Bolsonaro pone fin al control de la producción, circulación y comercialización de armas y municiones

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  • Bolsonaro apuesta a la catástrofe socio-sanitaria y suma a su negacionismo genocida más medidas para armar a su base social protofascista.

Por Antonio Soler

En estos últimos días, con la inmensa cantidad de hechos relevantes, pasó desapercibida la revocación (17/04) por Bolsonaro de tres Ordenanzas del Ejército que definían reglas de rastreo, identificación y seguridad en la producción, importación y comercialización de las armas de fuego.

Bolsonaro con su decreto derribo tres ordenanzas:

La primera creo el Sistema de Rastreo de Productos Controlados por el Ejército (SisNaR). En esa norma, personas físicas o jurídicas deben volcar en los sistemas datos sobre la producción, importación o comercialización de armas, municiones o explosivos. La retirada de esa norma, dificulta el control sobre la totalidad del armamento y municiones, legales e ilegales, que circulan en el territorio nacional.

La segunda normativa versaba respecto a la instalación de un dispositivo de seguridad en las armas de fuego que identificaba la inscripción del nombre del fabricante, calibre, número de serie y año de fabricación. Eso ayudaba a controlar la procedencia, fabricación y el origen de las armas, así como la forma de utilización.

La tercera regulaba la marcación de estuches y cartuchos de munición en todo el territorio nacional. Con esa medida, cada 10 mil unidades de municiones deberían utilizar un único código de rastreabilidad, con fracciones menores de ese mismo código en hasta mil ítems.

Esa ordenanza ayudaba a rastrear los proyectiles utilizados en crímenes, acciones policiales o del ejército, una forma de identificación de a que lote pertenecía tal o cual proyectil utilizado. Marielle Franco, por ejemplo, fue asesinada por municiones de un lote que había sido derivado a las fuerzas armadas. Sin esa identificación, sería aún más difícil rastrear a los responsables y autores de los asesinatos contra el pueblo o contra representantes de los trabajadores

Al contrario de lo que argumento Bolsonaro en uno de sus posteos en twitter, “tiradores y coleccionistas: determine la revocación de las ordenanzas Colog [Comando Logístico del Ejército] nº 46, 60 y 61, de marzo de 2020, que tratan del rastreo, identificación y marcación de armas, municiones y demás productos controlados por no adecuarse a mis directrices definidas en decretos”, las reglas de control de armas, municiones y explosivos revocadas por él se abren para un arco de actividades (sic) mucho más allá de la práctica de “tiro deportivo”.

Ese decreto de Bolsonaro derriba todo un sistema de control de la producción, circulación y comercialización de armas y municiones. Además de dificultar el rastreo del tráfico, desvío y robo de armas y municiones – realizadas por el crimen organizado, narcotráfico y milicias, que tienen penetración en todas las instituciones del Estado -, esa medida también torna mucho más difícil la identificación de la responsabilidad del crimen organizado y de los agentes del Estado en relación a los homicidios en Brasil.

Una de las primeras medidas de Bolsonaro frente al poder central fue facilitar la adquisición de armas de fuego, posibilitando que cada propietario pueda adquirir y portar hasta 4 armas en casa o un establecimiento comercial/industrial – medida que alcanza claramente a parte de su base social, ferviente defensora de su política de exterminio. Sólo no libero la portación general o uso de armas porque encontró resistencia en la opinión pública, en el movimiento social, en el Congreso y en el poder Judicial.

Aquí no se trata de una visión pacifista o contraria al armamento de la población, al contrario. La cuestión es que la política de armamento de Bolsonaro tiene un claro sentido protofascista, sirve para armar a su base social – compuesta por parte de la clase dominante, de la pequeño-burguesía, de las fuerzas armadas, de la policía y de las milicias – para aplastar al pueblo trabajador, al movimiento social/sindical y a la izquierda.

En un momento de creciente polarización política, debido al avance de la pandemia, crisis económica y social, las medidas anteriores y este último decreto son una señal de luz verde para el crimen organizado (traficantes y milicias), para el exterminio de la población negra a través del Estado y para que el bolsonarismo pueda atacar al movimiento social, las organizaciones sindicales y a los partidos y organizaciones políticas identificadas con las causas de las y los trabajadores y oprimidos.

Conscientemente, Bolsonaro, y sus aliados, con su negacionismo genocida, además de haber ya causado la muerte de millares de personas, apuestan a un cataclismo socio- sanitario como escenario político propicio para poner en movimiento sus intentos golpistas, para imponer su control absoluto sobre las instituciones del Estado, acabar con todos los derechos de organización y lucha de las/los trabajadores y, así, imponernos una derrota histórica.

Por esa razón, no podemos no reaccionar y responder a la altura las medidas del gobierno que van en el sentido de imponer su proyecto autoritario hasta el final. La primera tarea es – junto con la lucha contra la pandemia a través de la solidaridad y medidas anticapitalistas concretas -, responsabilizar al presidente neofascista, los demás gobiernos y los patrones por el avance de la pandemia. Necesitamos levantar con todas nuestras fuerzas una campaña por el Fuera Bolsonaro y Mourão en unidad de acción con todos/as quienes se dicen democrático/as para echarlo del poder ya. Esto es, literalmente, una cuestión de vida o muerte.

También, como partido (PSOL), además de meternos a fondo en esa tarea de la campaña por el Fuera Bolsonaro, debemos exigir a las direcciones mayoritarias del movimiento que apoyen a los comités de solidaridad que se esparcen por todos los lugares. Esos comités son fundamentales en este momento de resistencia al bolsonarismo, pues, además de organizar la colecta y distribución de alimentos y otros productos necesarios, de a poco van cumpliendo el papel de organizar la lucha por medidas efectivas del Estado para evitar una catástrofe socio-sanitaria, luchar por el Fuera Bolsonaro y por la defensa de los derechos democráticos de las y los trabajadores y de los oprimidos.

¡No a la política protofascista de armamento!

¡Fuera Bolsonaro y Mourão!

¡Elecciones Generales para que el pueblo decida!

¡Por un plan de emergencia de los/as trabajadores/as para enfrentar la pandemia!

¡Todo el apoyo a los Comités de Solidaridad y de Lucha!

Traducción del portugués por Luz Licht

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