• En medio de una crisis social profunda, producto de la pandemia y el ajuste, el país desembolsará 430 millones de dólares para un pago parcial al Club De París.

Redacción

Habrán escuchado decir  al kirhcnerismo que ellos “desendeudaron al país”. Pero siempre omiten casualmente la deuda que el entonces ministro de economía Kicillof tomó con el Club de París. Siete años después, acarremos con 2500 millones de dólares en negativo.

El Club de París, el FMI y Argentina: Una (tragi)comedia de enredos.

El vencimiento del pago con el Club de París fue hace 60 días, luego vinieron los dos meses “de gracia” y ahora “había que pagar para evitar el Default”. Para extender la prórroga Fernández visitó al presidente francés Macron, quien le dijo lo mismo que las autoridades del Club: “Si quieren una prorroga, tienen que tener un acuerdo con el FMI”.

El gobierno hizo lo posible para tener un acuerdo: aprobó un presupuesto bajo los dictados del Fondo, ni siquiera contempló gastos para pelear la segunda ola y recortó varias partidas presupuestarias vía inflación. El Fondo pedía más: reformas «estructurales» como la previsional y la laboral, ambos puntos de una agenda contra los trabajadores que Fernández no puede mostrar antes de las elecciones.

El tiempo pasó y la lucha de los trabajadores, el aumento de contagios y de muertos y la crisis social, fue haciendo que el gobierno pierda el rumbo del presupuesto dictado por el FMI. Se vieron obligados a elevar mínimamente (sin dejar de ajustar) las partidas de gasto social sin lograr frenar la terrible crisis que azota los trabajadores y sectores populares.

El resultado: El gobierno no logra acordar con el FMI. El Club de París no le da prórroga a la Argentina. Fernández y Guzmán tienen que pagar, aunque sea una parte. Los laburantes postergados tienen que pagar los platos rotos, esta vez no de la deuda macrista, sino de la deuda de los “que compraron soberanía”.

Gracias a este pago parcial, el gobierno patea las negociaciones para después de las elecciones. Intentarán llevar adelante las reformas del Fondo para poder obtener un acuerdo y finalmente reestructurar la deuda con el Club De París. Son todas deudas que los trabajadores no tomaron, de dólares que no vieron volcados en ninguna de sus necesidades pero cuyo salda caerá sobre sus espaldas. ¿No es un poco injusto?

Los de abajo deberían estar primero. Que se desconozca la deuda externa y se utilicen esos recursos para palear la crisis sanitaria y social. De lo contrario solo vamos a ver crecer la pobreza, la indigencia y los salarios de miseria.