• El gobierno derechista de Víktor Orbán impuso un paquete de leyes de discriminación y estigmatización de las personas LGBTI en Hungría. Masivas movilizaciones lo rechazaron.

Gala Chilavert

El pasado 15 de junio fue adoptado por el Parlamento húngaro con 157 votos a favor –entre ellos los de los diputados de Fidesz, el partido de Viktor Orbán, con mayoría de dos tercios- un paquete de leyes que prohíbe:

“La pornografía y los contenidos que representen la sexualidad o promuevan la desviación de la identidad de género, la reasignación de sexo y la homosexualidad» para que no sean accesibles a menores de 18 años.

Esta prohibición fue incluida dentro de un paquete legislativo que impulsaba medidas de protección de menores ante la pedofilia, las cuales fueron introducidas en una enmienda constitucional. De esta forma, con esta maniobra se equipara legalmente ni más ni menos a las personas con una identidad de género autopercibida diferente a su sexo biológico y con una orientación sexual que no responde a la heteronorma con pedófilos.

Según se excusó Viktor Orbán, esta ley otorga «la exclusividad a los padres en la decisión de si quieren que sus hijos reciban educación sexual». Así, en las escuelas se avanza con la prohibición de la educación sexual con perspectiva de género, que ayude a revertir la naturalización de los esquemas patriarcales que invisibilizan y estigmatizan a las personas LGTTBI+.

Pero, desde luego que este no es el único ataque de la ultraderecha en el poder contra la esta comunidad. Desde que llegó al poder en 2010, Orbán y su partido han adoptado una serie de leyes que limitan los derechos civiles para personas LGBTI propiciando un fuerte rechazo a la avanzada sobre los mismos y por el hecho de legitimar un mensaje directamente reaccionario y de odio.

Ya en la Constitución de 2011, aprobada también en solitario por Fidesz, se determinó que el matrimonio era la unión de un hombre y una mujer. Así, en mayo del 2020 se prohibió el cambio de identidad de género a personas trans y en diciembre de ese mismo año se prohibió a parejas del mismo sexo la adopción.

“Hungría protege el derecho de los niños a identificarse sobre la base de su sexo”, dice el texto de la enmienda, que especifica que “la educación se imparte de acuerdo con los valores basados en la identidad constitucional y la cultura cristiana del país”.

Desde ya que no es exclusivo del gobierno de Orbán el llevar a cabo este tipo de ataques. Los gobiernos y partidos de la nueva derecha como Bolsonaro en Brasil, Marine Le Pen en Francia, entre otros, tienen como foco de sus ataques a la comunidad LGBTI y sus derechos, así como la lucha feminista.

Sin embargo, este tipo de ataques encuentran una enorme resistencia. El día que esta ley se aprobó, una manifestación de 5 mil personas frente al parlamento de Hungría la rechazaba.