Encuesta refleja un país desigual y que a futuro empeorará

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  • La mayoría de las personas no ve que existan oportunidades y no creen que la situación mejore en el futuro inmediato.

Johan Madriz

El PNUD y la Escuela de Estadística de la UCR presentaron los resultados de la Encuesta Nacional “Construyendo una Ruta Común hacia el 2030” que abordó las perspectivas de las personas sobre ciertos temas políticos, económicos, sociales y ambientales.

En general se evidencia un país con muchas desigualdades, que desconfía del gobierno y las instituciones y que al evaluar las perspectivas a futuro es a un empeoramiento de la situación.

Las principales problemáticas reflejadas son el desempleo (29,1%), el mal estado de la economía (17,8%) y la pandemia/Covid-19 (13,1%), sin embargo, si se agrupan todas las del plano económico alcanzan el 54,3%. Lo cual está en sintonía con los altos niveles de desempleo y pobreza que afectan a los sectores trabajadores.

La encuesta incorpora una sección de evaluación del desarrollo del país con una perspectiva de 15 años. Con respecto al pasado, se refleja una sensación mayoritaria en que la salud (58,4%) y la educación (53,9%) han mejorado, por el contrario, un 64,3% opina que la corrupción aumentó, al igual que un 57,8% con respecto a la pobreza, un 49,6% sobre la desigualdad social, un 46,6% acerca de la contaminación y un 38,2% sobre la discriminación.

Si el análisis se realiza a 15 años a futuro se repite la tendencia, un 51% cree que la calidad del sistema de salud mejorará, al igual que el 51,3% en cuanto a la educación y el 72,8% con respecto a la participación de las mujeres en la economía. Un 75,7% cree que la corrupción aumentará, un 65,2% la pobreza, un 51,3% la contaminación y un 50,7% la desigualdad.

Al consultar sobre diferentes postulados sobre la riqueza y los impuestos las respuestas manifiestan un sistema económico y político que está en función del gran empresariado. El 94,6% estima que la diferencia entre lo que gana la gente rica y la gente en condición de pobreza es grande o muy grande y un 65,2% cree que esa tendencia aumentará en los próximos 5 años. El 74,3% indicó que es poco o nada cierto que las personas que más tienen son las que más pagan impuestos (a 5 años el 46,8% cree que estará peor). El 64,1% considera que es nada o poco cierto que las leyes protegen a todas las personas por igual (a un lustro el 88,9% estima que estará igual o peor).

Un 53,1% estaría dispuesto a pagar un porcentaje adicional de su salario para fortalecer la CCSS, aunque no use sus servicios y el 41,4% a pagar más impuestos para mejorar programas de salud y educación para las personas más pobres.

Una mayoría está consciente de que la sociedad muestra grandes desigualdades, por lo que un 63% cree que la sociedad no permite que todas las personas tengan iguales oportunidades para salir de la pobreza y un 57,4% no cree que con trabajo duro pueda llegar a ser rica. El problema estructural del empleo es tan grande que en este tema sobresale un gran sesgo xenófobo, lo que se evidencia en que el 60,3% está de acuerdo en que con un desempleo alto se le debe dar prioridad a las personas costarricenses en los trabajos.

Con respecto a la valoración de las instituciones, las mejores calificaciones son para las relacionadas directamente con la atención de la pandemia (el Ministerio de Salud con 61,6% y la CCSS con 54%). Los últimos lugares los ocupan el Poder Ejecutivo (7,8%), la Asamblea Legislativa (7%), los sindicatos (6,3%) y los partidos políticos (1,8%). De esta forma, queda patente el desgaste general del gobierno producto de los casos de corrupción y del ajuste sobre los sectores populares. Además, hay un malestar sobre los sindicatos que se puede explicar por dos elementos. El primero es la campaña de desprestigio y ataque a las organizaciones obreras y segundo la pasividad y el derrotismo de las burocracias sindicales que han dejado pasar el ajuste.

En el plano político, se refleja una disociación en la representación política, ya que, un 68,9% indica que ninguno de los partidos políticos refleja en poco o en nada sus intereses. En este sentido hay una gran vacancia para los sectores populares que no tienen una representación por izquierda en la Asamblea Legislativa que luche por sus reivindicaciones.

Al evaluar los métodos para lograr soluciones a problemáticas prevalecen las opiniones para establecer procesos de dialogo o formar comisiones, sin embargo, un 46,1% apoya mucho o en alguna medida participar en manifestaciones y marchas, un 34,1% unirse a huelgas, un 12,2% bloquear carreteras y un 7,6% tomar edificios o fábricas.

En cuanto a las oportunidades del país solo un 41% cree que hay muchas o algunas de vivir libre de violencia y acoso, 40% de obtener justicia, 40% de vivir con un ingreso digno, 35% de tener oportunidades de trabajo y 34% de tener casa propia. De esta forma, se reflejan, por un lado, la opresión patriarcal que violenta a las mujeres junto a un sistema de justicia para los de arriba y por el otro una sociedad que no garantiza empleo o vivienda para todas las personas.

El 95% indicó que no todas las personas viven bien y al detallar a qué grupo pertenecen esas personas el 40,8% identificó a quienes viven en condición económica baja, bajos recursos y pobreza extrema, el 17,2% a las personas desempleadas y un 5,4% a personas extranjeras o inmigrantes. Justamente, el 61,8% indicó haber sido victima de discriminación, de estos el 35,6% por su condición económica o social, el 32,4% por su edad y el 20,7% por su sexo.

Al evaluar que tan difícil es la vida para una persona en el país según alguna característica o condición el 77,4% identificó a las personas con discapacidad, el 57,5% a las personas nicaragüenses, el 57% a las personas indígenas, el 40,8% a las personas homosexuales, el 34,5% a las mujeres y el 29,5% a las personas afrodescendientes.

En el tema de diversidad sexual hay resultados combinados. El 82,5% está de acuerdo o muy de acuerdo en que las personas atraídas por personas del mismo sexo ocupen cargos políticos, pero solo 49,7% que puedan contraer matrimonio, 42% que puedan adoptar o criar niñes y solo 41,2% que puedan expresar su cariño con abrazos o besos en público.

A partir de estos resultados se puede concluir que existe una crisis de perspectivas. La mayoría de las personas no ve que existan oportunidades y, pero aun, no creen que la situación mejore en el futuro inmediato. Las medidas de contingencia del gobierno ante la crisis fiscal, económica y sanitaria que enfrenta el país están agravando aun mas las condiciones de desempleo, pobreza, desigualdad y precarización que ya caracterizaban a la economía y la sociedad costarricenses. La reactivación económica, la senda del desarrollo y demás denominaciones son simplemente eufemismos de un plan de ajuste estructural amparado en el acuerdo con el FMI para asegurarles los negocios a los grandes capitalistas al costo de una nueva generación perdida.

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