• El gobierno anunció nuevas restricciones luego del estallido de un nuevo rebrote luego de la liberalización de los últimos meses. Se teme que haya un verdadero colapso sanitario como el visto en otros países europeos.

Redacción 

Debido a una segunda ola de coronavirus en el país, a partir de ayer Alemania impuso un nuevo confinamiento restringiendo la circulación de la población, el cual durará en principio un mes para frenar el avance del COVID-19. Se tomarán medias menos duras que las implementadas durante la primera fase de la pandemia en marzo y abril.

Los casos de coronavirus fueron en alza a partir de la liberalización del confinamiento que se había impuesto al comienzo de la pandemia, llegando el sábado 31 de octubre al mayor número de casos en un solo día desde que empezó la pandemia: el organismo de control de enfermedades infecciosas de Alemania registró 19.059 casos. Esto llevó a que haya según cifras oficiales 2.061 pacientes con coronavirus en terapia intensiva en Alemania, 1.086 de ellos conectados a un respirador.

En este escenario, las autoridades hablan de una cuarentena parcial ya que a pesar de cerrar restaurantes, bares, cines y otros lugares recreativos; escuelas, jardines de infantes y otros comercios no esenciales seguirán funcionando con normalidad. La medida también implica limitar reuniones en lugares públicos para un máximo de 10 personas, aconsejaron abstenerse de viajes no esenciales y los hoteles no pueden alojar a turistas. A su vez, la jefa de gobierno Ángela Merkel le adjudica la responsabilidad del éxito o fracaso de esta medida extraordinaria a cada persona al decir que: “La efectividad de este gran esfuerzo conjunto de noviembre dependerá no sólo de las reglas, sino sobre todo de si se respetan en nuestros círculos privados”, y declaró que “Está en manos de cada uno que este mes de noviembre sea un éxito común, un vuelco”.

Mientras los hospitales están cada vez peor, llegando a estar al borde del colapso sanitario, tal como está pasando en otros países de Europa en donde también está golpeando un segundo brote de COVID-19 con un aumento de los contagios del 41% en una semana. Por ejemplo en España, Italia y Francia los gobiernos se vieron obligados a tomar medidas más estrictas.

En Alemania el sistema de salud está al borde del colapso (el número de pacientes internados con COVID se duplicó en los últimos 10 días antes de las nuevas restricciones) y no resistiría más de unas semanas si sigue empeorando. Con esta situación prometen que la nueva cuarentena será cosa de un solo mes, apuestan a que al evitar solo las actividades recreativas y apelar a la sensatez de la gente disminuyan drásticamente los casos y le brinde un respiro los hospitales. De no llegar a la meta esperada, en la reunión prevista por Merkel luego de las dos primeras semanas se reevaluará un posible ajuste de las medidas.