• La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó un sistema de vigilancia masiva por reconocimiento facial en el espacio público. Un verdadero panóptico digital que pone a todo ciudadano bajo vigilancia permanente.

Facundo Oque

La sanción producida hoy en la legislatura reforma la Ley 5688 del Sistema Integral de Seguridad Pública que regular las políticas de seguridad y estrategias de persecución penal. La reforma aprobó finalmente el uso de las cámaras para realizar video vigilancia mediante un nuevo sistema de última tecnología que operará mediante cámaras ubicadas en toda la ciudad y en el transporte público.

Este «sistema» pasaría a formar parte del llamado Sistema Público Integral de Video-Vigilancia y permitiría identificar rostros en menos de medio segundo, utilizando una avanzado sistema automatizado de inteligencia artificial parecido al que se emplea en China y varios países de Europa.

La vigilancia por reconocimiento facial ya se ha implementado en pequeña escala en CABA. De hecho, hubo casos de personas que fueron detenidas arbitrariamente porque el sistema las confundió con imágenes de otras personas en su base de datos. Pero esta sanción implicaría la estandarización y aplicación masiva de esta tecnología en el espacio público.

El sistema se alimentaría de una base de datos otorgada por el Co.Na.R.C. (Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas), pero nada impide que, con el fin de perseguir a individuos determinados, se pudieran incorporar otras bases de datos, como las imágenes de redes sociales. No olvidemos que la vigilancia y persecución de militantes y activistas políticos y sindicales sigue existiendo, como ha salido a la luz con el llamado «Proyecto X» y operativos similares de los servicios de inteligencia.

Según se puede leer en la página del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: «Esta tecnología permite localizar y detener a personas prófugas mediante la detección de rostros a través de 300 cámaras de video-vigilancia que están ubicadas en distintas calles y estaciones de subte.»

Cámaras en el espacio público y el subte que escanean y reconocen en 3 segundos. A  partir de la aplicación de este sistema, todos los ciudadanos estarán bajo vigilancia constante en el espacio público. Cualquier persona que pase delante de una cámara (que probablemente no sea fácilmente visible) no podrá evitar que, en menos de tres segundos, sus rasgos faciales sean escaneados por una inteligencia artificial que, comparando sus facciones con una base de datos administrada por el gobierno, evaluará si es o no un delincuente.

Es decir, el sistema no solo procesa información biométrica de personas buscadas, sino de todo transeúnte que pase frente a las cámaras. Este estado de vigilancia permanente atenta gravemente contra derechos básicos como la libertad de expresión y la libertad de reunión y asociación. Un estado de vigilancia constante y automatizado es un claro inhibidor del ejercicio de los derechos democráticos. Los ciudadanos estarán amenazados en caso de mostrarse disidentes u organizarse para luchar por sus derechos por miedo a represalias de orden político y penal.

Esta nueva avanzada represiva se suma al Cyber Patrullaje en las redes sociales y al avance de nuevas tecnologías basadas en la vigilancia y control de la población. Un avance persecutorio y antidemocrático que viola los derechos más básicos de la población, generando un verdadero estado de vigilancia permanente. Un panóptico digital que, gracias a los últimos avances en inteligencia artificial aplicados de manera reaccionaria, vigilará a todos, todo el tiempo.