El ministerio de Hacienda proyecta que al cierre de este año el balance de las finanzas públicas muestre un superávit primario (sin contar intereses) de 0,97% del PIB. Esta es una cifra superior a la pactada con el FMI cuya meta para este año es de 0,70%.

Estos resultados se estarían cumpliendo debido al aumento de los ingresos, que se espera sean de ₵5,9 billones (en enero se pronosticaban ₵5,6 billones), y de los enormes recortes en el presupuesto impulsados por la regla fiscal. Así, para final de año la deuda publica sería equivalente al 68,6% del PIB.

Al respecto el ministro Nogui Acosta señaló que “estamos por encima del 0,7% que es la meta con el Fondo Monetario y que evidencia el esfuerzo del Gobierno en el tema de contención del gasto, a pesar de no tener los ingresos que se proyectaba que íbamos a recibir con la aprobación de los proyectos de ley que estaban en la Asamblea Legislativa”.

En abril, el anterior gobierno ya había anunciado que en el primer trimestre se registró un superávit primario de ₵361.762 millones (0,85% del PIB), el mejor balance en los últimos 14 años. De esta forma se sobre cumplía la meta pactada con el FMI que preveía en ese periodo un déficit primario de ₵34 mil millones. Esto da cuentas de la profundidad de las medidas de ajuste neoliberal tomadas durante esa administración (y continuadas por la actual).

Recientemente Acosta marcó que el próximo año habrá un presupuesto de ajuste: “el pago de intereses se comió la regla, entonces vamos a tener un presupuesto que es igual al de este año”. Desde la aprobación de la regla fiscal en 2018 el presupuesto nacional viene disminuyendo de acuerdo con las disposiciones de esa normativa y muchísimos programas e instituciones han sufrido enormes recortes. En complemento al Plan Fiscal se han aprobado muchas disposiciones de “contención del gasto”, como la Ley Marco de Empleo Público que ataca los salarios y las condiciones de trabajo de las y los funcionarios.

Por si fuera poco, el gobierno inició la solicitud formal para negociar otro préstamo con el FMI por $700 millones y envió a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para emitir eurobonos por $12 mil millones. La ruta de estabilidad fiscal es el camino al empobrecimiento de las personas trabajadoras. Ese acuerdo es parte del plan ajustador para asegurar que se pague hasta el último colon de la deuda a costa de peores condiciones de vida, por eso hay que organizarse y luchar contra el gobierno y el Fondo para que sean las grandes empresas y fortunas las que paguen la crisis.