Argentina: Una transición incierta marcada por la crisis

Tras el balotaje: un gobierno sin resto y una futura gestión que genera más preguntas que certezas. Massa deberá pilotear el país otras 3 semanas en medio de una crisis económica que sigue lejos de terminar y con el dólar presionando alto.

0
27

El cruce Massa–Milei del domingo por la noche (cuando se tiraron la pelota de la gobernabilidad) sinceró el problema planteado para las próximas semanas. ¿Cómo se garantizará una transición ordenada con un gobierno en funciones derrotado electoralmente y otro electo que genera expectativas de shock  con cada nueva declaración? Y esto en el contexto de un país con 140% de inflación anual, sequía crónica de divisas y una fuerte crisis social.

Son varios los factores que entrarán a jugar y no todos están claros aún. Uno era la actitud que tomarían los mercados, y parece haber sido despejado. Las acciones argentinas tuvieron una subida histórica el día lunes. Este martes el dólar paralelo aumentó $100 con los financieros siguiéndole el paso. La imagen es clara: los mercados (es decir, los grandes tenedores de divisas) están claramente satisfechos con la llegada al poder de alguien que promete un golpe contra el peso.

Por otro lado está la incógnita oficialista. Massa anunció finalmente su continuidad, para evitar una crisis de gabinete a 20 días del traspaso. Pero no alcanzará con eso para detener un eventual estallido cambiario. El gobierno sabe perfectamente que el principal problema hasta el 10 de diciembre será el dólar. Por eso Massa anunció este lunes la continuidad del dólar exportador con nuevos beneficios para el agro: una cotización 50% oficial y 50% CCL para las nuevas liquidaciones. Esto le daría al agro una cotización aproximada de $600 por cada dólar. Casi $250 por encima de la cotización oficial.

La idea de Massa es buscar algún mínimo blindaje de divisas para evitar una escalada imparable de la brecha cambiaria y, junto a ella, de la inflación. El país reposa al borde de la hiper desde hace meses y la falta de soluciones de fondo torna muy inestable la situación cambiaria y económica en general.

Por otro lado está el factor Milei, tal vez lo más inestable de todo. Los eventuales anuncios y movimientos del ultraderechista en la previa del traspaso podrían tener consecuencias rápidamente. Por ejemplo, un refuerzo de la delirante idea de dolarizar a través de la conformación del gabinete podría desatar una corrida contra el peso en cuestión de días u horas.

Hasta el momento, Milei parece más predispuesto a dejar pasar los días y cargarle al peronismo el fardo de la gobernabilidad hasta el último dia de su mandato.

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí