Francia: Un gobierno incompetente que nos pone en peligro

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  • La crisis del coronavirus se agrava en Francia al ascender a 3000 la cantidad de muertos en los hospitales según los datos actualizados al 31 de marzo.

Por Santiago Follet

La crisis del coronavirus se agrava en Francia al ascender a 3000 la cantidad de muertos en los hospitales según los datos actualizados al 31 de marzo. Ante esto Édouard Philippe ha anunciado la extensión del confinamiento obligatorio hasta el 15 de abril. Las medidas tomadas hasta ahora se han mostrado insuficientes y dan cuenta de la incompetencia del gobierno que expone a la población al peligro de la pandemia. En este contexto algunos miembros del propio gobierno temen que la crisis sanitaria pueda desembocar en una crisis social. Es necesario y urgente que se tomen medidas a favor de los trabajadores.

Por Santiago Follet. Publicada el 31 de marzo de 2020 en Socialisme ou Barbarie.

La coyuntura de crisis abierta por la pandemia del Covid19 se agrava cada vez más en Francia. Ayer (domingo 30/3), en horas de la noche, Margaux d’Adhémar y otros periodistas de Le Figaro reseñaban la situación de infectados y muertos en el país:

“La frontera de los 3000 (3024) muertos ha sido cruzada este lunes en Francia, cuando en las ultimas 24 hs. se han registrado 418 muertes, siendo esta cifra el salto diario más alto desde el comienzo de la epidemia, según las cifras oficiales presentadas por el gobierno. El número de personas hospitalizadas es cercano a 21.000 (+1592 desde el domingo), recibiéndose un alto porcentaje de personas que han necesitado de reanimación (+424) y donde se han admitido en el día de hoy 5056 pacientes.”

Esta información muestra que Francia se encuentra en una urgencia sanitaria que se acerca más y más a las que suceden en sus países vecinos. Entonces la respuesta del Gobierno debiera de estar a la altura de las circunstancias, aunque no parece ser el caso.

Edouard Philippe: la unidad nacional para no criticar al Gobierno

El sábado, acompañado del Ministro de Salud Olivier Véran, el Primer Ministro Edouard Philippe se expresó en relación a la situación nacional del coronavirus, en defensa de la política hasta ahora desarrollada por su gobierno. Ambos han sido convocados a una audiencia en la Asamblea Nacional el miércoles 1 de abril para dar cuenta de lo actuado hasta el momento. En su anuncio Edouard Philippe manifestó la extensión del confinamiento hasta el 15 de abril sosteniendo todas las restricciones actuales. Agradeció al pueblo francés e indicó que el acatamiento al confinamiento es masivo en toda la república. Además intentó justificar dichas medidas gubernamentales y la estrategia en la necesidad de aplanar la curva de propagación del virus y aumentar la capacidad de recepción de casos graves en el sistema de salud principalmente en los servicios de reanimación.

 Edouard Philippe afirmó que “los primeros 15 días de abril serán todavía más difíciles que los primeros 15 días de confinamiento desarrollados hasta ahora dado que la lucha solo acaba de comenzar.” Esta es la razón por la cual manifiestan desde el gobierno que no es momento de criticarlo y realiza un llamado a la unidad nacional. El Señor Primer Ministro ha sido muy claro: “no dejaré a nadie decir que ha habido una demora en la decisión respecto del confinamiento”. Criticó además a aquellos que “dan lecciones y hacen críticas a posteriori”. Para él, ahora es el momento de la unidad nacional y después “sacaremos en conjunto las lecciones de la crisis”.

Todo aquello que el Primer Ministro no quiere que digamos

Ok, de acuerdo. Si entendimos bien la propuesta del Primer Ministro no deberíamos decir nada respecto de que, en lugar de prepararnos para la llegada inminente del virus, la pareja Emmanuel y Brigitte Macron hayan ido al teatro incitando a los franceses a salir de sus casas. Tampoco deberíamos decir que el Consejo de Ministros del 29 de febrero que debía organizar el plan sanitario fue utilizado para aprobar por decreto la reforma de las jubilaciones que nadie quería. Tampoco decir que durante el propio anuncio del cierre de escuelas el mismísimo Ministro de educación estaba en contra de dicha medida.

No deberíamos osar decir que el gobierno se aprovechó de la situación para emprender una avanzada reaccionaria y militarista para reprimir a “los irresponsables”, privilegiando los militares antes que la sanidad. Un gobierno que ahora declama que aumentará la capacidad sanitaria en términos de camas disponibles pero que ha conscientemente destruido el hospital público en los últimos años. Es el mismo gobierno que les decía a los trabajadores de la salud hace poco tiempo atrás: “que se arreglen como puedan”.

Si no podemos decir que el confinamiento ha llegado tarde, El Primer Ministro deberá perdonarnos si nos permitimos decir que sostener las elecciones municipales del 15 de marzo ha sido un error que puso a la población en riesgo. Al menos debería perdonar a su propia candidata a la Alcaldía de Paris, Agnès Buzyn, quien ha declarado no solo no haber estado de acuerdo con esto sino tampoco con su apartamiento del cargo de Ministra de Salud para participar inútilmente de una elección cuya segunda vuelta el gobierno postergaría de todos modos.

Según el Primer Ministro deberíamos esperar a que termine la crisis para comenzar a plantear la necesidad de un plan sanitario que este acorde a las necesidades de la mayoría de la población: inversión masiva en la salud pública, la revalorización de los trabajadores de la salud, el cierre de toda la producción no esencial, la reorientación de la industria a la fabricación de los productos de primera necesidad para la salud, el respeto del derecho de retirarse del lugar de trabajo por parte de los trabajadores1, la implementación de tests masivos, la distribución de mascarillas, barbijos y alcohol en gel, etc. Según el primer ministro deberíamos tener confianza en el gobierno de los ricos y millonarios y aceptar pasivamente que los trabajadores se mueran mientras se destinan 300 billones a salvar a las grandes empresas. Necesitamos con toda urgencia que se implementen estas medidas en favor de la población trabajadora.

1 NdT: En Francia, las centrales sindicales sostienen el “droit de retrait” (derecho a retirarse) como derecho legal de cada trabajador a no realizar tareas en espacios que no sean seguros.

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