Catalunya: Crónica de un estallido

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Por Xavi Posets

El 11 de setiembre de este año, en el marco de la Diada de Catalunya, describimos el clima político como la calma justo antes de la tormenta que estallaría con la sentencia del juicio a los presos políticos independentistas catalanes. En este artículo pretendemos describir la evolución de este estallido social, a fin de estudiar uno de los movimientos de actual importancia internacional, que a día de hoy sigue en las calles.

Día 1. Lunes, 14/10/2019

Era previsible que el lunes se hiciese pública la sentencia, ya que el fin de semana anterior se habían hecho filtraciones a la prensa, y en dos días se cumplirían 2 años de prisión provisional para Jordi Cuixarts y Jordi Sànchez, siendo el límite de tiempo en el que podían estar presos sin sentencia. Por estos motivos, la respuesta se pudo planificar y convocar.

Por la mañana, junto con la publicación de la sentencia, los CDRs llamaron a paralizar el país, cortando carreteras y vías de tren, sobre todo las salidas de Barcelona, dejando paso libre para todo aquel que quisiese entrar a la capital, centro en el que se darían las principales movilizaciones.

Paralelamente, Tsunami Democràtic, una red ciudadana virtual que ganó peso con la iniciativa de organizar la respuesta, había llamado a los estudiantes a organizarse y vaciar las aulas.Esa mañana bloques de estudiantes salieron de diversas facultades de Barcelona y la UAB,marchando hasta confluir todos al mediodía en pl. Catalunya, en el centro de la ciudad, llegando a ser 25.000 personas.

Una hora más tarde, desde Tsunami Democàtic se hace un llamado a ocupar el aeropuerto del Prat, a 12 km de distancia. Miles de personas, en su mayoría jóvenes, se lanzan de cabeza, colapsando en cuestión de minutos todas las vías de acceso al aeropuerto: atascos en carreteras y las estaciones cercanas de metro y ferrocarril cerradas. La única opción que queda es caminar 4 km por caminos de tierra, que no dudan en recorrer masas de estudiantes con algún que otro turista.

Si no se llega a tomar el edificio, 45 vuelos son cancelados y AENA, la empresa gestora del aeropuerto, registrar bajadas en la cotización de bolsa. Y es en este punto en el que se intensifica lo que será el principal elemento de radicalización de los días siguientes: la represión policial.

Tanto la policía nacional – reforzada en Catalunya con la llegada de efectivos de todo el estado – como los Mossosd’esquadra (policía autonómica bajo responsabilidad del Conseller de Interior del Govern) hacen uso de una fuerza de represión brutal i desproporcionada, atacando a manifestantes por la espalda y a la cabeza, cargando contra gente que en todo momento se manifestaba pacíficamente, utilizando balas de gomas (prohibidas en el territorio), atacando y deteniendo a periodistas por filmar estas actuaciones, etc.

Las protestas aun así continúan hasta la noche, dejando imágenes de algunas pequeñas barricadas en el aeropuerto. Los cortes de carreteras y manifestaciones sin embargo se expanden por todo el país e incluso cruzan la frontera francesa.

Día 2. Martes, 15/10/2019

El territorio se levanta a primera hora con cortes continuados de carreteras y líneas de tren. Las manifestaciones al largo del territorio se reproducen a medida que pasan las horas. Por la tarde, una concentración de 40.000 personas alrededor de la delegación del gobierno español en Barcelona toma protagonismo, donde la policía vuelve a cargar. Otras 9.000 y 6.000 personas respectivamente se concentraban en las respectivas subdelegaciones del gobierno en Girona y Lleida.

Sin embargo, las imágenes de la represión policial contra manifestantes que de forma totalmente pacífica ocupaban el día anterior el aeropuerto circulan por las redes. Se constata que un joven de 22 años ha perdido un ojo por recibir el impacto de una bala de goma disparada por la policía nacional.

Todo esto provoca un cambio de conciencia para sectores de jóvenes, que pasan de “la revolución de las sonrisas” a la defensa en las calles, identificando a la policía como parte del problema del atropello a las libertades, y dando cuenta que si no te defiendes de ella la represión te cae igual.

Por lo que sobre la noche se pudieron ver las primeras barricadas incendiarias en la ciudad de Barcelona, así como lanzamientos de objetos a los cuerpos de “seguridad” y un sinfín de violencia policial que será visualizada por redes al día siguiente.

Día 3. Miércoles, 16/10/2019

Empieza la cuenta atrás para el viernes, día en el que se ha convocado huelga general en Catalunya. Desde el sindicato de Estudiantes convocan una huelga de 72 horas, empezando el miércoles. Òmnium i ANC convocan por su parte les “Marxes de la Llibertat”, 5 trayectos por las principales vías y autopistas del país por las que miles de personas caminaran al largo de estos tres días en respuesta a la sentencia.

La atención mediática sin embargo apunta a los disturbios del día anterior, en especial a las barricadas y a los comportamientos “violentos” de los manifestantes, olvidándose de los videos de violencia policial desmesurada que circulan por las redes. Asistimos pues a la criminalización de la lucha en la calle y del movimiento independentista.

A la tarde, una manifestación masiva convocada por los CDRs llenó las calles. Allí, bajo el lema de “Que se vayan” y “Tenemos mucha mierda por limpiar”, miles de personas lanzaron metros y metros de papel higiénico, cubriéndolo todo y pidiendo la dimisión del Conseller de Interior, Miquel Buch, y la retirada de la policía nacional y la guardia civil sobre territorio catalán.

No obstante, el proceso de radicalización se cataliza, dejando la noche del miércoles con más barricadas incendiarias, algún lanzamiento de cóctel molotov e incluso un lanzamiento de cohete de pirotecnia contra un helicóptero de la policía. Las llamas prenden por accidente 6 vehículos particulares, y la ciudad parece sumida en el caos para los amantes del orden.

Imágenes que aprovecha la prensa (no toda, pero sí la más vista) para escampar el miedo a los manifestantes mientras la policía campa impunemente, apalizando y deteniendo a personas por estar en la calle, ni siquiera formando parte de ninguna manifestación.

Un detalle que hace falta remarcar es la solidaridad que se mostró en Madrid con la causa catalana, donde centenares de personas se concentraron a favor del derecho a autodeterminación y en contra de la represión policial. Una contramanifestación fascista agredió a algunos manifestantes, y la policía hizo poco para detenerlos. Más tarde esta sí cargaba, pero contra antifascistas.

Día 4. Jueves, 17/10/2019

El día amanece con todas las portadas mostrando la “violencia” en las calles de Barcelona. El Governcatalà, siguiendo el juego al Gobierno español y a su prensa servil, condena la violencia y pide la pacificación de las protestas, denunciando a los “violentos”. ERC directamente llama a desmovilizar, y el president Quim Torra llama a llenar las calles -¡Siempre sin violencia! – mientras el Consellerde Interior de su gobierno y partido mando a los Mossos cargar contra los manifestantes.

El acto central es una manifestación masiva de los CDRs en el centro de Barcelona. Sin embargo, lo que destaca es otra manifestación mucho más minoritaria, de unos 200 fascistas, que mantienen tensión con una contramanifestación antifascista, separadas por la policía. Volvemos a ver la complicidad de los cuerpos del estado con los nazis, y es que vuelven a cargar en su mayoría contra antifascistas. “Inexplicablemente”, los fascistas se desplazan 4 km caminando por la ciudad sin que la policía los pueda parar, armados con barras de hierro y acercándose cada vez más a la manifestación de los CDRs. Finalmente, un grupo de ellos se encuentra con joven independentista al cual le propina una paliza.

Día 5. Viernes, 18/10/2019

Huelga general contra la sentencia y la represión. A primera hora ya se presenta el día como la jornada con más cortes de carreteras, destacando la participación de los Chalecos Amarillos para cortar el paso de la Jonquera. Los estibadores del puerto de Barcelona secundaron la huelga, ya que ven la sentencia como un ataque a sus derechos para manifestarse. En el resto de sectores, la huelga fue seguida de forma desigual.

Las “Marxes per la Llibertat”, que venían caminando desde el miércoles y desde diferentes puntos, confluyeron para entrar en Barcelona de forma masiva por la tarde, dando un ambiente de festividad y reivindicativo, con más de 500.000 personas en las calles.

Sin embargo, unas horas antes la policía ya había cargado contra diversos estudiantes que se encontraban sentados a metros de distancia del cordón policial. Unas cargas que se realizaban muy pronto, y que daban una pista de la dinámica de las próximas horas.

Ese día se utilizaron gases lacrimógenos antes de llegar la noche, carruseles (conducir a altas velocidades entre manifestantes para dispersarlos) y más y más detenciones y palizas. 3 personas más perdieron la visión de un ojo por impacto de bala, y otra persona se encuentra en el hospital en estado grave.La imagen de las televisiones, una vez más serían para los pocos manifestantes que contra la persecución policial lanzaban piedras y encendían barricadas.

Día 6. Sábado, 19/10/2019

Las movilizaciones y cortes de carreteras continúan. Se convoca una manifestación contra la represión en el mismo escenario donde el día anterior había sucedido la mayor parte de la lucha, por lo que se preveía una acción tensa. Aun así, algo cambió.

Al largo del día, representantes de ERC, CCOO, UGT, Ada Colau y diversas patronales se reúnen para disminuir y poner fin a todas las violencias. Paralelamente, ERC, CCOO, UGT crear un cordón sanitario entre manifestantes y policías con el mismo fin. Casualmente, ese día no hay disturbios, o más bien marginales. Los que llamaban a la desmovilización ahora van de héroes. Pero solo hay que repasar los primeros días para saber que las barricadas vienen después de las cargas, y que gente con las manos al aire no para porras, sino las ordenes que reciben los que las manejan.

Día 7. Domingo, 20/10/2019

Siguen las movilizaciones y cortes al largo del todo el territorio, siendo Barcelona el centro de todas las actividades. La falta de presencia de la policía –o más bien de represión- da pie a ocupar las calles de forma masiva y hasta largas horas de la noche sin necesidad de crear barricadas.

La política de estos últimos días, tanto del gobierno catalán como español, sigue siendo la desmovilización de un movimiento que elige las calles como lugar donde llevar a cabo esta lucha, con una mayoría de jóvenes. Primero criminalizándolo, y luego buscando alternativas estériles pactadas con las patronales.

El saldo de la primera semana es pues de 600 personas atendidas por heridas, 14 ingresadas en estado muy grave, y 4 que han perdido la visión de un ojo por disparos de balas de goma. 194 personas detenidas, de las cuales 18 han ingresado en prisión provisional y 78 pasan a disposición judicial.

Para salvar el desgaste que todo esto supone hay que continuar en las calles de forma constante e interrumpida, creando y participando en asambleas donde discutir cómo seguir y marcar objetivos sociales a fin de enriquecer esta lucha con la clase trabajadora, creando puentes de solidaridad por todo el Estado contra el mismo régimen que nos oprime.

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