En el mes de mayo hubo dos movilizaciones a propósito del grave problema de pagos y de nombramientos que, desde hace casi cuatro meses, afecta el pago parcial o total de miles de personas trabajadoras del Ministerio de Educación Pública.

Ante esta problemática, la dirigencia burocrática de APSE (de la tendencia Honestidad) ni pica la leña, ni presta la pala. No organizó ninguna protesta al respecto y, por el contrario, le hizo el juego al nuevo gobierno funcionando como muro de contención que impidió la movilización de su afiliación. Aunado a eso, recientemente amedrentó a dirigentes de las directivas regionales 02, 07 y 15 por su apoyo a las movilizaciones del 17 de mayo y 2 de junio en San José, acusándolos de utilizar la estructura del sindicato por impulsar luchas no apoyadas por la Junta Directiva ni el Consejo Nacional de APSE.

De esta forma, la tendencia Honestidad procura que nadie de la afiliación se salga de su línea y, bajo esta lógica, quién lo haga se expone a la persecución política dentro del sindicato. Este tipo de acciones emulan el estilo represivo de los capataces de las fincas bananeras y patrones de la empresa privada que amenazan y despiden a las y los trabajadores que luchan por mejores condiciones laborales. 

Hacemos un llamado a la afiliación apsina a la solidaridad; es preciso exigir el cese de cualquier amenaza o sanción contra las y los dirigentes regionales y personas que lucharon para solucionar el problema de pagos y de nombramientos, lo cual no hizo la dirigencia nacional de Honestidad. Todas esas personas tienen una amplia trayectoria de lucha en el sindicato y su accionar fue consecuente con eso, pues los sindicatos tienen sentido en tanto sean una herramienta para organizarnos por mejores condiciones laborales y enfrentar los ataques contra el pueblo trabajador por parte del gobierno y los grandes empresarios. 

La democracia en APSE debe ser un baluarte, sobre todo en momentos de ataques y amenazas de los neoliberales contra el conjunto de la clase trabajadora.