Artículo original en francés en Socialisme ou Barbarie. Traducción de Lucía Bohumin. 

Nuevos sectores se suman al paro por pensiones y salarios, mientras que otros actores se reactivan. Si las movilizaciones de la última semana parecían de menores proporciones, la lucha toma forma de maratón con carrera de relevos.

Los recolectores de basura se declaran en huelga en muchas ciudades como para continuar el ejemplo de la larga huelga de los recolectores de la región de París y alrededores, y el número de surtidores sin combustible da cuenta de la cantidad de trabajadores en paro en las refinerías. La juventud ha regresado de lleno en las últimas semanas y su lucha ya está dando frutos: el Gobierno ha anunciado la postergación de la generalización del Servicio Nacional Universal y el aumento de las becas, para actualizarlas con respecto a la inflación. El Estado da cuenta con estos pequeños gestos de la preocupación que le genera el nivel de movilización de la juventud, que no está limitada por la política de huelga a cuentagotas de la intersindical. La debilidad del gobierno también se deja sentir en su recurso sistemático a la violencia, que preocupa incluso a la clase dirigente burguesa internacional.

La intersindical mantiene su estrategia: ¡Hay que desbordarla!

Sin dar de baja su estrategia tan poco eficaz, la intersindical había fijado la próxima jornada de huelga nacional para el jueves 6 de abril. Es una fecha lejana, fijada diez días antes. Desde hace semanas, la Intersindical intenta llamar al diálogo, a la consulta ciudadana o incluso a la mediación con el gobierno. En este sentido, los dirigentes sindicales aceptaron la invitación de la Sra. Borne para abrir un diálogo en Matignon el 5 de abril. Pero no hay nada que negociar. El mandato de la calle es claro: ¡huelga general hasta la que se retire de la reforma!

Por su parte, la movilización de la intersindical parece haberse tomado su entretiempo de descanso por el Congreso de la Confederación General del Trabajo (CGT), que por primera vez designó a una mujer, Sophie Binet, a su cabeza. Mientras tanto, las luchas continuaron, como la concentración de Sainte-Soline que reunió el fin de semana pasado 30.000 manifestantes. Una parte de los basureros de Marsella y los trabajadores del incinerador de Fos entraron en huelga la semana del 20 de marzo, por ejemplo. En Bouches-du-Rhône, la refinería Petroineos de Lavera todavía está completamente parada. Los trabajadores de la Refinería Total Energies de Gonfreville-l’Orcher prorrogaron la huelga el jueves por al menos cuatro días. Esta refinería abastece a la región parisina. Gravenchon y Donges también están en huelga, así como en la mayoría de los demás lugares de trabajo.

La necesidad de superar la estrategia del intersindical se hace cada vez más evidente para muchos trabajadores y trabajadoras, y el movimiento juvenil lo ha comprendido bien. El 16 de marzo los estudiantes habían tomado la iniciativa de una jornada de movilización de la Sorbona en la Concordia, una fecha importante justo al día siguiente de una jornada de huelga nacional para relanzar el movimiento cuando el gobierno acababa de desenfundar el infame artículo 49.3.

Esta vez, la Coordinación Nacional Estudiantil (CNE), que reunió a 45 universidades de toda Francia este fin de semana en París, llama a movilizarse el martes 4 de abril a los estudiantes de secundaria, de educación superior y a todes les trabajadores. La CNE demuestra su capacidad de organización de la juventud por encima de la intersindical: este es el tipo de órgano que necesitamos para ganar esta batalla.

Un gobierno arcaico y violento: ¡todo eso a la basura!

Si el gobierno parece haber intentado calmar a la juventud con la prórroga de la generalización del Servicio Nacional Universal, es tiempo de decir que ni ahora ni nunca la juventud aceptará ser reclutada para la militarización de Europa.

Sin embargo, el Estado no parece interesarse por el bienestar de la juventud en su propio territorio, como ponen de manifiesto las violaciones a manifestantes a manos de la policía en Nantes. Una de las manifestantes de AESH (Acompañante de estudiantes con discapacidades) perdió el pulgar de la mano atacada por una granada en Rouen. También hay manifestantes con las costillas rotas por los golpes de la policía: así es el intento del gobierno de sembrar el terror para que la gente se quede en su casa.

La brutalidad institucional ilustrada por el 49.3, sumada a la violencia de Estado y su régimen de terror en la calle, la voluntad de inculcar el patriotismo con el Servicio Nacional Universal y el aumento del presupuesto del ejército en miles de millones, configuran las premisas de un Estado que sueña con volverse totalitario, al servicio integral del capitalismo.

El gobierno está dispuesto a todo para sacar la atención de la lucha por las jubilaciones. Darmanin sale las páginas del Journal du Dimanche con su verso de “Rehusarse a ceder al autoritarismo intelectual”. Quiere mostrar a los militantes de izquierda como terroristas, mientras que su política represiva es condenada en todo el mundo, mientras que su policía arroja granadas de desgarga a las cabezas de los manifestantes. La cifra de Darmanin en Sainte-Soline donde tuvo lugar una manifestación ecologista contra la megaminería: dos jóvenes en coma. La ecología y el diálogo no son los puntos fuertes del gobierno. ¿Qué será del feminismo?

Marléne Schiappa, la secretaria de Estado encargada de la Economía social y solidaria y de la “Vida Asociativa” posa en la portada de la revista Playboy. Mientras tanto, las asociaciones de acompañamiento a mujeres víctimas de violencia luchando, sin el presupuesto necesario.

La reforma de las pensiones, si se aplica, afectará gravemente a las mujeres. Pero la visión arcaica del gobierno neoliberal es que una mujer sigue siendo una mujer y que antes que nada está ahí para entretener a los caballeros.

El gobierno ya no sabe qué hacer: ¡sigamos hasta la victoria!

El uso sistemático de la violencia y el recurrir a divertimentos ridículos traicionan la derrota del gobierno. La construcción del movimiento en la juventud, la coherencia entre las luchas sociales y ecológicas, la unidad de las trabajadoras y los trabajadores en la huelga darán sus frutos. ¡Nuestra determinación puede hacernos ganar! Queremos mucho más que la jubilación completa a los 60 para todes. Esta movilización es un valioso espacio de debate para dejar de trabajar y poder reflexionar juntos sobre la sociedad que queremos, y sobre la estrategia que podemos utilizar para llevarla a cabo. ¡Reunámonos en las asambleas generales de las universidades, en las Asambleas Generales interprofesionales, en los piquetes de huelga, y digamos ¡presente! en todas las fechas propuestas por la juventud y les trabajadores para poner fin a esta pesadilla capitalista!