- Un joven de 20 años fue atacado por 8 hombres encapuchados en el barrio de Malasaña, Madrid. Lo golpearon al grito de “maricón”, “asqueroso”, “comemierda”. Después de golpearlo y cortarle la cara con una navaja, le grabaron la palabra “maricón” con el arma blanca.
Agustín Sena
En la tarde del domingo, un joven de 20 años fue atacado por 8 hombres encapuchados en el barrio de Malasaña, Madrid. Lo golpearon al grito de «maricón», «asqueroso», «comemierda». Después de golpearlo y cortarle la cara con una navaja, le grabaron la palabra «maricón» en los glúteos con el arma blanca.
Se trata de un claro ataque de odio contra la comunidad LGBT. Queda claro, además, su carácter de ataque organizado. Los 8 hombres que atacaron al joven estaban encapuchados y lo esperaban en la puerta de su casa.
Este ataque se suma a otros similares en el último tiempo. El pasado 6 de julio, Samuel Luiz fue asesinado a golpes por un grupo de 12 hombres en la ciudad de La Coruña, Galicia. Este asesinato de odio despertó el rechazo de la sociedad y la juventud, provocando movilizaciones a lo largo del Estado Español, y también en otros países.
Organizaciones de DDHH y de la Diversidad han indicado que los reportes de ataques LGBT-odiantes aumentaron en los últimos años. Pasaron de 169 reportes en 2016 a 278 en 2019 (un aumento del 64% en 3 años). Sólo entre enero y junio de 2021, el Observatorio contra la Homofobia de España relevó 103 hechos de este tipo.
A pesar del repudio de Pedro Sánchez, presidente español, a estos hechos, las investigaciones policiales no han avanzado en identificar a los responsables de estos ataques. Mientras posan de democráticos, los funcionarios del gobierno español no han movido un dedo para terminar con los crímenes de odio.
