La idea era compartir con este hermoso campamento algunas de las novedades y la situación de lo que llamamos parte de esta nueva clase obrera. En particular, los trabajadores de reparto por aplicación, antes de eso dar un poco más de marco, para entender sobre el sector a los que quizás no conozcan. Es un sector que ya existía, pero que un poco cambia de signo durante la pandemia, cuando se vuelve un sector esencial por un lado, y al mismo tiempo se masifica y se llena de gente joven, de gente nueva buscando laburo. Y ahí hay que entender un poco que lo diferente que tiene el trabajo de reparto por aplicación, en algún sentido, es que es una nueva forma de gestionar el trabajo, que transforma la forma en que se gestiona el trabajo. El patrón ya no existe, no es una persona física que está en una oficina de Recursos Humanos sino que se vuelve un algoritmo que controla, regula y organiza el trabajo, y que además bajo este manto del discurso tecnológico de que es un avance en la forma de organizar el trabajo, lo que se esconden son formas de explotación redobladas. Esto tiene varios aspectos en el trabajo por plataformas, el primero y principal es la negación de la relación laboral como tal y, por ende, la negación de la categoría de trabajador. Aparecen estas figuras del autónomo, sos tu propio jefe, que le encanta a los sectores de ultraderecha y que son abanderados de ese tipo de figuras. Por otro lado, esto también lo que quiere es reventar las condiciones laborales de los trabajadores, llevarlas a un siglo atrás; estamos hablando de que se vuelve al trabajo sin vacaciones, sin aguinaldo, sin licencia por maternidad, sin seguro, sin absolutamente nada. Otra cosa particular que tiene este tipo de forma de gestionar el trabajo es el nivel de control sobre los cuerpos y la productividad de los trabajadores que es casi como distópico, por un lado a los repartidores el control sobre la velocidad, el control sobre la localización, sobre la cercanía con otros compañeros. Pero no es solo algo de ese sector sino que se empieza a utilizar en otros sectores; por ejemplo en Amazon, en las líneas de producción de cajas, tienen aplicaciones que les miden el desgaste muscular de cuánto usan el brazo para que la aplicación les diga «ahora cambiá al otro brazo» y exprimir al trabajador hasta la última gota de sudor durante la jornada laboral.

Cuarto, una cosa que es muy importante, que es nueva en esta forma de gestionar el trabajo, es el nivel de atomización y de fragmentación que genera. No hay lugar de trabajo, no hay un lugar donde nos encontremos, donde vayamos al baño, no hay nada de eso. No hay tampoco derecho a la organización sindical, no hay sindicatos. Entonces, en definitiva, cuando uno ve todos los componentes juntos, lo que se encuentra es que estamos frente a un sector del empresariado que está a la vanguardia de profundizar las condiciones de explotación que vivimos los trabajadores. Lo que llamamos siempre la «nueva explotación del siglo XXI», viene con todos estos problemas por un lado, que es pelear hasta por lo más básico: pelear porque te reconozcan que sos laburante, que te permitan organizarte con tus compañeros. Por eso es tan dura la pelea por el reconocimiento del SiTraRepA; tiene una razón, que es que toca y cuestiona una cosa que es muy profunda, que estos tipos quieren imponer. En ese sentido, la pelea contra estos gigantes que son Uber, Amazon, Pedidos Ya, es claramente una lucha anticapitalista, pero así como viene con problemas también viene con un montón de potencialidades, de nuevas formas de organización. Hace dos años que somos parte de un frente único que se llama UWA (UnitedWorkAction), donde organizaciones de repartidores, de conductores, de todo el mundo, nos juntamos semanalmente, a pensar qué podemos hacer con esta situación. Ese espacio es sobre la base del acuerdo de la independencia de los gobiernos, de las empresas, y del acuerdo de pelear por el reconocimiento laboral. Desde ahí, lanzamos campañas y acciones, porque hay algo muy loco del sector, que es que estas multinacionales igualan, universalizan, las condiciones de trabajo. Entonces lo que pasa, es que el pibe en Alemania está en iguales condiciones que el pibe de Argentina y el de Hong Kong. Es decir, son capitales internacionales, y ahí, esta igualación de las condiciones laborales, en algún punto clarifica mucho a los compañeros, genera una gran identificación entre el pibe que está en la otra punta del mundo con el repartidor que está acá en Argentina, eso genera muchos lazos de solidaridad, y también una gran oportunidad para organizar cosas.

El puntapié inicial fueron los viajes a Bruselas, que estuvo todo organizado por un sector del reformismo europeo que, por supuesto, le quiere imprimir una orientación a las activistas que es «vengan conmigo que yo les soluciono todo con una ley». Esa orientación es criminal; primero, porque desarma a los compañeros, los saca de la calle para volverlos asesores legales de los diputados; y segundo, porque nosotros vemos en perspectiva que son tipos que piensan que se puede conciliar con las empresas, y transar para ser una categoría de trabajadores de segunda.

Por eso, Bruselas fue todo un debate, donde desde el SiTraRepA fuimos a plantear un debate estratégico que es por el lado de la organización de base que vamos a conquistar los derechos. También nos abrió una puerta muy importante, de conexiones y contactos con compañeros de todo el mundo, que obvio están todas estas condiciones objetivas del sector pero también está el espacio que se ganó el SiTraRepA, que es una referencia para los compañeros, tanto por la cantidad como también por la forma en que nos organizamos, las paradas solidarias como espacio, no esa idea de que el compañero tiene que venir a vos sino que vos vas al compañero,y lo vas a encontrar. Entonces, ahora estuvimos lanzando la campaña de puntos de apoyo, que son paradas solidarias a nivel internacional, donde van a participar más de siete países, y ya se han hecho en todo el mundo. El fruto de eso, que estamos re contentos, es la puesta en pie del 1er Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas, que se va a llevar adelante en abril, en Los Ángeles, California, Estados Unidos; que fue una orientación del SiTraRepA, junto con SoB, de ir a dar esa pelea estratégica para que haya un espacio de organización que tenga en el centro la organización de base. Así que es un Congreso en el que van a participar por ahora más de 13 países: Argentina, Estados Unidos, Paraguay, Ecuador, México, Colombia, Brasil, España, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Italia y hay un plan para llegar a Hong Kong.

No es solo una pelea de los repartidores, sino que también nos pone en contacto con esto que llamamos la ola de nuevo sindicalismo de base que son los compañeros de Amazon, de Starbucks, que son todos pibes jóvenes como nosotros, que se vienen organizando desde la base y que esa también es la novedad del siglo XXI, que son la primera línea esos pibes, que se enfrenta al capitalismo que nos quiere robar el futuro a los jóvenes.