Cede la intentona de “golpe electoral” en Guatemala frente a la movilización

Esta es una discusión que no se va a resolver en la “institucionalidad” y, al igual que la corrupción, es necesaria enfrentarla impulsando la organización desde abajo.

0
40

En notas anteriores abordamos el proceso electoral en Guatemala, el cual estuvo marcado por una “cascada” de proscripciones de candidaturas que, de una u otra forma, no complacían a la burguesía. Esta cascada comenzó con la proscripción de Thelma Cabrera (MLP), representante de los pueblos indígenas y campesinos; el último en ser proscrito fue Carlos Pineda, un empresario cuya proscripción se dio al superar a Sandra Torres, Zury Ríos y Edmond Mullet en las encuestas.

Los resultados electorales dieron un revés a las expectativas, las encuestas anticipaban una segunda vuelta disputada entre la derecha y la ultraderecha, pero los resultados electorales dejaron en la carrera electoral solamente a Sandra Torres (derecha) y Bernardo Arévalo (centro-izquierda). Un evento que descolocó durante varios días a los sectores burgueses ¿Qué harían? Fue la incógnita.

Tras la recuperación del “shock” vino la respuesta: detuvieron la declaración oficial de los resultados electorales mediante un recurso interpuesto por sectores de la derecha, donde alegaban que Semilla (partido de Arévalo) cometió fraude. De esta manera, se realizó un reconteo electoral, pero el resultado no varió: pasaban a segunda ronda Torres y Arévalo.

Ante esto, optaron por la “vieja confiable” en este proceso electoral: proscribir el partido Semilla. Esta maniobra estuvo a cargo del fiscal Curruchiche de la FECI (Fiscalía Especial contra la Impunidad), la cual fue una instancia judicial creada -en el marco de la CICIG- para investigar la corrupción en el país centroamericano; sin embargo, con el viraje en los gobiernos de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, se transformó en una institución que resguardaba la corrupción.

A pesar de los intentos de la Fiscalía y el Ministerio Público, no lograron la proscripción; por un lado, debido a la oposición del Tribunal Electoral (quienes decidieron mantener al partido dentro de la contienda electoral, ya que legalmente no se puede sacar a ningún partido en este punto del proceso electoral) y, por el otro, comenzaron manifestaciones para defender el resultado de las elecciones.

Las manifestaciones se dieron en distintos puntos del país, comenzando por la capital, Ciudad de Guatemala, donde cientos de personas se manifestaron horas después del intento de proscripción. La mayor parte de las protestas -a la distancia- parecen estar impulsadas por sectores de la juventud (la Universidad de Guatemala impulsó diversas manifestaciones), y los pueblos indígenas anunciaron la posibilidad de movilizarse, pero aún no entran a escena.

El Ministerio Público, en la intentona de proscribir el partido de Arévalo, se allanó el Tribunal Electoral y secuestraron los documentos de este partido. Además, desde Semilla se denuncia que reciben amenazas, por ello contrataron seguridad. Al momento de escribir esta nota, el Ministerio vuelve a allanar el Tribunal Electoral, las oficinas de recursos humanos. Acusan a uno de los magistrados de “desobedecer a la justicia” por negarse a proscribir el partido Semilla. También se están allanando las oficinas del partido.

Todo este proceso es calificado como “golpe electoral” -más bien una intentona, de momento. Se coloca sobre la mesa la discusión sobre el “pacto de corruptos”, palabras más palabras menos, se refiere a las castas burguesas que están al frente del Estado y crearon una red que protege la corrupción articulando diversas instituciones.  El voto hacia Arévalo, en principio fue una crítica -expresada principalmente por sectores de la juventud- a estos sectores.

Sin embargo, en esta intentona, las élites corruptas y autoritarias actuaron con torpeza, si algo se ha posicionado en las ideas de la sociedad guatemalteca es el vínculo entre la candidatura de Arévalo y la defensa tanto de los votos críticos del sistema como un “representante de la democracia” opuesto al pacto de corruptos y las castas que detentan el control del Estado. Se espera que Semilla tenga un voto “masivo” para la segunda vuelta en agosto.

Lo cual, vuelve a dejar en el aire cual va a ser la salida que intentará tomar la burguesía ¿Imponerse mediante la represión y la fuerza? ¿Dejar que gane Arévalo y llevar ese gobierno a la “ingobernabilidad”? Este proceso trae a colación la discusión respecto a las conquistas democráticas en la región centroamericana: muchas están cediendo frente al autoritarismo, como demuestran los casos de El Salvador y Nicaragua.

En Guatemala misma, existe persecución a jueces vinculados a investigaciones de corrupción muchos de los cuales se han exiliado; hay censura y persecución a la prensa, el caso con más resonancia es el de José Manuel Zamora, quien dirigía El Periódico y, en este momento, está encarcelado por cargos de lavado de dinero -con un juicio anómalo donde no lo dejaron presentar una defensa.

Esta es una discusión que no se va a resolver en la “institucionalidad” y, al igual que la corrupción, es necesaria enfrentarla impulsando la organización desde abajo, de la clase trabajadora, la juventud y las mujeres contra las medidas reaccionarias y corruptas que sostienen sectores de la burguesía. En ese sentido, es necesario que se crezca la organización popular en Guatemala en defensa del resultado electoral, para exigir que se respete el derecho a decidir libremente del pueblo chapín y que no sea la burguesía quien imponga desde arriba sus candidaturas.

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí