La semana más difícil para Zuckerberg, entre la caída mundial y los ‘Facebook Files’

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  • “Facebook se ha dado cuenta de que si cambian el algoritmo para que sea más seguro, las personas pasarán menos tiempo en el sitio, harán clic en menos anuncios y ganarán menos dinero”.

Renzo Fabb

La caída mundial de los servicios de Facebook ayer no fue ni siquiera lo peor que le pasó a la corporación fundada por Mark Zuckerberg esta semana.

Además del impresionante desplome en la bolsa de sus acciones, la compañía viene de ser golpeada por una filtración de documentos internos. En ellos se revela su responsabilidad en la difusión de fake news y contenido político de extrema derecha.

Conocidos como los Facebook Files, una serie de documentos internos de la empresa fueron filtrados a la prensa estadounidense las últimas semanas. El domingo, un día antes de la caída mundial de los servicios de Facebook, la responsable de dichas filtraciones reveló su identidad en la televisión de EE.UU. y dio más detalles sobre el contenido de dicha documentación.

Se trata de Frances Haugen, que hasta mayo se desempeñaba como Jefa de Productos en el equipo de «integridad cívica» de la empresa. Su área era precisamente la encargada de regular contenidos para evitar la difusión de fake news y otros contenidos de incitación al odio.

Según detalló en un programa de la cadena CBS, Haugen renunció a su cargo precisamente por la política de la empresa. La denunciante asegura que Facebook prioriza «su propio crecimiento en detrimento de la seguridad de sus usuarios». Haugen sostuvo que «La versión de Facebook que existe hoy está destrozando nuestras sociedades y causando violencia étnica en todo el mundo».

Facebook y el asalto al capitolio

Los Facebook Files es otra prueba más de cómo los algoritmos de las redes sociales están diseñados para generar reacciones en los usuarios y así continuar consumiendo sus productos. El algoritmo tiende a mostrar aquellas publicaciones que generen más reacciones, favoreciendo así el contenido político de extrema derecha y las noticias falsas.

Los archivos filtrados por Haugen demuestran que la empresa es perfectamente consciente de este fenómeno, y de hecho lo utiliza a su favor. Durante la última campaña electoral en Estados Unidos, Facebook aplicó un programa de «integridad cívica» que aumentaba ciertos protocolos de seguridad para evitar las publicaciones de odio en dicha red social.

Pero, según detalla Haugen, en cuanto terminaron las elecciones Facebook decidió dar por terminado el programa y levantar todos los protocolos de seguridad. De esta manera, la ex-trabajadora de la compañía responsabiliza a Facebook de haber permitido publicaciones que redundaron, por ejemplo, en el intento de asalto al Capitolio el 6 de enero. Los fiscales que llevan adelante la causa contra los insurrectos trumpistas han presentado como pruebas decenas de publicaciones de Facebook de los acusados incitando y organizando la acción.

«Facebook se ha dado cuenta de que si cambian el algoritmo para que sea más seguro, las personas pasarán menos tiempo en el sitio, harán clic en menos anuncios y ganarán menos dinero», detalló Haugen. Sus declaraciones dan en el clavo del rol que las redes sociales están jugando en la comunicación política en la actualidad.

Por supuesto, no es sólo el caso de Facebook. En 2019, una investigación sobre el algoritmo de YouTube (propiedad de Google) indicaba que el contenido político catalogado de «moderado» conducía a recomendaciones hacia contenido político catalogado de «extremista», con el objetivo de que el usuario continúe consumiendo vídeos en la plataforma. El estudio mostraba como los youtubers de la ultraderecha han sido los grandes beneficiados por el algoritmo.

Toxicidad

El nuevo escándalo desatado por las filtraciones de Frances Haugen obligaron a la compañía a emitir un comunicado en donde se desligan de las acusaciones. Además, Facebook asegura que es «ridículo» responsabilizar a las redes sociales por la polarización política de EE.UU.

Además, el comunicado responde a otro aspecto que revelan los documentos filtrados, en este caso referido a Instagram. Una investigación interna de la compañía muestra que más de un tercio de adolescentes encuestados dicen tener sentimientos negativos con su cuerpo al usar Instagram. Sin embargo, la empresa no hizo público los resultados de dicha investigación.

El comunicado admite que los propios informes de Facebook señalan que Instagram puede agravar los problemas de imagen corporal de algunos adolescentes. Pero solo de los que “ya” tenían problemas antes.

Todas estas revelaciones muestran cómo estas empresas son perfectamente conscientes de que en tanto medios de comunicación no son neutrales. La misma lógica de la ganancia capitalista los lleva a convertirse en cuasi promotores de ideologías de odio y extremismo político derechista.

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