y miembros del sindicato están con un ánimo de lucha como el que en la UAW no se ha visto en décadas.

El presidente de la UAW Local 862, Todd Dunn, dijo que no había visto tal participación en sus 28 años en el sindicato. «La mitad del tiempo no podemos reunir a dos personas», dijo Dunn. «Pero lo que están haciendo aquí mismo hoy es un compromiso total. No importa dónde estemos, si eres de nivel básico, nivel medio, nivel secundario… no importa. Somos un sindicato».

El local 862 representa a unos 12 000 trabajadores entre la planta de camiones de Kentucky de Ford y la planta de montaje de Louisville, donde los trabajadores construyen Ford Escapes y Lincoln Corsairs.

«Muchos miembros aquí en el Local 862 dijeron que están cansados de que los dejen en la oscuridad. Es hora de conectar la parte superior [del sindicato], hasta el final. Y lo hemos hecho», dijo Dunn.

Los lazos de solidaridad también se extendieron a otros sindicatos, con UPS Teamsters (camioneros) recién salidos de su lucha contractual, uniéndose al piquete de práctica.

«Acabamos de enfrentar a UPS y ganamos», dijo James DeWeese, subdirector de la región central de Teamsters y del Local 89. «Y ahora nos levantamos contigo».

«Nuestro propósito aquí hoy es mostrar a Ford Motor Company que, si bien apreciamos su cheque de pago, también trabajamos mucho y duro para ser tratados de manera justa», dijo Dunn. «Nos lo deben a nosotros. No pueden hacerlo sin nosotros. Y somos el sindicato que mantiene viva a su Ford Motor Company».

[1] La ley norteamericana es muy restrictiva para hacer paros. Para convocar un paro el sindicato tiene que pedir autorización con mucha anticipación, luego se debe organizar un plebiscito por si o no dentro de la planta, donde la empresa participa activamente, por último se autoriza al gremio a convocar al paro a partir del vencimiento del contrato anterior, en este caso el 14/09 a las 24 hs. NdT

[2] Los niveles son distintos contratos que fijan distintos salarios y beneficios para el mismo trabajo. NdT