Israel bombardeó este jueves el sur del Líbano tras haber interceptado una tanda de cohetes lanzados desde esta zona hacia sus territorios ocupados. Se desconoce el número de muertos o heridos y la tensión viene escalando dadas las provocaciones de los días anteriores en Jerusalén.

“Un cohete fue lanzado desde Líbano hacia el territorio israelí y fue interceptado con éxito”, declaró el ejército israelí. Luego la Agencia Nacional de Información informó que la artillería israelí lanzó “varios proyectiles desde sus posiciones en la frontera” contra dos pueblos del sur del Líbano. Hasta ahora nadie reivindicó el ataque. Netanyahu declaró que evaluará la situación de la “seguridad”.

Sube el tono de las provocaciones guerreristas

Esta escala remite en lo inmediato a los hechos represivos ocurridos en Jerusalén durante los últimos días del Ramadán (mes de celebraciones islámicas). Desde el 22 de marzo la policía israelí desalojó violenta y sistemáticamente a palestinos en la explanada de la Mezquita de Al Absa (Jerusalén). Sólo el miércoles hubo 350 detenidos y 37 heridos.

Es importante remarcar que la explanada de las Mezquitas en Jerusalén es el tercer lugar santo del Islam, un desalojo en este lugar y en estas fechas solo podría tener la intención de provocar. Tras lo ocurrido se sucedieron una serie de disparos de cohetes desde Gaza que fueron respondidos con bombardeos por parte del sionismo.

Además, Hezbollah advirtió que apoyaría “todas las medidas” que tomen las organizaciones palestinas contra Israel tras los enfrentamientos. “Hezbollah denuncia enérgicamente el asalto de las fuerzas de ocupación israelíes a la explanada de la Mezquita de Al Aqsa y sus agresiones a los fieles”, comunicó la organización chiita.