La noche europea se sacudió hace unas pocas horas luego de que se reportara que dos presuntos cohetes rusos cayeron sobre Polonia, causando la muerte de dos personas.

Según informó la agencia AP y medios locales polacos, se produjeron dos explosiones en la ciudad de Przewodow, a sólo 65 kilómetros de la frontera con Ucrania. Las fuentes indican que se trataría de misiles rusos perdidos.

El hecho adquiere una gravedad notoria al tratarse de un ataque sobre territorio de la OTAN. El organismo de defensa convocó a una reunión de emergencia para evaluar la situación.

Las explosiones se dan en el contexto en que Rusia lanzó una serie de ataques con misiles en diversas zonas de Ucrania, incluida Kiev, con el objetivo de dañar la infraestructura energética. Los ataque se dan luego de que Ucrania logre reconquistar la estratégica ciudad portuaria de Jersón, ocupada por los rusos desde marzo.

De confirmarse que las explosiones en Przewodow fueron causadas por cohetes rusos, Polonia podría invocar al artículo 5, que compromete a los miembros de la alianza a una respuesta militar común en caso de que sea atacado el territorio de cualquiera de sus miembros.

Polonia y otros países de la OTAN del este europeo se han declarado en alerta máxima y han convocado a reuniones urgentes de sus organismos de seguridad nacional. Entre ellos Hungría, Estonia y Letonia.

Prudencia y tensión

El Pentágono, por su parte, ha declarado que no ha podido todavía corroborar la información, tratando de descomprimir los niveles de tensión que significarían admitir un ataque ruso contra territorio de uno de sus aliados. Rusia, por su lado, habló de «provocación» para justificar una «mayor escalada».

Según indican los medios locales, lo más probable es que se trate de restos de misiles rusos derribados por las fuerzas ucranianas.

Más allá de que eso sea lo más probable y que no haya sido un ataque deliberado de Rusia sobre Polonia, el hecho refleja la frágil estabilidad europea marcada por la guerra. Una derrota categórica de Rusia podría desestabilizar aún más la situación, por lo que algunos sectores del imperialismo están presionando por el establecimiento de una mesa de negociaciones para terminar la guerra lo más pronto posible.