• Lo que se puede decir de los votos del PSOL y de Boulos, es que ambos crecieron muchísimo, pero en niveles diferentes. Obviamente la figura de Boulos trascendió mucho más, y fue frecuente el corte de boleta entre prefecto y concejales. En cuanto a Boulos, es evidente el avance entre la anterior elección de 2018, y la segunda vuelta de las municipales de 2020, donde la visibilidad aumentó exponencialmente, y eso hizo crecer también al PSOL. De 617 mil votos en 2018,hubo 1 millón en la primera vuelta y más de 2 millones para la segunda.

Martín Camacho

Quedó claro, después del domingo 29, que fue la superación del bolsonarismo en primera instancia. La gran derrotada fue la política ultra reaccionaria del gobierno nacional, exponiendo que las medidas radicalizadas de la derecha no transcienden más allá del proceso electoral de 2018. Pero, el PT también sale como perdedor en el balance de las elecciones. Es la primera vez que el PT no consigue ninguna prefectura(jefatura de gabinete/intendencia) en las capitales desde 1985. En tanto la gran diferencia fue la figura de Guilherme Boulos, junto con el PSOL, que ahora se presenta como la tendencia de izquierda para los próximos embates políticos en el país.

Además de ganar la prefectura en Belém, el PSOL pasó a la segunda vuelta en la disputa por la prefectura de San Pablo, atrayendo a millares de personas, en general jóvenes -aunque algunos no tanto–, que vuelven a creer que las cosas se pueden cambiar. La prueba está en que las encuestas mostraban para la primera vuelta, un 8% de votos para Boulos, que alcanzó la marca de 35% de los votos válidos, avanzando hacia la segunda vuelta, y terminando esta con más de un 40%. Aún con un fuerte crecimiento, no ocurrió la victoria del psolista, contra el aparato tucano que gobierna el estado y la ciudad dela forma más inescrupulosa posible, ocultando la pandemia hasta el último momento y mintiendo a través de fake news, como intento de desmoralizar la campaña de Boulos, y seguir privatizando todo lo que puede ser puesto a la venta, como lo anuncian hoy los diarios. De esa forma, un día después de las elecciones,el gobernador Doria decreta el endurecimiento de las medidas de aislamiento social nuevamente, evidenciando que esperaban la finalización de las elecciones para retomarlas medidas, con miedo de que esto perjudicase la elección de Covas para la prefectura de San Pablo.

Un análisis de los votos

Lo que se puede decir de los votos del PSOL y de Boulos, es que ambos crecieron muchísimo, pero en niveles diferentes. Obviamente la figura de Boulos trascendió mucho más, y fue frecuente el corte de boleta entre prefecto y concejales. En cuanto a Boulos, es evidente el avance entre la anterior elección de 2018, y la segunda vuelta de las municipales de 2020, donde la visibilidad aumentó exponencialmente, y eso hizo crecer también al PSOL. De 617 mil votos en 2018,hubo 1 millón en la primera vuelta y más de 2 millones para la segunda.

Pero estos votos no fueron a parar a los candidatos a concejales. Se comprueba el voto cruzado de elegirá candidato a prefecto de un partido y un concejal de otro. Figuras como Suplicy (PT), que fue el candidato a concejal más votado con 167 mil votos, es la expresión de como el voto estuvo dividido.

Aquí podemos ver el peso real de cada partido, distribuidos los votos geográficamente. Podemos sacar dos conclusiones de esa representación. La primera es que las candidaturas del PSOL no están instaladas entre las clases populares de trabajadores, aspecto que debe ser trabajado en las diferentes categorías. Los votos para los concejales llegaron a 444 mil votos menos que los votos de la candidatura a prefecto.

La segunda es con relación a la segunda vuelta, que cambia mucho cuando se ve el gráfico de esta fase para prefecto, yes posible observar que la conjunción entre el PSOL y PT,se aproxima al resultado de las elecciones de 2018,cuando se enfrentaron Bolsonaro y Haddad. Por lo menos regionalmente aún persiste el mismo clima político polarizado entre dos alternativas. Porcentualmente también fue el mismo margen de votos, salvando que la tasa de abstención esta vez fue un poco más alta, rondando el 30%, en parte por el Covid-19.

Una campaña militante y en las calles

Lo que demostró la campaña de Boulos fue una disposición de millares de personas a movilizarse por algo en lo que creían. Lo vimos en las calles todos los días que salíamos a hacer campaña,el apoyo era constante en todos los rincones de la ciudad.

Para muchas de las personas, era la primera vez que hacían campaña por algún candidato, una renovación de la política se sentía en la juventud que, comprometida, consiguió convencer a millares de personas que el camino era correcto y que no había que tener miedo. Obviamente que enfrentar el tucanato no era tarea fácil. El actual prefecto gastó seis veces más, de acuerdo con el Tribunal Superior Electoral (TSE), en su campaña en relación a la del PSOL. Osea, el financiamiento de los tucanos por empresas es evidente, además de poner todo el aparato ideológico a su favor, como una prensa que transmitía los intereses de la ideología dominante. Causando miedo con una campaña llena de mentiras, el “batacazo”terminó no concretándose. Aún así, los más de 2 millones de votos no pueden ser ignorados.

Boulos se convierte así en una nueva figura de la izquierda. Con sus problemas, esto debe hacernos evitar firmar un cheque en blanco a la derecha, para que esto no se traduzca en una nueva referencia nacional que luego se convierta en otro aplacador de revueltas, lo que puede encerrar sus peligros dentro del PSOL. En palabras de Boulos: «Lo que nuestra campaña mostró es que es posible una articulación y una unión de figuras del campo de la izquierda que estaban distanciadas hasta aquí.» El problema es que esos votos a los que llama, abren peligrosamente el abanico, posibilitando que los partidos del orden después vengan a reclamar su parte, comprometiendo la independencia política del PSOL.

Hablamos concretamente del peligro de conformar un frente amplio con sectores de la burguesía, que disuelva el programa anticapitalista. Las tendencias contrarias a esta visión, llevarían cada vez más a una adaptación al régimen burgués imperante. Por eso es necesario tener el máximo cuidado con la incorporación de ciertos sectores políticos para fines electoralistas. Habíamos advertido al comienzo de la campaña delas alianzas que el PSOL intentaba promover con el PT en las capitales, y que finalmente fueron descartadas. Aunque al interior de los estados (provincias)las cosas quedaran más difusas.

Por otro lado, quedaron los necios que exageraron la realidad que se presenta como parte de un nuevo desafío -dar una respuesta de clase a los trabajadores.No era esta vez la ocasión para saltar sobre el muro frente a la elección, como hicieron algunos grupos de la izquierda, o más aún, algunos llamaron al voto nulo, encerrados en un ultraizquierdismo, que nada contribuye a la lucha,y que lleva agua a la reacción de derecha, juntándose al final en un mismo discurso.

Desde ahora lo que resta es seguir construyendo organizaciones de base en todos los lugares de trabajo y de estudio para tener más capilaridad en diferentes sectores de la población. El impulso que dio a la juventud tiene que ser aprovechado para fortalecer al PSOL y construir una consciencia de que tiene que estar más presente en los momentos de lucha, como las huelgas y las acciones en las calles, no sólo esperar dos años más para movilizarse nuevamente.

Traducido del portugués por Luz Licht