Brasil: El 29 de mayo consolidó una coyuntura favorable para luchar en las calles

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  • Empeñar todas las fuerzas para mantener una dinámica de movilización que masifique la lucha hasta derrotar a Bolsonaro.

Antonio Soler

Como había sido marcado por la movilización previa de varios sectores, los actos del sábado pasado, 29 de mayo, representaron un importante cambio en la disposición política de la amplia vanguardia de la juventud y de la clase trabajadora que refleja a su vez un cambio en los humores políticos de sectores de masas. Ahora es necesario luchar para masificar las movilizaciones en las calles, condición fundamental para derrotar a Bolsonaro de hecho.

Como dato importante, además del acto de la capital paulista, que reunió en la tarde del día 29 de mayo cerca de 30 mil personas en la Avenida Paulista, hubieron actos en más de 200 ciudades de Brasil y en 14 ciudades fuera del país.

Los números aún están siendo estimados, pero el conjunto de los actos, donde primaron los cuidados sanitarios y el distanciamiento social, ciertamente pasaron las 400 mil personas de conjunto.

Además de ser actos políticos, con tendencia ascendente, para derrotar a Bolsonaro, con la amplia participación de sectores de vanguardia que no están organizados, contaron con la presencia predominante de jóvenes, mujeres y negros/as, indicando así que esos sectores continúan siendo la vanguardia de los procesos de resistencia.

El 29M ocurrió en la misma fecha en que Brasil ya alcanzaba más de 460 mil muertes por el Covid-19, sin hablar del desempleo que alcanza oficialmente a cerca de 15 millones de trabajadores y el hambre que afecta a cerca del 60% de los brasileros.

A partir de la CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación), la caída de la popularidad también se expresó en el repudio a los actos de genocidio contra el pueblo negro ocurridos el día 13 de mayo y fueron un importante indicador de la tendencia de crecimiento de la lucha en las calles a pesar de la política de la dirección mayoritaria de los movimientos de masas.

Tuvo lugar un importante punto de inflexión en la disposición política de los explotados y oprimidos. Los actos fueron, de esta forma, resultado de esos factores objetivos sumados a la presión creciente desde la base para superar la estrategia de las direcciones del movimiento de masas de desgastar a Bolsonaro para derrotarlo recién en 2022.

Es hora de masificar la lucha

Los actos no fueron rayos en un cielo sereno. Factores objetivos y subjetivos pudieron precipitar el 29M y abrir una nueva coyuntura en la que la lucha de calles contra el gobierno se instale efectivamente.

Un proceso de resistencia molecular ya venía teniendo lugar desde comienzos del año, pero se perdió por la política inmovilista de la mayoría de la dirección del movimiento.

A pesar de la estrategia de jugarse a la derrota de Bolsonaro por la vía electoral, lo que es una tremenda utopía propia de los sectores burocráticos, puesto que el bolsonarismo es una fuerza extraparlamentaria de extrema derecha que no va a dejar el poder solo por los medios institucionales. La presión desde abajo es la posibilidad de que Bolsonaro no se recupere y solo puede lograrse con la presión a las direcciones del movimiento para que cambien esa orientación.

El cambio de línea de la burocracia no es auténtica, busca solo aprovechar las calles como factor de contención de una posible recuperación de popularidad y electoral del gobierno. Por eso precisamos exigir que Lula, que no convocó a las movilizaciones, el PT y la CUT movilicen a sus bases sociales, pero no podemos tener ninguna confianza en que lo hagan.

Solo podremos derrotar a Bolsonaro, que a pesar de su desgaste sigue teniendo el apoyo de sectores de la clase dominante, del Congreso y de las fuerzas represivas, con acciones sistemáticas en las calles. Así, la unidad entre los movimientos que están en la vanguardia y la clase obrera y los trabajadores organizados en general se vuelve fundamental.

La juventud, las mujeres y las y los negros están cumpliendo un papel fundamental en este proceso, pero precisamos incorporar a más sectores a la lucha, como a los trabajadores de la Electrobras, de los Correos y del Saneamiento Básico, y sus demandas.

Así, sin perder las banderas más políticas que unifican a la clase trabajadora como un todo (Vacuna para todos, Salario-Mínimo, Distanciamiento Social, Defensa de los Estatales y de los Servicios Públicos, Fuera Bolsonaro y Mourão y Elecciones Generales), que dan una salida política para este momento, precisamos también levantar las demandas y las luchas de tales sectores.

Por otro lado, desde el punto de vista político-organizativo, para que el próximo día nacional de lucha por el Fuera Bolsonaro – previsto para el próximo día 13 – reuna millones de personas, es preciso construir desde las bases de los diferentes sectores, movimientos y organismos de lucha independiente de la burocracia un calendario de actos estaduales y nacionales que culminen en una Huelga General para imponer el impeachment del neofascista.

Liberación de las patentes, vacuna para todos

 Ayuda de emergencia equivalente a 1 Salario-Mínimo

Confinamiento a nivel Nacional

Huelga General por el impeachment

Fuera Bolsonaro  Mourão

Elecciones Generales

 

Traducido del portugués por Luz Licht

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