La crisis internacional de la deuda pública y el crecimiento del endeudamiento argentino en 2022

La deuda pública creció,. y con ella el sometimiento, pese a las poses de progresismo del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

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El año pasado la deuda pública total nacional aumentó en un 20% y alcanzó los US$396.555 millones (el 85% del PBI), según las últimas cifras oficiales del Ministerio de Economía.

El 45,9% de la deuda total está en manos de agencias estatales, el 20,3% corresponde a deudas con organismos multilaterales y bilaterales, mientras que casi el 34% restante tiene como acreedor al sector privado. Además, el 67% de la deuda fue emitida en moneda extranjera y el 33% restante en moneda local.

La crisis capitalista de la deuda pública

Un informe publicado por la gestora de activos internacionales Janus Henderson analizó el aumento de la deuda pública mundial. Los gobiernos debieron endeudarse para contrarrestar el freno de la actividad económica ocasionado por la pandemia. Además, la deuda experimentó un notable incremento como resultado del aumento de las tasas de interés. Es decir, se salió de una crisis creando otra nueva.

«Los gobiernos de todo el mundo deben enfrentar una dolorosa rendición de cuentas, como consecuencia de la deuda récord y los altos tipos de interés, que pronostican un aumento en los costos de endeudamiento que se duplicarán en los próximos tres años. Esto supondrá una presión significativa para los contribuyentes y los servicios públicos», afirma el informe anual del Índice de Deuda Pública, publicado por Janus Henderson.

En números, la deuda por habitante a escala mundial fue de US$13.525 en 2022, cantidad significativamente superior a los US$3264 que había antes del inicio de la pandemia, aunque con grandes variaciones de un país a otro.

La deuda como fenómeno mundial

En cuanto a Argentina, el texto indica que «la relación entre la deuda pública y el PBI es excepcionalmente alta». «Durante el último año, la deuda soberana del país aumentó en un 20%. Esto equivale a US$8,604 per cápita y se espera que continúe creciendo hasta alcanzar los US$8,878 en 2025», se estima en el informe.

El informe también destaca que la deuda total de Argentina en 1995 era de US$87.000 millones, una relación con el PBI de entonces del 31%. «Los datos anteriores a la pandemia señalan que, en 2019, la deuda soberana por persona en Argentina era de US$7.219, la deuda total alcanzó los US$323.000 millones y el porcentaje con relación al PBI superó el 90%. La proyección para el año 2025 estima un aumento en la deuda total hasta los US$411.000 millones, que representarán el 75% con relación al PBI y un valor per cápita de US$8.878».

En la región, Brasil ocupa el puesto número 11 en la lista de países más endeudados a nivel mundial y es el más endeudado en términos brutos. La deuda pública general de Brasil aumentó un 4,7% en 2022, alcanzando los US$1,4 billones, pero su relación con el PBI es del 76%, lo que es menor que el ratio de Argentina.

En cuanto a Colombia, este país se ubica en el tercer lugar de la lista de los países más endeudados en la región, siendo Argentina el segundo lugar. Durante el año pasado, la deuda soberana de Colombia aumentó un 11,8% interanual, llegando a los US$199.000 millones y representando el 68% del PBI.

México, por su parte, registra una deuda de US$736.000 millones, cuyo ratio en relación al PBI es del 51%, cifra inferior a la media mundial, aunque se ubica en el promedio del grupo de países emergentes.

Las ganancias extraordinarias desembocan en más endeudamiento

«Desde la crisis financiera mundial, los gobiernos han tenido la capacidad de prestar con una libertad asombrosa. Los tipos de interés cercanos a cero y los enormes programas de expansión cuantitativa de los bancos centrales expandieron la deuda pública. No obstante, los tenedores de bonos exigen ahora mayores rendimientos para compensar la inflación y los riesgos crecientes, generando una carga cada vez mayor y significativa para los contribuyentes. Este proceso de transición hacia unas condiciones financieras más normales está resultando doloroso», manifestó Jim Cielinski, director global de Renta Fija de Janus Henderson. Es decir, la ultra minoría puede exigir (y exige efectivamente) mayores rendimientos para sus bonos a cambio de saquear las economías.

En síntesis, lo que experimenta Argentina es parte de un fenómeno mundial, pero a la vez es mucho más que eso: la crisis de pagos y deuda venía desde años antes de la pandemia, que solamente la empeoró. Un gobierno social liberal como el de Alberto Fernández solo pudo ofrecer más de lo mismo, pero en clave “progresista”.

Ajuste, ajuste y más ajuste, la “única” salida… capitalista

El informe apunta a cambios drásticos en las finanzas públicas de todo el planeta en los años 2022 y 2023. Según sus datos, a finales del año pasado, el valor total de la deuda pública mundial experimentó un aumento significativo del 7,6% en términos reales, alcanzando la cifra récord de US$66,2 billones, el doble de lo que era en 2011. Además, según el análisis, en 2022, el gobierno de Estados Unidos contrajo más deuda que todos los demás países juntos.

Según el informe, el futuro no parece muy alentador. «Para el año 2025, los gobiernos de todo el mundo tendrán que destinar US$2,8 billones a intereses de deuda, más del doble que en 2022. Esto representará un 1,2% adicional del PBI, lo que desviará recursos de otras formas de gasto público o requerirá un aumento de impuestos. En particular, Estados Unidos estará especialmente expuesto a esta medida», se lee en el informe.

Ayer, la Reserva Federal (FED) subió de nuevo la tasa de interés en 25 puntos básicos y dejó la tasa referencia en un rango objetivo de entre 5% y 5,25%, el nivel más alto desde 2007.

La profundidad de la crisis

El informe destaca cómo, desde la crisis financiera mundial del 2008, los gobiernos han aumentado su deuda más del doble. La economía mundial se ha expandido a menos de la mitad de ese ritmo. Hasta 2022, esta deuda parecía salir prácticamente gratis, gracias a años de tipos de interés cercanos a cero (no es el caso de Argentina).

En 2022 se produjeron cambios drásticos para las cuentas públicas de todo el mundo. Comenzó a notarse la profundidad de la crisis originada de las decisiones políticas y económicas tomadas para hacer frente a la pandemia. Recordemos que la industria farmacéutica obtuvo ganancias extraordinarias a costa de las arcas de todos los Estados.

La inflación se desbocó debido a problemas en la cadena de suministro, la escalada de los precios de la energía y el exceso de liquidez. Además, los bancos centrales de todo el mundo están subiendo los tipos de interés para frenar la inflación. Esto ha provocado un gran aumento del costo de la deuda, ya que los especuladores exigen mayores rendimientos para compensar la inflación. En definitiva, esto supone una carga cada vez mayor para los trabajadores de todo el mundo.

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