La Encuesta Continua de Empleo del Inec reportó un desempleo de 12% para el trimestre de marzo a mayo, esto representa unas 293 mil personas, de las cuales 131 mil son hombres (tasa de 9,1%) y 162 mil mujeres (16,2%). De esta forma la tasa disminuye 1,3 p.p. con respecto al anterior reporte y alcanza el nivel previo a la pandemia cuando se estimaba en 12,2% (febrero 2020).

La fuerza de trabajo se mantiene estable en 2,45 millones de personas mayores de 15 años (1,45 millones de hombres y 1 millón de mujeres). La población ocupada se calcula en 52,8% (2,16 millones), de los cuales 1,32 millones son hombres y 839 mil son mujeres. Esta cifra es menor en 69 mil personas a la registrada en febrero del 2020 cuando eran 2,22 millones (y una tasa de 56,1%).

La tasa de participación laboral se coloca en 59,9%, manteniéndose estable con respecto al trimestre anterior, pero 4 p.p. menor al del 2020. El subempleo disminuye al pasar de 11,1% en el trimestre anterior a 9,4% en mayo. Para esta medición el empleo informal alcanza a 950 mil personas, de las cuales 587 mil son hombres y 364 mil mujeres.

A pesar de que todos los indicadores porcentuales muestran una mejora, lo cierto es que en términos absolutos el mercado laboral aún se encuentra comprimido con respecto a inicios del 2020. En esos dos años y medio 200 mil personas abandonaron la fuerza de trabajo y no se han reincorporado (pasando de 1.435.000 a 1.638.000).

En lo que los sectores empresariales llaman la “nueva normalidad” una gran cantidad de personas son excluidas del acceso al empleo y empujadas a aceptar las condiciones de precarización que representa la informalidad. Mientras tanto, el gobierno con sus medidas de “reactivación económica” únicamente asegura la continuación de las ganancias empresariales a costa del empobrecimiento y el ajuste de los sectores trabajadores y populares.