• Fueron liberados tras varias horas detenidos los hermanos Muna y Mohammed quienes viralizaron a través de sus redes una campaña contra el desalojo de familias palestinas del barrio Sheikh Jarrah, del territorio ocupado de Jerusalén Este.

Gala Chilavert

Tras varias horas de arresto fueron liberados en las primeras horas del lunes Muna y Mohammed al-Kurd. La Policía israelí los detuvo este domingo 6 de junio. Muna al-Kurd es una destacada activista palestina del barrio de Sheikh Jarrah, ubicado en los territorios de Jerusalén Este. A través de sus redes sociales hizo una campaña junto a su hermano para denunciar el intento de desalojo de familias palestinas del barrio.

El domingo la policía israelí allanó la casa de Muna de 23 años y la llevó acusada de formar parte de los «disturbios» recientes que dieron lugar a los ataques por parte del estado israelí. Horas más tarde detuvieron a su hermano Muhammed quien no se encontraba en la casa al momento de la irrupción.

Mientras era llevada a la sede policial ella pudo transmitir a través de su cuenta de Instagram lo que sucedía. Al ser liberados horas más tarde, Muna declaró que “No importa cuanto hagan para aterrorizarnos y enfrentarnos, no importa cuantas veces nos encarcelen, no nos van amedrentar”.

Como parte de la persecución e intento de censura a la prensa y quienes informan sobre los crímenes del estado sionista, el sábado, la misma Policía israelí arrestó violentamente a la periodista de la agencia Al Jazeera, Givara Budeiri.

La trabajadora de prensa se encontraba en Sheij Jarrah cubriendo una sentada de activistas para rechazar los desalojos. Según trascendió luego de varias horas fue liberada y tuvo que ser trasladada al hospital por haber sufrido la fractura de su mano por parte de la policía.

Muna al-Kurd, es licenciada en Comunicaciones y Periodismo. Además, es parte de una de las 27 familias palestinas que enfrentan la amenaza de desalojo para dar paso a colonos israelíes, en el barrio de Sheikh Jarrah.

Junto a otras mujeres, jóvenes y habitantes del barrio protagonizó los eventos de resistencia al desalojo de las primeras ocho familias dictado por un Tribunal de Magistrados de las fuerzas de ocupación israelí. Este evento desató el 10 de mayo las protestas que también rechazaron la violenta incursión al interior de la mezquita de Al-Aqsa durante la celebración del Ramadán.

Como sabemos, las protestas fueron respondidas con represión y brutales ataques por parte del estado sionista y genocida de Israel semanas atrás. Los 11 días de ataques de Israel en la Franja de Gaza dejaron más de 200 muertos entre la población civil, entre ellos 63 menores.​​​​​​​

A causa del contundente rechazo de la población palestina, que protagonizó incluso una huelga general y la enorme solidaridad internacional ante las provocaciones y ataques, las autoridades israelíes pospusieron la decisión final sobre las órdenes de desalojo hasta diciembre. La tensión se mantiene igual debido a la amenaza de los colonos de ejecutar en los hechos la expulsión de los habitantes del barrio.

Tras el cese de los ataques con una política de hostigamiento y represalias desde Israel prometían encarcelar a cientos de palestinos y palestinas luego de las masivas protestas. La prisión a Muna y su hermano Mohammed es un intento más de amedrentar a los jóvenes que son los rostros de quienes una vez se pusieron de pie para resistir.

Hablamos de las nuevas generaciones que se expresan y utilizan la tecnología para visibilizar los atropellos de las fuerzas de ocupación israelí. Esas generaciones que no se callan y siguen manteniendo viva la llama de la resistencia a la violencia de una ocupación a la que está sometida la población palestina desde hace 70 años.