El PSOL en peligro

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  • La Ejecutiva Nacional aprueba la federación partidaria con la Rede Sustentabilidade. Es necesario que la base del partido se levante contra este duro golpe al carácter socialista del PSOL.

Antonio Soler

En el día 30 de marzo, la Ejecutiva Nacional del PSOL, con votos a favor del MES  y la abstención de Resistência y de Insurgência, aprobó la Federación Partidaria con la Rede Sustentabilidade. Esa votación, de ser confirmada por el Directorio Nacional el 18 de abril, significará un salto en calidad en el proceso de destrucción de la independencia de clase del partido y de su democracia interna. Esta situación exige de la izquierda radical un amplio llamado a la movilización de la base para revertir el proceso que está llevando a la liquidación política del partido.

Como es sabido, la federación partidaria surgió como medida paliativa por la reaccionaria cláusula de barrera, según la cual si el partido no obtiene ese año el 2% de los votos perderá el Fondo Partidario y tiempo gratuito de radio y TV. Mientras tanto, la federación en la actual coyuntura puede significar una tremenda trampa si fuera a operarse de manera oportunista, que es lo que exactamente ha hecho la mayoría de la dirección partidaria con el apoyo directo del MES y vergonzante de Resistência e Insurgência.[1]

Para Resistência, el PSOL habría cometido un “error” apoyando la federación con la Rede. En una nota dicen que tuvieron un posicionamiento “nítido” en la Ejecutiva del PSOL contra la federación. Pero los compañeros ni siquiera se dignan a explicar por qué, si de hecho consideran que esa decisión es un error, se abstuvieron en vez de votar en contra.

El problema más profundo de lo que es apenas una táctica “centrista” de Resistência, pues esa corriente fue una variante posibilista/campista en la que las fronteras de clase parecen haber desaparecido. Infelizmente están al servicio desde su ingreso al partido de la liquidación de la independencia política del PSOL.

De la misma forma que otras corrientes, estos compañeros –que defienden la línea de “Lula sí, Alckmin no”, no parecen considerar que ingresar en un frente amplio con la burguesía significa una ruptura con la independencia de clase, que entrar en una alianza electoral de esta naturaleza es desarmar completamente al partido, es impedirle presentar un perfil propio en las elecciones.

Y, lo que es más grave, esa táctica desarma totalmente frente a la principal necesidad política de hoy, que es llevar una línea clara de exigencia y denuncia para que Lula, el PT, la CUT y todos los aparatos que dirigen al movimiento de masas que impulsen la lucha directa contra Bolsonaro –único método seguro para derrotar política y electoralmente al neofascista y su movimiento. Así, tenemos en curso una ruptura con los principios de la independencia de clase en relación a la burocracia y la burguesía, con la estrategia de movilización permanente para derrotar al neofascismo y de la construcción de un partido revolucionario para superar el lulismo por izquierda.

No se defiende al partido atacando su independencia de clase

Los compañeros del MES, en su nota para justificar la adhesión a la federación con la Rede, ensayan alguna explicación, pero infelizmente es poco convincente desde el punto de vista de quien se coloca en el campo del marxismo revolucionario. Afirman que, a pesar de defender una candidatura propia en la primera vuelta de las elecciones, el riesgo para el PSOL es ingresar a un gobierno de Lula a partir del 2023 y que la federación con la Rede es un problema apenas táctico[2]. Según el MES, una federación con el PT no sería posible porque nos colocaría en un proyecto de sustentación del régimen burgués. Con la Rede, el cuadro sería otro, pues la correlación de fuerzas es favorable al PSOL y garantizaría una bancada de oposición al gobierno del PT a partir del 2023. Pues como la Rede es un partido “pequeño burgués con aspectos progresivos, serían aliados en varios temas por izquierda.

No podemos tener acuerdo con ninguna de estas tesis. En primer lugar, es obvio que la cuestión de la federación es táctica, pero lo tratan así para sacar el peso político de la terrible decisión que ayudó a tomar a la mayoría de la dirección del PSOL. Dependiendo de con quién procuramos componer una federación, la decisión táctica afecta a la estrategia. En primer lugar porque, al contrario de lo que dicen, la rede no es un partido apenas pequeño burgués con un ala progresiva que sería aliada en determinados temas. Desde todos los ángulos que se lo pueda mirar, es un partido burgués por su programa, métodos, financiamiento y dirección. Vota ataques terribles contra los trabajadores, como la reforma previsional, a favor del Impeahment a Dilma –que fue decisivo para la ofesniva reaccionaria de los últimos años- y la diputada estadual de Rede en São Paulo esta semana dio un voto decisivo para aprobar un duro ataque a la carrera del magisterio paulista. Sin mencionar que son financiados por socios del banco Itaú.

Desde el punto de vista de la estrategia de mantenerse siempre independiente, este posicionamiento no fue apenas un error político, confirma un zigzag que es común en el MES. De la misma manera que apoyaron el Lava Jato, aceptaron financiamiento del capital y quisieron entrar en la lista de elección de la Cámara de Baleia Rossi. Ahora, tenemos una posición a favor de una federación partidaria con la Rede que suspende –para decir lo mínimo- totalmente el carácter socialista del PSOL que aleja a quienes están rompiendo o ya rompieron con el PT por izquierda.

Además de entregar totalmente la independencia política, esa votación fue un plato lleno organizativo para la dirección mayoritaria, que tiene tomada la decisión de la liquidación total del PSOL como partido independiente de los patrones y la burocracia lulista. La federación con la Rede dará aún más peso a la mayoría en lo que respecta a la línea política, una vez que los partidos que hacen parte de la federación son obligados a tener alineamiento parlamentario. Lo que ocurrirá es que con el peso de la Rede en la federación –aunque sea minoritario- la presión de nuestra política hacia la derecha sea aún mayor.

Este hecho deja evidenciado que los ejes programáticos presentados al público, en los cuales no hay una sola referencia a la lucha anticapitalista, el socialismo o siquiera medidas que de hecho sean parte de las necesidades de los trabajadores. Todos pueden pasar por políticas públicas de cualquier partido de centro (burgués) podría adoptar. O sea, además de contribuir con la restricción aún mayor del espacio de la izquierda socialista dentro del PSOL, inviabiliza una disputa real con el reformismo en su interior. El MES aprueba en este paquete liquidacionista un programa común que suspende el socialismo y las medidas anticapitalistas de transición por cuatro años, como mínimo[3].

Lo que vemos en el MES, Resistencia e Insurgencia es una disolución total de las fronteras de la independencia de clase. De forma totalmente oportunista, esas corrientes, en una situación de tensión política, como la polarización electoral entre Lula y Bolsonaro o los riesgos de la Cláusula de Barrera, están colaborando directamente con la disolución política del PSOL. Y lo que está detrás de esas aparentes preocupaciones legítimas es una falencia político-estratégica, la ganancia inmediata sin criterios de clase para elegir más parlamentarios y abrirse espacio en los aparatos del Estado y los movimiento sociales dirigidos por el lulismo.

La lucha por el fondo partidario y por el tiempo de TV no se hace traicionando el proyecto original del PSOL de partido independiente, mas sí con tácticas en esa línea. Sería perfectamente una federación partidaria con los partidos de izquierda socialista que hoy están por fuera del PSOL. Estos sectores, a pesar de no tener parlamentarios electos, representan una dinámica de podría crear una sinergia política que contagiase a sectores de masas, posibilitando que se garantice la “legalidad plena”. Además de eso, podríamos tener una federación clasista con una candidatura que cumpliese el papel de impulsar la movilización permanente para derrotar a Bolsonaro, el no ingreso en el frente electoral burgués con Lula y Alckmin, como admiten que es razonable estos sectores que poayron directa o indirectamente la federación con la Rede.

La votación de la federación con la Rede del Ejecutivo Nacional será sometido a la aprobación del Directorio Nacional (18 de abril) y la táctica electoral a la Conferencia Electoral (30 de abril). Abril es un mes decisivo para el destino del PSOL, por eso es necesario exigir que esas decisiones no sean tomadas sin consulta a la base del partido, como ha sido hecho reiteradamente. Es preciso exigir a las direcciones el más amplio debate en todos los núcleos, sectoriales e instancias de dirección tanto sobre el tema de la federación como la táctica electoral. En ese sentido, además de los posicionamientos contra esas dos vías combinadas de liquidación del PSOL como partido independiente, es necesario luchar para que el Directorio Nacional apruebe una resolución que garantice que esas dos decisiones sean tomadas en Conferencia con delegados elegidos directamente por la base.


[1] En la votación del Ejecutivo Nacional (de 19 miembros), hubo 12 votos favorables – Primavera Socialista  (4 votos), Revolução Solidária (3 votos), Subverta (1 voto) e MES (4 votos) -, 4 en contra – Fortalecer (2 votos), APS (1 voto) y Comuna (1 voto) – y 3 abstenciones – Resistência (2) e Insurgência (1). Con la abstención cobarde de Resistencia e Insurgencia, una cuenta bien simple da cuenta de que sin el voto liquidacionista del MES, la dirección mayoritaria (PS, RS, Subverta, Resistência e Insurgência) no habría tenido la posibilidad de haber aprobado la federación con la Rede.

[2] Hacen un recuento histórico de las posiciones del PT entre 2003 y 2013 y afirman que principalmente en este último año el partido de Lula cumplió un papel de sustento del régimen durante la rebelión estudiantil. Nos parece claro que tuvo ese papel mucho antes de esa fechas, pero el tema central aquí es el PSOL y su dinámica política.

[3] Se trata de una línea política que para “aprovechar las oportunidades” de diálogo con determinados sectores, de elección de parlamentarios y de la construcción por la superestructura, no respeta la evidente línea de independencia de clase, que significa obviamente perder su carácter radical de esta –o de cualquier otra que inflige sistemáticamente este principio- organización.

 

Firme el manifiesto «El PSOL en la encrucijada»:

Para firmar el documento: https://forms.gle/ocasPrDt81D7ayww5

Lista completa de los firmantes: https://bit.ly/3tMabMF

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