Se trata de decenas de documentos que revelan informes de la inteligencia estadounidense respecto a temas tan sensibles como la guerra en Ucrania, así como el espionaje a países aliados como Israel o Corea del Sur.
Según lo que se sabe hasta ahora, la documentación habría sido publicada en el mes de enero en un servidor de Discord que agrupaba a un número reducido de usuarios. Luego comenzó a filtrarse de manera masiva a través de otras redes como Telegram y Twitter, durante el pasado mes de marzo. Es decir que la información circuló durante más de dos meses en la web antes que el gobierno de EE.UU. detecte la filtración.
La Casa Blanca ha negado la veracidad de algunos de los archivos, que calificó de «manipulados», pero también ha admitido que otros parecen ser genuinos. Por ahora, no ha trascendido cómo pudo haberse filtrado material tan sensible para la política exterior estadounidense, parte de ellos clasificados como de alto secreto, el rango más alto de clasificación al que sólo tienen acceso los funcionarios de más alto nivel.
Ucrania bajo la lupa
En lo que refiere al contenido de los papeles, el contenido más significativo trata de la guerra entre Rusia y Ucrania. Más precisamente, la inteligencia de EE.UU. pone en duda la capacidad y recursos con los que cuenta actualmente Ucrania para llevar adelante la contraofensiva que estaría preparándose durante la primavera.
Según las estimaciones del Pentágono reveladas en estos documentos, la reserva de misiles clave S300 de origen soviético en poder de Ucrania se agotaría para fines de mayo, lo que de ser ciertos pone serias dudas sobre la capacidad real de Ucrania de lanzar la contraofensiva.
También se habla de «dificultades» por parte de Ucrania para conseguir «tropas, municiones y equipos» y se concluye que lo más probable es que la guerra en el Donbás continúe en un punto muerto durante todo 2023.
Aunque el gobierno ucraniano no da crédito a estos documentos, fuentes citadas por el medio estadounidense CNN aseguraron que los altos mandos ucranianos debieron cambiar parte de su estrategia de cara a la próxima contraofensiva. Además, Kiev había ya manifestado públicamente su preocupación por el suministro de armamento y munición semanas atras.
Otro documento afirma que EE.UU. espía al presidente ucraniano Zelensky. Se trata de algo que no debería sorprender, pero que deja expuesto al gobierno de Kiev y debilita las relaciones en un momento muy complejo. El informe revela que Zelensky viene sugiriendo hace tiempo utilizar drones para realizar ataques sobre territorio ruso, lo que podría significar una fuerte escalada en la guerra si se realizara.
Más aliados espiados
Otros fuertes aliados de EE.UU. también estarían siendo espiados por la inteligencia del Pentágono, tanto en relación con su papel con la guerra en Ucrania como por cuestiones internas.
Uno de ellos es Corea del Sur, del que se revela que habría recibido presiones por parte del propio gobierno yankee por enviar suministros militares a Ucrania, algo que va en contra de la política del país de no enviar armamento a países en guerra.
Las escuchas a altos mandos del gobierno surcoreano indican que, para intentar responder al pedido de EE.UU., el país asiático evaluó enviar armas a Polonia, como una forma de aparentar mantenerse fiel a su política exterior, aunque de hecho esas armas irían a parar a Ucrania.
Otro dato interesante que arrojan los documentos tratan de Israel, otro histórico aliado de Estados Unidos. Luego de las masivas protestas contra la reforma judicial impulsada por el gobierno de Netanyahu, EE.UU sugiere que las mismas fueron promovidas por el Mossad, el servicio de inteligencia israelí. La filtración produjo una dura respuesta por parte de las autoridades del país sionista.
Más allá de posibles dudas sobre la veracidad de algunos documentos, la filtración revela la preocupación yanqui por la situación en Ucrania que está lejos de estar controlada, más allá de los apoyos y respaldos públicos. Como así también la preocupación por la inestabilidad política y las movilizaciones populares en lugares que EE.UU. considera de importancia estratégica, como Israel.
