Más de 11.000 escritores de todo Estados Unidos se lanzaron a la huelga desde la madrugada de este martes, contra los bajos salarios y las malas condiciones laborales.

Se trata de miles de trabajadores de la industria audiovisual agrupados en el Writers Guild of America (WGA), que convocó la huelga luego de seis semanas de negociaciones con las principales empresas, entre las que se encuentran las más importantes productoras de cine y TV, pero también los servicios de streaming, como Netflix o Prime Video.

La huelga se lleva adelante por tiempo indefinido, hasta que las empresas atiendan las demandas de los trabajadores. La mayoría de estos reclamos están relacionados con los profundos cambios que sufrió la industria en los últimos años, marcados por el ascenso de la era de las plataformas, que exigen una cantidad inusitada de producciones anualmente, que se suman a las de cine y TV.

Según comunicó el sindicato, una de las principales demandas es “reconocer y corregir la forma en que el streaming ha afectado el trabajo, la compensación y las condiciones laborales de los escritores”. Sucede que en la era del streaming las empresas obtienen ganancias milmillonarias mientras que la participación de los escritores en las regalías es mínima. Además, como las plataformas no hacen pública la cantidad de visualizaciones de cada producción, se exige que se establezca un mecanismo que garantice la transparencia para que los trabajadores obtengan la participación que les corresponde.

Esto se combina con peores condiciones de trabajo, equipos de escritores más pequeños que deben trabajar con tiempos cada vez más acotados, según exige la frenética competencia de las plataformas por tener siempre nuevas películas y series que ofrecer.

Mientras antes de la era del streaming, los espectadores podían ver a lo sumo un capítulo por semana de su serie favorita, ahora pueden «devorarse» toda una temporada en sólo una noche. Esto le impone a las compañías un muchísimo mayor ritmo de producción, que se lo traslada a sus trabajadores.

“Durante la última década, las empresas adoptaron prácticas comerciales que redujeron drásticamente nuestra compensación y socavaron nuestras condiciones de trabajo. Estamos pidiendo restaurar el salario y las condiciones de los escritores para reflejar nuestro valor para esta industria. La supervivencia de nuestra profesión está en juego”, indicó el WGA.

Cuando se cumplían las primeras 24 horas de la huelga, algunos programas que se emiten diariamente (los clásicos ‘late night shows’ muy populares en EE.UU.) debieron suspender sus transmisiones o emitir episodios anteriores. Depende cuanto sea la duración de la huelga, el estreno de decenas de películas y series podría tener que ser postergado.

Las fallidas negociaciones convocaron de un lado al WGA y del otro a la Alianza de Productores de Cine y Televisión, una cámara comercial que agrupa a las principales empresas de la industria, de la que también participan empresas como Netflix, Amazon Prime y Disney.

Otro reclamo de importancia tiene que ver con el potencial impacto que la Inteligencia Artificial puede llegar a tener en el trabajo de los guionistas. Algunas productoras ya están realizando las primeras pruebas de guiones de películas escritos integralmente por una IA.

Esto no sólo pone en juego miles de empleos, sino que es utilizado por las empresas para exigirle a los escritores mayor productividad (siempre bajo la amenaza de ser desplazados por la IA).

Los trabajadores reclaman que se regule el uso de las IA en la industria, de manera que se protejan los salarios y las condiciones laborales de los guionistas. El sindicato ha calificado la situación como una «crisis existencial» para los escritores.

En 2007, el gremio llevó adelante una huelga que duró más de 100 días y paralizó todas las producciones de Hollywood. Se calcula que la industria perdió más de 2.000 millones de dólares.