Estos encuentros se dieron después de un año de luchas contra el Gobierno capitalista de Macron, marcado por la batalla de las pensiones y por las movilizaciones contra la violencia policial que siguieron al asesinato de Nahel. Luego de estas movilizaciones, se hacía necesario juntar las fuerzas de les revolucionaries para delinear balances estratégicos de la lucha y para prepararse para lo que se viene.

Para el NPA, este evento representa un éxito militante. Sobretodo si tenemos en consideración que se trata de los primeros encuentros de verano después de la escisión del partido en diciembre de 2022. En ese momento, el grupo que lideraba Philippe Poutuo y Oliver Besancenot había decidido separarse para buscar una alianza electoral con la Francia Insumisa.

A pesar de su partida, la mayoría de les militantes del partido (con la enorme vitalidad de más de 300 compañeres de la juventud) decidió continuar con el NPA, para contribuir a la construcción de una organización anticapitalista revolucionaria con total independencia de clase. Una decisión que se demuestra correcta y necesaria sobre todo en un período en el cual les trabajadores necesitan de un polo político capaz de dar una perspectiva revolucionaria a la lucha contra el gobierno de Macron.

Un encuentro internacionalista rico en debates 

Uno de los aspectos más apreciados por les participantes durante los encuentros de verano fue la presencia de compañeres que vinieron de delegaciones internacionales, en especial de Estados Unidos, Alemaña, España, Grecia, Argentina e Italia, entre otros. Compañeres de otras organizaciones revolucionarias de Francia fueron invitadas a participar también de los debates, especialmente les camaradas de Lutte Ouvriere. Una perspectiva internacionalista más que necesaria, en un período marcado globalmente por la crisis económica, la guerra de Ucrania, así como los golpes de Estado en África.

En este sentido, les compañeres de Socialismo o Barbarie participaron de un debate internacionalista sobre el crecimiento de la extrema derecha en diversos países. Pudimos debatir, entre otras, la figura de Milei, un «outsider» libertario de extrema derecha, que tuvo un batacazo electoral en las primarias presidenciales de Argentina. Su campaña electoral constituye una verdadera declaración de guerra contra la clase obrera en Argentina. Les camaradas del Nuevo MAS, que han militado la candidatura de Manuela Castañeira, declararon recientemente que a pesar del giro electoral a la derecha, las verdaderas relaciones de fuerzas se jugará en las calles. Es por esto que la batalla contra la extrema derecha implica igualmente la pelea contra el ajuste presupuestario del Gobierno actual de Massa y Fernández.

Otro debate internacional contó con la presencia de la compañera Chantal, militante del colectivo Riders Collectives de Alemania, que participó del Primer Congreso Internacional de Trabajadores por Plataforma, en Los Ángeles. Frente a la avanzada de la uberización y contra las empresas de plataforma que precarizan a les trabajadores en todo el mundo, referentes de 17 países se organizaron en un congreso internacional para defender sus derechos de trabajo. Se trata de una experiencia valiosísima para la clase obrera internacional, con la perspectiva de poner en pie una coordinación internacional de trabajadores, en lucha contra la uberización, y de organizar jornadas de lucha y huelgas internacionales para combatir en defensa de los derechos sindicales.

En los encuentros también tuvieron lugar los debates feministas- «Prostitución: un debate sobre la trata y la explotación sexual»- y ecologistas- «Las luchas ecológicas y el movimiento obrero». Conferencias que contribuyeron a la formación de militantes sobre estos temas para poder proponer una intervención revolucionaria en esos movimientos. El debate sobre la prostitución contó con la presencia de más de un centenar de compañeres que vinieron a debatir para construir una perspectiva abolicionista revolucionaria de la explotación sexual.

Los encuentros sirvieron para reunir fuerzas, profundizar los debates de balance y de orientación necesarios, así como para reafirmar los lazos políticos militantes entre compañeres revolucionaries. Un éxito militante para continuar construyendo el Nuevo Partido Anticapitalista revolucionario, para la lucha de clases, contra el gobierno de Macron y los patrones capitalistas.