Alemania: El capital no conoce el perdón

0
11

 

  • Las exportaciones alemanas alcanzan un nuevo récord en medio de la crisis del coronavirus. Los beneficios obtenidos son a costa de los trabajadores. Aumenta el trabajo precario.

Simon Zeise 

A pesar de la mayor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, el capital alemán continúa sin contemplaciones su rumbo exportador. Las exportaciones de las multinacionales de la RFA alcanzaron un nuevo nivel récord en 2021. En comparación con el año anterior, las exportaciones aumentaron nada menos que un 14%, con un valor de mercancías de unos 1,4 billones de euros. Según los datos de la Oficina Federal de Estadística del miércoles, se situaron incluso un 3,6% por encima del nivel del año 2019 anterior a la crisis.

Los elevados superávits por cuenta corriente se han visto perjudicados por la intensificación de la competencia. Las condiciones de empleo precarias son la otra cara de los exorbitantes beneficios empresariales. El año pasado, el número de trabajadores con minijobs aumentó un 7,4%, según anunció el miércoles la oficina central de recogida y registro de Minijobs (Minijobs-Zentrale). A finales de 2021, se registraron más de 6,2 millones de estos trabajadores precarios, un aumento de más de 430.000.

Los Estados miembros de la UE no pueden mantener el ritmo del bajo nivel salarial de la RFA, la rígida estructura neoliberal de la eurozona les deja sin aliento: no pueden devaluar su moneda y tienen que recortar los salarios y el gasto social mediante “devaluación interna”.

Francia, segunda potencia económica de la UE después de Alemania, siente cada vez más la presión. El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, se quejó el martes de que el déficit comercial, que entretanto se encuentra en 84.700 millones de euros, es “como una mancha oscura en la economía”. Le Maire solo ve como salida una terapia de choque neoliberal: es urgente poner las finanzas públicas “en equilibrio”.

Martin Höpner, jefe del grupo de investigación de Política Económica de la Integración Europea en el Instituto Max Planck para el Estudio de las Sociedades, teme que los superávits alemanes puedan incluso aumentar más a medio plazo. “Las nuevas cifras demuestran que incluso la crisis de la pandemia no ha podido con los superávits por cuenta corriente alemanes. La magnitud para 2021 es algo menos del siete por ciento del PIB”, dijo Höpner a jW el miércoles. La actual presión inflacionista en la eurozona podría proporcionar más ganancias al capital exportador alemán. Por último, en 2021 solo se alcanzaron acuerdos salariales “muy moderados” en la República Federal, especialmente en el sector público. Queda por ver si otros países seguirán el ejemplo de Alemania. “De no ser así, las diferentes tasas de inflación podrían ser permanentes en la zona del euro a medio plazo”, explicó Höpner. “Eso daría a los exportadores alemanes ventajas adicionales en cuanto a costes. Si eso ocurre, la zona del euro se enfrenta a una prueba de resistencia que podría degenerar en una nueva crisis del euro”.

Berlín está jugando al todo o nada (va banque). El ministro de Economía, Christian Lindner (FDP), echó más leña al fuego de la crisis el martes por la noche. En el arranque anual del Deutsche Bank rechazó una relajación del pacto de estabilidad de la UE. No tiene sentido tocarlo y enviaría una señal completamente equivocada, dijo Lindner. También insistirá en que el “freno de la deuda” sea respetado a partir de 2023. Para ello habría que establecer prioridades. “No todo lo que sería deseable será inmediatamente financiable. Tenemos que concentrarnos”.

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí