La autonomía universitaria bajo ataque

Los ataques de Chaves entremezclan el debilitamiento del financiamiento y proyectos de ley que quieren colocar a las universidades bajo la tutela del gobierno.

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En lo que llevamos del año, el gobierno ha embestido en varias ocasiones en contra de la educación superior, primero recortó el FEES durante las pasadas negociaciones y ahora busca pasar proyectos de ley en contra de la autonomía universitaria.

Para abarcar este tema es importante primero mencionar la Reforma de Córdoba, en 1918, donde una lucha estudiantil por la democracia y la libertad de cátedra culmina en la “aceptación de la democracia interna de las universidades, frente al dominio que tenía la oligarquía y los resabios del colonialismo español. Se exigía contar con universidades públicas que respondieran a la sociedad en su totalidad y que no privilegiaran los intereses de determinados grupos o sectores” (1).

La autonomía universitaria es una conquista histórica del movimiento estudiantil, desde los inicios de esta lucha se plantea un marco de democratización universitaria, libertad de cátedra y de accesibilidad a estas instituciones por parte de las y los hijos de las personas trabajadoras. La autonomía universitaria entonces se plantea como una respuesta en contra de regímenes con intereses burgueses y coloniales, con deseos de controlar las narrativas y los recursos académicos en pos de beneficiar exclusivamente a las clases dominantes. Estas son las principales corrientes antidemocráticas y autoritarias contra las que se luchó (y se ha seguido luchando hasta el presente) previamente a la Reforma de Córdoba.

Modelo “neoliberal” de la educación

Hoy los ataques de Chaves entremezclan tanto el debilitamiento del financiamiento como proyectos de ley que directamente quieren colocar a las universidades bajo la tutela del gobierno. Lo cual implicaría un retroceso en las conquistas obtenidas.

El presidente Chávez, en referencia a las recientes negociaciones proclama lo siguiente: “La negociación del FEES fue exitosa por que logramos reducir el monto del FEES en términos reales” (2). Durante este periodo de negociaciones él y su gobierno entraron de golpe con una propuesta inconstitucional de recortar un 22.9% (₡128 mil millones) al Fondo Especial para la Educación Superior (FEES). Con dicho enunciado, el presidente hace referencia a que solo se reconoció para el FEES 2023 un 1% de inflación cuando realmente se aproxima al 12%. Esto representa pérdidas acumuladas por ₡110.000 millones para las universidades estatales (cifra no muy alejada de los ₡128 mil millones que buscaban recortar de manera inconstitucional).

Aquella declaración del presidente demuestra sin ninguna vergüenza donde residen verdaderamente sus objetivos: este gobierno, con su política de recortes aprecia como un “éxito” que la educación pública tenga menos fondos, que muchos estudiantes no vayan a poder ejercer su derecho a la educación, que las jornadas de muchos profesores se vean amenazadas y que la acción social y la investigación se vean seriamente afectadas.

Estas son algunas de las consecuencias esperables del ataque injerencista al FEES. ¿Por qué se considera un éxito que tantas áreas vayan a sufrir efectos negativos e incluso regresiones y recortes? La respuesta yace en el modelo de educación neoliberal antidemocrático, que busca desde hace décadas no solo complacer las necesidades de un mercado internacional depredador, si no también silenciar a aquellas corrientes que cuestionan al sistema capitalista hegemónico. El gobierno considera el debilitamiento de las universidades públicas como una victoria ya que disminuye el alcance y la influencia de estos grupos que buscan cultivar en el estudiantado aptitudes cruciales como el pensamiento crítico y la formación humanista.

La visión neoliberal del presidente busca eliminar todas las conquistas sociales del país, y en el caso de la universidad, implica profundizar la mercantilización de esta. Lo cual, de seguir profundizándose, excluirá a cada vez más sectores trabajadores. El deseo de eliminar corrientes de pensamiento distintas a las propias a través de estas estrategias hostiles, refleja que el comportamiento del presidente tiene matices peligrosamente autoritarios aunque tampoco sería de extrañar, ya que no es la primera vez que amenaza directamente, o destituye a quienes no comparten su visión.

La creciente injerencia que busca tener este gobierno sobre las universidades públicas se evidencia también en el reciente proyecto de ley Reguladora del Fondo Especial para la Educación Superior (N°23.380), que también es inconstitucional. Atentando en contra del artículo 84 de la Constitución Política, esta ley permitiría la injerencia de 4 ministerios (Ministerio de Educación Pública, Ministerio de Hacienda, Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones) para “promover, fiscalizar y evaluar los resultados del financiamiento de la Educación Superior Universitaria Estatal, así como elaborar el Plan de Desarrollo de la Educación Universitaria Estatal” (3). Además, también propone que los excedentes de las universidades estatales pasen a la Caja Única del Estado.

Esta es, en su expresión más pura, un ataque directo y sin rodeos a la autonomía universitaria. Si este proyecto de ley se aprueba, el poder ejecutivo a través de estos ministerios conseguirá definir políticamente las agendas universitarias en función de los intereses particulares del empresariado y las clases dominantes que normalmente llegan a controlar el gobierno. Es así como buscan derrumbar el modelo de educación pública, ya que esto afectará directamente la oferta de carreras que se consideran peligrosas o inútiles por parte de las clases gobernantes (como por ejemplo artes, humanidades, letras o ciencias sociales) imponiendo un modelo de educación neoliberal enfocado en la producción de mano de obra para las grandes empresas transnacionales, poniendo los recursos del país en función de la acumulación de ganancias para unos pocos.

Estos ataques a la educación superior pueden ser considerados como un intento del Ejecutivo por “sacarse el clavo”, luego de que el movimiento estudiantil y de trabajadores de la universidad fuese el primer sector en obligarlo a retroceder con una medida de ajuste.

Estos mismos comportamientos y doctrinas contra los que lucharon los estudiantes latinoamericanos en las primeras décadas del siglo XX, para asegurar y proteger una educación superior democrática y justa, están amenazando nuevamente nuestro derecho al estudio, utilizando excusas como la demanda del mercado internacional, la eficiencia fiscal, la deuda externa, etc. Pero estas problemáticas es posible mitigarlas sin necesidad de atacar a las universidades públicas, a la cultura, al bienestar social, a la investigación científica, a nuestra educación, por ejemplo fortaleciendo los mecanismos que impiden la evasión y elusión de impuestos, proponiendo aranceles a las grandes ganancias sobre las actividades más lucrativas que gozan de enormes beneficios fiscales y exoneraciones, y que podrían utilizarse para financiar derechos como la educación, la salud, la vivienda, salarios dignos, alimentación adecuada, el cuidado de las personas en situaciones más vulnerables, etc.

En las pasadas negociaciones del FEES, vimos cómo el gobierno trajo una propuesta inconstitucional, no logró ejecutarla y, aun así, consiguió pasarle un recorte profundo al presupuesto de las universidades públicas a través del no reconocimiento de la inflación acumulada. Ahora observamos cómo el gobierno está realizando una propuesta inconstitucional de nuevo. Por eso, desde ¡Ya Basta! le hacemos un llamado al estudiantado para organizarnos en contra de los ataques contra la educación superior pública propinados por el gobierno neoliberal de Chaves. En especial contra este proyecto que ataca la autonomía universitaria, una conquista histórica del movimiento estudiantil, para que la universidad esten al servicio de la clase trabajadora, la juventud y las mujeres.

¡Que la crisis la paguen las grandes empresas y los ricos!


Referencias:

  1. Universidad de Costa Rica. Autonomía Universitaria. En: https://www.ucr.ac.cr/autonomia/
  2. Semanario Universidad. Rodrigo Chaves: “La negociación del FEES fue exitosa porque logramos reducir el monto del FEES en términos reales”. En: https://semanariouniversidad.com/universitarias/rodrigo-chaves-la-negociacion-del-fees-fue-exitosa-porque-logramos-reducir-el-monto-del-fees-en-terminos-reales/
  3. Semanario Universidad. Proyecto de Chaves permitiría injerencia de cuatro ministerios sobre universidades públicas. En: https://semanariouniversidad.com/universitarias/proyecto-de-chaves-permitiria-injerencia-de-cuatro-ministerios-sobre-universidades-publicas/

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