La Casa Blanca emitió este lunes la orden de eliminar la aplicación china TikTok de los celulares de todos los empleados y funcionarios de las agencias federales. El gobierno estableció un plazo de 30 días para hacer efectiva la medida, que alcanza también a los empleados públicos.

La decisión eleva las ya crecientes tensiones de EE.UU. con China, y extiende la disputa estratégica entre las dos potencias también al terreno de las redes sociales.

El argumento para tomar la medida, según la Casa Blanca, tiene que ver con razones de «seguridad nacional»: según sospecha EE.UU., los datos de los millones de usuarios que la aplicación tiene en todo el mundo están a merced del gobierno chino para ser utilizados con objetivos de espionaje.

Casi instantáneamente, Canadá y Dinamarca tomaron la misma medida. Y es probable que más gobiernos de Europa occidental sigan sus pasos.

La decisión, además, puede llegar a ser un paso previo a la prohibición total de la plataforma en los EE.UU., una medida que, según ya adelantaron los Republicanos, intentarán hacer pasar por el Congreso. TikTok tiene decenas de millones de usuarios en EE.UU. y otros tantos en Europa, por lo que no es una decisión tan liviana de tomar.

Ni el gobierno de Estados Unidos ni ninguno de sus aliados que tomaron la misma medida, sin embargo, mostraron pruebas concretas que demuestren que la aplicación propiedad de ByteDance recopila datos que pueden caer en manos del gobierno chino.

Pero incluso aunque se dé el beneficio de la duda -nadie pondría las manos en el fuego por la supuesta «transparencia» del gobierno Chino, adicto a la vigilancia y el control a través de la big data- la verdadera razón de la medida tiene que ver con la creciente disputa estratégica, política y económica entre Estados Unidos y China, que se expresa ya no solo en el terreno comercial. En el capitalismo del Siglo XXI, uno de los terrenos emergentes de esas disputas son las redes sociales.

Esto último se entiende claramente cuando se ve que, sencillamente, las redes sociales occidentales no son ni de cerca mucho más seguras en lo que respecta a seguridad de los datos (ver los numerosos escándalos que tuvo Facebook al respecto, por ejemplo) e incluso su utilización para la manipulación política, como el escándalo internacional de Cambridge Analytica.

La única diferencia entre estas corporaciones como Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp) o ByteDance (TikTok) son simplemente a qué intereses responden.

La medida de Washington no deja de tener un impacto político de tensar aun más las relaciones. De hecho, generó la reacción del gobierno chino, que la calificó de un «abuso de poder estatal» (una acusación hasta chistosa teniendo en cuenta de quien viene), mientras otras organizaciones civiles (incluso estadounidenses) alertaron por la violación al derecho a la libertad de expresión que significaría prohibir totalmente TikTok en el país.