Francia: segunda jornada masiva de huelgas contra la reforma de las jubilaciones

Cientos de miles de franceses paran y se movilizan contra la reforma previsional de Macron. Con un alto acatamiento, la huelga convocada por la CGT paraliza el transporte, la educación y sectores clave como el petróleo y la energía eléctrica.

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Hoy martes, las calles de Francia amanecieron inundadas de manifestantes. Ya el pasado 19 de enero más de un millón de personas se habían movilizado en rechazo de la reforma de las jubilaciones que impulsa el gobierno de Emmanuel Macron.

La ley en cuestión toca varios puntos del sistema de jubilaciones francés. Los ítems que movilizan el repudio popular son principalmente dos. La elevación de la edad de jubilación de 62 a 64 años y el aumento de los años de aportes necesarios para jubilarse de 42 a 43 años. Se trata del último capítulo en una larga serie de reformas regresivas introducidas en la legislación de seguridad social del país galo durante la última década.

Se espera que la huelga convocada por la CGT francesa tenga u acatamiento masivo y que la convocatoria se replique en las calles de París y otras ciudades. Las movilizaciones podrían ascender a por lo menos 240 cortes en todo el país.

El gobierno de Macron decidió mostrarse inflexible. Según sus funcionarios, los ítems que la CGT rechaza son «innegociables» y la ley ya espera el tratamiento en el Parlamento. Este martes se dispuso el despliegue de 11.000 efectivos policiales, 4.000 de ellos sólo en París. Una vez más, Macron prepara el terreno para reprimir la movilización popular.

La huelga paraliza París

Uno de los puntos fuertes de la convocatoria sindical es el transporte. El transporte de pasajeros del área metropolitana de París permanece prácticamente paralizado. Circulan tan sólo el 30% de los trenes de alta velocidad y el 10% de los trenes de corta distancia.

Algo similar sucede en las aerolíneas, un sector que viene de atravesar largos meses de paros y conflictos sindicales en toda Europa. El 20% de los vuelos del aeropuerto de Orly debieron ser cancelados y la aerolínea Air France canceló el 10% de sus vuelos cortos.

También en la educación se espera un alto acatamiento, por encima del 55%. Además de los docentes, muchos estudiantes secundarios se sumaron a la huelga en apoyo a sus profesores.

Se esperan un fuerte acatamiento en el sector de las comunicaciones. Muchas emisoras públicas debieron interrumpir totalmente sus servicios.

Los sectores concentrados

Entre los trabajadores industriales la huelga es un éxito. El sector energético, hoy clave en el contexto de la crisis energética europea, parece ser uno de los de mayor acatamiento. Varias refinerías importantes deberán interrumpir sus operaciones debido al paro. Y el sindicato de Minas y Energía afiliado a la CGT ya anticipó que convocará a nuevas jornadas de huelga para los días 6, 7 y 8 de febrero.

La participación de sectores concentrados de la economía francesa puede ser decisiva para el futuro del proceso huelguístico. A pesar de su postura de habitual inflexibilidad, el gobierno Macron deberá demostrarse capaz de soportar la presión de miles de trabajadores parados en sectores claves de la economía.

Especialmente teniendo en cuenta que el reclamo contra la reforma previsional unifica a millones de asalariados de todo el país. Según las encuestas, el 60% de los franceses están en contra de la reforma de Macron.

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