• A pesar de reprimir las decenas de movilizaciones que se realizaron en las ciudades “mixtas” de Israel y en Cisjordania, la huelga de palestinos tuvo un impacto internacional y logró una unidad histórica.

Renzo Fabb

La jornada de ayer estuvo marcada por una histórica huelga general que unificó a millones de palestinos de Cisjordania, Gaza e Israel. En muchos lugares la huelga estuvo acompañada de movilizaciones exigiendo el alto a la matanza que Israel está perpetrando en Gaza y a la persecución y hostigamiento a los Palestinos en el interior de Israel y en Cisjordania.

Imágenes de la histórica #huelga general #palestina en #Israel, #Gaza y #Cisjordania. pic.twitter.com/nA0C7LM9iG

— Izquierda Web CR (@izquierdawebcr) May 19, 2021

A pesar de que muchas de esas movilizaciones fueron pacíficas, el gobierno de Netanyahu respondió con una brutal represión que dejó varios muertos y decenas de heridos.

En Jerusalén, la movilización de decenas de Palestinos estaba llegando a la Puerta de Damasco, en la Ciudad Vieja, cuando sin mediar palabra la Policía comenzó con gases lacrimógenos y balas de goma, como se pudo apreciar en videos subidos a las redes sociales. Hubo decenas de detenidos, a pesar de que la protesta se realizaba de manera pacífica.

La represión también se extendió al campo de refugiados de Shuafat, en las afueras de Jerusalén, donde fueron asesinados cuatro Palestinos y se registraron 202 heridos, nueve de ellos de gravedad.

También hubo movilizaciones y represión en Sheikh Jarrah, el barrio árabe de Jerusalén Este que alberga a decenas de familias palestinas que el Estado de Israel intentó desalojar y que fue el detonante de esta nueva escalada en el conflicto que ya lleva nueve días.

En Ramala, Cisjordania, fue uno de los lugares donde la movilización fue multitudinaria. Desde primeras horas de la mañana, los comercios y el transporte público amanecieron paralizados, y poco tiempo después miles de personas comenzaron a concentrarse en el centro de la ciudad. Allí, las fuerzas de ocupación israelíes también reprimieron las protestas y asesinaron a dos ciudadanos palestinos.

Una parte de la movilización en Ramala se trasladó hasta Beit El. Se trata de un asentamiento de ocupación ilegal israelí en Cisjordania, donde se encuentran una de las principales oficinas de las fuerzas de ocupación. Al acercarse la movilización, el ejército israelíes abrió fuego directo con balas de plomo contra los manifestantes. También en la ciudad de Belén hubo heridos por la represión policial de fuerzas sionistas.

A pesar de la violenta respuesta por parte del Estado genocida de Israel, la huelga tuvo un impacto inmenso al interior de Israel y a nivel mundial. El dato político fue que detrás de la huelga se alineó toda la población palestina de diferentes regiones, luego de años de fragmentación forzada por la ocupación israelí y la especulación política de los partidos burgueses como Al Fatah o los grupos islamistas.