- Ya se perdieron más de 100.000 hectáreas de bosques y tierras de cultivo. Los incendios están causados por las extremas temperaturas que se están registrando en el verano Europeo, producto del avance del calentamiento global.
Redacción
En el marco de una de las peores olas de calor en la historia de Europa, los incendios en Grecia han generado un desastre ecológico, el más importante en varias décadas, según lo definió el propio Primer Ministro griego.
Se calcula que el fuego destruyó más de 100.000 hectáreas de bosques y tierras de cultivo, tres personas murieron y otros cientos debieron desplazarse de sus hogares. Más de 150 casas fueron arrasadas por el fuego.
En un país mediterráneo acostumbrado a las altas temperaturas, los incendios forestales son relativamente comunes. En promedio, cada año unas 2.000 hectáreas se veían afectadas por este tipo de incendios. Pero esta vez las proporciones fueron inéditas: llegaron a registrarse casi 600 focos de incendio desde finales de julio.
Cientos de bomberos siguen trabajando para tratar de contener el fuego, ayudados por brigadas internacionales. Afortunadamente, las lluvias de la última noche colaboraron en que la situación pase a estar «controlada», según un portavoz de los bomberos: «No hay focos activos de gran tamaño, solo focos dispersos», aseguró.
Las consecuencias del desastre no son sólo ambientales, sino también económicas: miles de hectáreas de áreas de cultivo y pastoreo se han perdido.
Los incendios están siendo un problema en varios países de la zona mediterránea, que está registrando temperaturas muy superiores a los 40°C. En Sicilia, Italia, esta semana se registró la que puede ser la temperatura más alta de la historia de Europa desde que hay registros: 48,8°C.
Turquía es otro país fuertemente asediado por incendios forestales debido al calor extremo. También en el norte de África en países como Argelia se están registrando fenómenos similares. En ese país 69 personas murieron por los incendios.
El verano del hemisferio norte está siendo uno de los más extremos de las últimas décadas. En Julio, una ola de calor afectó severamente a Canadá y el norte de los Estados Unidos. Más de 400 personas murieron.
Estos hechos coinciden con la publicación del último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) que advierte que el calentamiento global se está acelerando. Esto significa que las temperaturas extremas como las que estamos viviendo serán fenómenos cada vez más usuales.
