
En una nueva muestra de autoritarismo el presidente Rodrigo Chaves mostró sus ganas de cumplir su sueño de ser dictador. Aunque dijo que “no quiero ser dictador” en realidad sus acciones apuntan para el otro lado. Está fortaleciendo los cuerpos policiales que son el brazo armado del Estado ante la creciente conflictividad social. Además, dijo que si nos invade un ejército o un “grupo terrorista” sin duda aplicaría un Estado de excepción, el problema es que a los grupos sociales y a les luchadores sociales siempre nos tratan como “terroristas”.
Esto sucede solamente unos días después de amenazar con implementar un estado de excepción ante la ola de violencia que vive el país, por lo que ha tomado medidas punitivistas como presentar un proyecto de ley para desviar ¢3.100 millones de educación hacia la policía. Además, mostró su autoritarismo atacando a periodistas críticos recientemente y hasta a la jerarca del PANI la amedrentó en público.
Es un presidente prepotente que busca imponer sus ideas y refleja un contexto centroamericano de autoritarismo y bonapartismo creciente al estilo Bukele u Ortega, dónde se imponen medidas para encarcelar a los pobres mientras los corruptos y millonarios siempre quedan impunes.
La violencia es producto del sistema explotador y opresor capitalista, no se va resolver con más cárceles, ni con más policías, ni mucho menos con autoritarismo. Se resuelve destinando cada vez más recursos a la educación, salud, cultura, vivienda, alimento, etc.
El presidente se “huele” que su gobierno va cada vez peor y la conflictividad social va en aumento porque cada vez más sectores se dan cuenta que sus medidas populistas son mentira. Necesita preparar el terreno para imponer mayores medidas autoritarias contra la clase trabajadora y los sectores populares, si se le empieza a complicar la gestión.
Por eso desde el Nuevo Partido Socialista, ¡Ya Basta! y Las Rojas repudiamos estos ademanes autoritarios y represivos que solo ponen sobre la mesa la posibilidad de suspender los derechos democráticos para reprimir. Le hacemos un llamado al sindicalismo, feminismo, el ecologismo y los movimientos sociales en su conjunto para que se abra un espacio amplio, por la base, de organización para enfrentar a este gobierno neoliberal, autoritario y anti-derechos de Chaves y el FMI.