España: las movilizaciones contra la amnistía a dirigentes catalanes envalentona a la ultraderecha y los neonazis

Una oleada de movilizaciones derechistas sacude a España esta semana, particularmente el domingo, cuando más de 80.000 personas se congregaron en la Puerta del Sol en Madrid para rechazar el proyecto de amnistía que el presidente Pedro Sánchez se apresta a firmar junto a dirigentes independentistas catalanes.

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En plena disputa por la formación del nuevo gobierno, y luego de la inédita remontada del PSOE en las elecciones que le impidió al PP volver a gobernar, Sánchez se apresta a conseguir el apoyo de los diputados catalanes para su futuro gobierno a cambio de una ley de amnistía por el intento independentista del año 2017. El acuerdo desató una crisis política en el país.

A pesar de que la derecha tradicional del PP ocupó las calles masivamente este fin de semana, las movilizaciones contra el acuerdo fueron impulsadas más vehementemente por sectores de la ultraderecha, no sólo de Vox sino de agrupaciones franquistas, fascistas y neonazis, como el grupo Falange o España 2000.

La ultraderecha movilizó en sucesivos días previos a la movilización grande de este domingo, se manifestó frente a las sedes del PSOE de distintos puntos del país e incluso tuvo encontronazos con la policía. Las imágenes no dejan lugar a dudas sobre el carácter fascista de estos grupos: canciones, banderas y simbología franquista por doquier, consignas contra la constitución («La constitución es la ruina de la nación») y hasta saludos nazis. La ultraderecha aprovecha la crisis política para tomar las calles y presiona para imponer una agenda reaccionaria en el país.

 

El PP por su parte intenta capitalizar electoralmente la crisis, pidiendo la dimisión de Sánchez y el llamado a nuevas elecciones, sabiendo que tal como quedó conformado el parlamento luego de los últimos comicios, un gobierno de Núñez Feijóo es ya imposible, a pesar de que daban por descontado una victoria segura en la previa. La remontada del PSOE alteró todos los planes.

Mientras el PP intenta dar una salida «institucional» y el PSOE hace malabares para tratar de formar gobierno en un escenario de alta fragmentación, la ultraderecha nacionalista pugna por instalar una agenda duramente reaccionaria, no sólo con expresiones fascistas y racistas hacia el pueblo catalán, sino también levantando consignas abiertamente golpistas.

Del otro lado, el cretinismo del PSOE frente a semejante escalada reaccionaria de la crisis es vergonzoso. Mientras la derecha ocupa las calles, el PSOE se encierra en los despachos a seguir negociando en las alturas de las instituciones donde, aseguran, continúan adelante con el plan de amnistía a pesar de las movilizaciones.

 

Sin embargo, si la derecha logra seguir escalando los niveles de movilización y la agenda continúa copada por los discursos nacionalistas xenófobos de la ultraderecha, el gobierno podría perder el control de la situación y darle a la derecha una sobrevida luego del golpe político que significó el resultado electoral.

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