Saludo a la clase obrera, que es la que mueve el mundo

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Dedicamos estas líneas a las obreras y obreros que salen de sus casas cada día, producen todas las riquezas existentes y garantizan, en medio de la pandemia, que el mundo siga girando. A los y las trabajadores de la salud que dan la vida todos los días en la trinchera de lucha contra el coronavirus, a las y los trabajadores del transporte, a maestras, maestros y docentes, a los barrenderos y barrenderas, a las y los trabajadores de supermercados y comercios. En definitiva a todos aquellos y todas aquellas que con su actividad cotidiana, y aún con la degradación absoluta a la que son sometidos bajo este sistema capitalista podrido, ponen de relieve que nada funcionaría sin ellos y ellas.

Han pasado 134 años de la condena a muerte a 8 trabajadores que iniciaron su huelga un 1º de mayo en reclamo por la jornada laboral de 8 horas en EEUU y fueron culpados de una bomba colocada por un provocador estatal. Las y los trabajadores del mundo hemos asumido el 1º de Mayo como nuestro día internacional en conmemoración a “los Mártires de Chicago”. No ha pasado un día bajo el capitalismo que las y los trabajadores no se vean obligados a pelear por sus condiciones de vida.

Todo lo que funciona mal es absoluta responsabilidad de los capitalistas, sus representantes políticos y su Estado. Y, por el contrario, todo lo progresivo surge siempre desde las y los trabajadores que, aún sometidos a la degradación económica, social, física y moral, mueven el mundo y muchas veces logran rebelarse. Hoy contra las injusticias más inmediatas y mañana, como lo han demostrado históricamente, contra el sistema de conjunto, asumiendo el rol de representantes de todos y todas las y los oprimidos y explotados, incorporando a todos y todas bajo su bandera roja y junto a los partidos verdaderamente revolucionarios en la lucha por acabar con este sistema de opresión y explotación.

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