Juan Cañumil: “La novedad en Perú es la rebelión popular como respuesta al golpe de Boluarte”

Intervención en la charla "Perú en rebelión" del Tercer Campamento Anticapitalista del ¡Ya Basta!

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A mí me toca explicar dos cosas. Una, por qué es un golpe, que creo que quedó bastante claro después de la intervención de la compañera. Y por el otro, la convivencia del golpe con la rebelión, son las dos partes de la cosa. Claro, el relato es duro porque es un golpe parlamentario, ahora lo voy a desarrollar un poco, y tiene la brutalidad, digamos, dictatorial, de los asesinatos. Pero también está el otro elemento, que podemos decir es el elemento nuevo que se expresa.

Antes de meterme de lleno en eso, hay que resaltar algo que es importante para tomar definiciones de las cosas que pasan. Decía Trotsky sobre un elemento político y metodológico: los revolucionarios no hacemos lecturas ‘neutrales’ y descarnadas de las cosas. Son lecturas apasionadas, con elementos políticos y objetivos, pero no es que no tenemos una ubicación. ¡Si, nos ubicamos del lado de los oprimidos y explotados siempre! Eso es muy importante para poder comprender lo que pasa en Perú y en cualquier lugar del mundo.

Una segunda cuestión, que lo decía recién Majo: hay dos formas de ver las cosas. Las podés ver desde arriba o desde abajo. Si vos las ves desde arriba podés decir: «la legalidad está de nuestro lado y acá no hubo ningún golpe». O podés decir que «la macroeconomía funciona muy bien». En cambio, si vos la ves desde abajo, podés decir: «vos podés tener la legalidad, que está fundada en la Constitución reaccionaria nacida de la dictadura de Fujimori. Pero la legitimidad está de nuestro lado, del de los que se movilizan.”

Eso nos habla de una situación que no es lineal. En el último período, en Perú hubo una situación reaccionaria. La novedad es que hay un cuestionamiento a esa situación reaccionaria, que obviamente está en desarrollo, por lo tanto se trata de una situación abierta. ¿Es una crisis terminal de la situación reaccionaria? No lo sabemos. El elemento nuevo es el cuestionamiento, y eso es una fuerza enorme, porque podría no haber sido de esa manera.

De hecho, en Perú es habitual que se destituyan presidentes, y después otro y otro. Entonces vos tenés una Constitución que desde el punto de vista legal te permite hacer lo que vos quieras y, por el otro, el voto de la gente que no vale nada; ir a votar es como hacer una mímica, porque después el parlamento pone al presidente que le conviene. Así funciona la cosa en Perú. La novedad es que en la última situación intentaron destituir un presidente y lo metieron preso, pero salieron de las provincias, de los lugares de laburo, de las universidades, a protestar.

Castillo tenía cuestionamientos que provenían desde su propio público, su sector social. El golpismo leyó entonces la posibilidad de dar un zarpazo, de correrlo de la escena y de hacer lo que hacían habitualmente: ponemos otro presidente y seguimos gobernando con nuestra barbaridad y punto. Eso estalló.

¿Quiénes son parte del golpe parlamentario?, además de la traidora de Dina Boluarte, que es conocida como traidora por todos lados. Acá, Lula y Alberto Fernández dijeron: «reconocemos a Dina Boluarte». En Perú tenés todas las paredes escritas con «Dina asesina», «Dina traidora», «genocida», etc. El consenso mayoritario desde el punto de vista de la legitimidad de la movilización no tiene lugar de discusión.

Entonces, el parlamento empieza el golpe. Luego entran las Fuerzas Armadas. La zona sur del país, que es la zona más sublevada contra el golpismo, está prácticamente militarizada. No policías: militares. La masacre de Juliaca y los distintos asesinatos son llevados a cabo por sectores de las FFAA.

Otro actor es la derecha. Fíjense este tipo López Aliaga, que es una especie de Milei. El tipo es actualmente el intendente de Lima, ganó con el 60% de los votos. Tengan en cuenta que Keiko Fujimori, que es la hija del dictador Alberto Fujimori, ganó en Lima en las presidenciales también con el 60% de los votos. Perdió por el resto del país. El actual intendente es un tipo del Opus Dei. Declara que se autoflagela para sentirse más cerca de Dios. Imagínense todo lo que puede venir después de eso.

Y está la burguesía, que jugó un papel de golpismo permanente. Apenas fue electo Castillo (ganó apenas por un 1%) empezó todo un operativo de poner en duda el resultado electoral. Pero el tipo tenía mucho apoyo en las provincias y entonces no pudieron.

Entonces empezaron las maniobras parlamentarias. Algo que también está permitido por la Constitución: si el parlamento logra los dos tercios de los votos, se aprueba la vacancia y te destituyen. Castillo ya había enfrentado tres mociones de vacancia; o sea, el cuestionamiento era permanente.

Eso es lo que genera una reacción. Eventualmente podría no haberla generado. Los últimos siete años destituyeron así a siete presidentes, y no todas produjeron rebeliones en las calles. ¿Qué es entonces lo que llevó a que ahora sí haya rebelión? Son varios motivos.

Una razón es más bien universal, lo decía Víctor recién: 50% de trabajadores informales en Latinoamérica. Bueno, en Perú es un 80%. ¿Qué significa ser informal? Es como que vos seas trabajador de app, pero en el trabajo que tengas. No tenés derecho a jubilarte, a enfermarte, te despiden sin indemnización; es la brutalidad completa. Esto es muy evidente en Perú, la desigualdad es muy grande.

Toda la ola neoliberal que se fundó bajo la sanguinaria dictadura de Fujimori hace que un país que tenía cierto grado de industrialización ya no existe. Ni siquiera lo más elemental, no hay ni industria del plástico. El trabajo es centralmente la explotación minera, explotación de la tierra, etc. Es un país que tiene una riqueza enorme desde el punto de vista del mineral, es uno de los principales productores de minerales del mundo. Entonces claro, vos trabajás en la mina, o en el campo, y después no te queda nada, sos un paria. Eso también hace al elemento de rebelión: a las insoportables condiciones de vida a las que te empuja el capitalismo y te lleva a salir a las calles aunque no sepas lo que vas a hacer mañana. Es un reflejo anticapitalista aunque no sea del todo consciente. Las condiciones de vida te llevan a enfrentar al capitalismo en su versión más rampante por la vía de los hechos.

Otro elemento importante para comprender lo de la rebelión es el racismo. Es un factor muy fuerte, porque toda la última Constitución se apoya sobre la base de la opresión de los sectores originarios, mestizos, campesinos. Otra pintada que vimos en Lima, muy fuerte: «No son terroristas, son de provincia». O sea: vos venís de afuera, y se dan cuenta porque tenés otro color de piel, y enseguida sos un terrorista, sos de segunda clase.

Ahora bien, eso conecta con la bronca que generó que metan preso a Castillo. No es que todo el mundo dice «Aguante Castillo», porque hubo muchos defraudados con su gobierno en su base social. Pero una cosa es que yo esté defraudado y otra es que permanentemente cambies a los presidentes, y más cuando se trata de un maestro rural que lo destituyen por el hecho de ser campesino. Eso tocó una fibra muy sensible.

Hay varios otros elementos. Hay un sector de la población que habla quechua, otro que habla aymara. Lo digo para intentar entender el país, es otra cosa, no es Argentina. Si hablás quechua o aymara, sufrís discriminación, es así.

Se trata entonces de una rebelión profundamente popular, popular por su composición, la gente viene desde los alrededores. En Lima también hay solidaridad, pero es más combinado, es más difícil porque no se logra quebrar del todo ese elemento reaccionario. Pero en todo el resto del país la rebelión prende, hay cientos y cientos de cortes de ruta permanentes, es prácticamente imposible transitar el país por la vía terrestre porque está todo cortado.

El campesinado, que es parte importante de la población peruana, hasta 1950 aproximadamente no tenía prácticamente ningún derecho. Lo digo para entender desde dónde viene la cuestión del racismo. Si vos eras campesino, le arrendabas la tierra al latifundista, pero tenías métodos de explotación feudal, trabajabas cuatro días para el dueño de la tierra, y el resto para vos. Hablamos de 1950, no hace diez siglos atrás. Y ese sistema en algunos lugares aún existe.

Lo último: qué impulsa la rebelión. Acá entra el elemento juvenil, que lo desarrolló muy bien Majo. Imagínense lo siguiente: desde el Fujimorato hasta la actualidad, de 1990 a 2023. La vida de los jóvenes fue este Perú, no hubo otra cosa. Eso genera una presión inmensa. Sos joven, ves que tus papas que no tienen ningún derecho laboral, que laburan como perros, que están cansados… vos no tenés derecho a ir a la universidad porque la mayoría de las universidades son privadas. Me contaba Majo un dato el otro día, que hay cuotas, por ejemplo en la Universidad Católica, la cuota más baja son 400 dólares, y la más alta 2.500 dólares. Es imposible para la mayoría de la población.

Por lo tanto, las condiciones de vida son insoportables; eso es lo que lleva también a la explosión de la rebelión. Es un país donde conviven esas dos realidades: toda la cosa reaccionaria, que ya estaba presente y ahora exacerbada, junto con la rebelión actuando en las calles.

Digo dos cosas más. Primero sobre Fujimori. Llega al poder en el 90, por elecciones comunes, enfrentando a Mario Vargas Llosa. A los dos años el tipo disuelve el parlamento y lanza una dictadura militar apoyado por las FFAA con la excusa de combatir al Sendero Luminoso, una organización guerrillera maoísta que fue reaccionaria, surgida del PC y que aplicaba terror contra la población neutral, no sólo contra el gobierno golpista.Entonces, con esta excusa, Fujimori hace una constitución reaccionaria, la del 93, y avanza en desarmar toda una estructura del país que tenía elementos más progresivos, con una concepción de la economía obviamente capitalista pero con algunos derechos sociales, y lleva adelante la desindustrialización y la privatización. Una cosa que por ahí les va a sonar, algo que sigue vigente al día de hoy, garantizado por la Constitución: los TLC, Tratados de Libre Comercio. La mayor parte de la economía de Perú le pertenece a empresas multinacionales, centralmente yanquis. Esos TLC duran 30 años, y por Constitución no los podés tocar. Así, todo lo que sale del país queda en manos, un poco de la burguesía autóctona, y el resto de las multinacionales. Esos contratos son los que vencen este año y el año que viene.

Eso también explica el elemento de rebelión y reacción, porque hay una discusión acerca de qué pasa con la economía. La burguesía quiere firmar los contratos para que sigan, pero la gente está diciendo que no. Eso está escrito por el fujimorismo. Piensen así: en Perú no hay cifras oficiales, se habla de entre 20 a 90 mil desaparecidos o más. En Perú no hubo condenas por eso, aunque Fujimori sí está preso. La bestia de Fujimori llevó adelante más de 200.000 ligaduras de trompas contra la voluntad de las mujeres, un fascista.

Eso nos lleva al tema de la Constitución. Vieron que cuando fue la rebelión en Chile terminó apareciendo la cuestión de la Constituyente, pero al principio era más difuso. Bueno, en Perú es clarísimo. Después hay toda una discusión si la Asamblea Constituyente tiene que ser convocada por referéndum, o si ya está porque la gente está movilizada y entonces es legítima; en fin, está toda esa discusión. Pero lo de Asamblea Constituyente para refundar el país no tiene lugar a discusión en los sectores que se movilizan. Nosotros le agregamos «soberana». Parece solo una palabra, pero es importante. Soberana es que no venga el parlamento y diga cómo se va a formar la Asamblea Constituyente: tres de tal partido, cinco de tal otro, etc. No, soberana es que la movilización popularen la calle junto a sus organismos y organizaciones políticas decida de qué manera tiene que realizarse la Constituyente para refundar el país sobre la base de los intereses de los trabajadores. El resto de las consignas ya las saben: Fuera Boluarte, Boluarte asesina, Fuera el Congreso, Libertad a Castillo.

Lo último y para cerrar. Toda la experiencia que viene desarrollando nuestra corriente de internacionalismo práctico se funda en las concepciones de que la explotación y la opresión  no tienefronteras, son explotados por un mismo sistema. Esa concepción que viene desde los inicios del marxismo hasta la actualidad a través de la mejor tradición de los revolucionarios, tiene como contrapartida en nuestra corriente el impulso a llevarlo a la práctica. Eso explica que hayamos viajado en el 2009 a Honduras, que hayamos viajado a Chile en medio de la rebelión, que hayamos viajado con Manuela Castañeira a Bolivia cuando fue el golpe contra Evo Morales, y ahora el viaje a Perú. Eso hace concreta la discusión que estamos planteando: que más allá de dónde ocurran las opresiones y las injusticias, nos tocan de lleno y queremos ser parte de sus rebeliones, de sus gritos y de sus banderas. Poder estrechar lazos con los compañeros y demostrarles que el anticapitalismo y el socialismo, nuestra corriente y nuestro partido, somos fieles convencidos de que no hay fronteras cuando hablamos de las opresiones, que nada de lo humano nos es ajeno y que vamos a levantar las banderas de la rebelión popular en Perú hasta su triunfo definitivo.

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