Ya van dos noches de movilizaciones masivas en Francia tras el asesinato de Nahel, un joven de 17 años de origen argelino, a manos de la policía. La noche del miércoles las protestas comenzaron en Nanterre, lugar del asesinato, y luego el jueves se extendieron a las ciudades de Lyon, Toulouse y Lille, entre otras.

El asesinato ocurrió el martes cuando un control policial detuvo a Nahel M, un joven de 17 años de origen argelino que trabaja como repartidor. Un video que se viralizó muestra cómo uno de los dos agentes lo retiene a punta de pistola y lo ejecuta cuando acelera. En el audio se escucha «vas a recibir una bala en la cabeza». Luego de acelerar y recibir un balazo a quemarropa, Nahel se estrelló contra un poste y falleció poco después.

Su madre convocó a una marcha conmemorativa en Nanterre el jueves. “Vengan todos, haremos una revuelta por mi hijo”. De todas maneras las movilizaciones comenzaron en miércoles. Así también comenzó la represión. Fueron detenidas, al menos, 180 personas.

El oficial que disparó es investigado por homicidio voluntario, aunque es fiscal parece haberse posicionado del lado del asesino.

Macron pide calma para que la policía siga matando jóvenes

Macron declaró cínicamente «tenemos un adolescente que fue asesinado, es inexplicable e inexcusable” y condenó la violencia contra las instituciones que siguen matando jóvenes de origen africano y árabe. En la misma sintonía su ministro del interior, Gérald Darmanin, declaró «Apoyo a los policías, gendarmes y bomberos que dan la cara con valentía. Vergüenza para los que no llamaron a la calma».

Se trata del segundo «tiroteo» durante las paradas de control de tráfico en Francia, en lo que va de 2023. Estos «tiroteos» son unilaterales, las balas siempre son de la policía. Durante 2022 hubo 13 asesinatos similares, según un recuento de informes policiales, fiscales y documentos de abogados. Hubo también asesinatos de este tipo en 2021 y dos en 2020, que demostraron que la mayoría de las víctimas eran de origen africano y árabe.