La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, denunció este martes un intento de atentado contra su vida, que no llegó a ejecutarse.

Según expresó en sus redes sociales, la seguridad de la vicepresidenta encontró un artefacto con más de 7 kilos de material explosivo en uno de los caminos que conduce a su residencia familiar.

El artefacto fue desactivado de manera controlada por personal especializado.

No es la primera vez que Márquez sufre un intento de asesinato. En 2019 sufrió un ataque con granadas y fusiles por su labor como activista ambiental en el departamento de Cauca, donde aún reside. Cauca es una de las zonas más golpeadas por el narco y los paramilitares en los últimos años.

Según la agenda oficial de la vicepresidenta, estaba previsto que transite por el lugar donde se encontró el explosivo durante los días 7, 8 y 9 de enero.

Por el momento, no se brindaron precisiones acerca de posibles sospechosos detrás del intento de atentado. Sin embargo, se presume que puede estar relacionado con las recientes negociaciones y tensiones entre el gobierno y grupos armados en el interior de Colombia.

Los grupos armados de extrema derecha, vinculados en general al narco y a los intereses empresarios, asolan el país desde hace décadas. El asesinato de activistas es cosa de todos los días en manos de las bandas armadas amparadas sobre todo por el poderoso uribismo. Y, pese a que el gobierno de Petro y Francia Márquez no ha tocado ninguno de los intereses que esas bandas protegen, éstas lo sienten como hostil y hasta enemigo.