• Pfizer llegó a un acuerdo con la OMS para fabricar el genérico de una píldora contra el COVID en cien países, dejando afuera la mitad del mundo. ¿La razón? Las ganancias, como siempre.

Rafael Ramirez

“A estas alturas, el mundo sabe que, si de verdad queremos controlar esta pandemia, debe garantizarse el acceso a las herramientas médicas contra el coronavirus a todo el mundo, en todas partes” expresó la organización Médicos Sin Fronteras, refiriéndose al nuevo acuerdo de Pfizer con la Organización Mundial de la Salud, para liberar las patentes de la nueva píldora contra el Covid-19 a países de bajos ingresos.

Países en los que el Covid-19 hizo estragos como Brasil en donde la pandemia está lejos de terminar, no tendrán acceso a la patente de la píldora de Pfizer. Según el laboratorio, el objetivo es hacerles llegar la posibilidad de fabricar las pastillas a los países con ingresos medios y bajos para poder combatir la expansión del virus y de nuevas cepas.

Esta actitud, contrasta completamente con la desarrollada por ese mismo y otros laboratorios en relación a la comercialización de las diferentes vacunas contra el COVID. Solo el 1% de la producción de las vacunas de Pfizer fueron destinadas a los países pobres.

En este caso, la corrección de la orientación por parte del laboratorio tiene el sentido de evitar la posibilidad del desarrollo de mutaciones y cepas nuevas que pongan en cuestión el efecto de los antivirales y, a la vez, garantizar las ganancias provenientes de la compra de pastillas por parte de las poblaciones de los países que tengan posibilidades de hacerlo.

Ahora bien, Alemania y Argentina tienen una capacidad muy distinta de proveer a su población con la pastilla, lo mismo China y Uruguay o Suiza y Colombia. El resultado de esta decisión sigue siendo el mismo: se le da ventaja al COVID-19 por el simple hecho de que Pfizer siga lucrando con la pandemia como lo viene haciendo.

¿Para qué países se liberarán las patentes?

Afganistán, Angola, Argelia, Armenia, Bangladesh, Belice, Benín, Bután, Bolivia, Botsuana, Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, Camboya, Camerún, Chad, Comoras, Congo, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Yibuti, Egipto, El Salvador, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Eswatini, Etiopía, Gabón, Gambia, Georgia, Ghana, Guatemala, Guinea, Guinea-Bissau, Haití, Honduras, India, Indonesia, Irán, Jordania, Kenia, Kiribati, Corea del Norte, Kosovo, Kirguistán, Laos, Lesotho, Liberia, Madagascar, Malawi, Malí, Mauritania, Micronesia, Moldavia, Mongolia, Marruecos, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nepal, Nicaragua, Níger, Nigeria, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, Ruanda, Samoa, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sierra Leona, Islas Salomón, Somalia, Sudáfrica, Sudán del Sur, Sri Lanka, Sudán, Siria, Tayikistán, Tanzania, Timor-Leste, Togo, Tonga, Túnez, Uganda, Ucrania, Uzbekistán, Vanuatu, Venezuela, Vietnam, Yemen, Zambia, Zimbabwe.

Los contagios, los fallecidos y las restricciones no terminaron y hay quienes siguen jugando con nuestra salud por el simple hecho de seguir alimentando sus cuentas bancarias. Es necesario poner el conocimiento científico y los descubrimientos al servicio de la humanidad, es hora de liberar todas las patentes.