Se cumple un nuevo aniversario de las masivas y combativas protestas del pueblo nicaragüense contra el régimen de Ortega-Murillo en 2018. Estas manifestaciones fueron una respuesta a las políticas ajustadoras, represivas y antidemocráticas del gobierno.
Durante las protestas, se estima que murieron al menos 325 personas, mientras que otras 2,000 resultaron heridas. Además, unas 800 personas fueron arrestadas y cientos de ellas fueron encarceladas por motivos políticos, muchos de las cuales permanecieron en prisión durante años y recientemente fueron deportadas a Estados Unidos y declaradas apátridas. Entre los detenidos se encontraban líderes estudiantiles, defensores de derechos humanos, periodistas y, en general, opositores al gobierno de Ortega.
Las consecuencias del conflicto fueron desastrosas para el pueblo nicaragüense. Por un lado, la economía del país se contrajo y las condiciones de vida desmejoraron. En el plano social miles huyeron del país, fueron encarcelados y la represión fue generalizada. Políticamente se configuró una dictadura, perpetuándose el régimen, desarticulando todas las organizaciones opositoras, restringiendo a libertad de prensa y de expresión, también se intensificó el control sobre los medios de comunicación y la información.
Después del conflicto, el régimen dictatorial de Ortega se ha vuelto cada vez más represivo. Se han tomado medidas para silenciar a la oposición política y se han cerrado múltiples organizaciones. Además, el gobierno de Ortega ha utilizado la ley para criminalizar la disidencia política y ha intensificado la persecución.
Denunciamos al gobierno dictatorial de Ortega y sus políticas conservadoras, represoras y ajustadoras. Es necesario levantar una organización que represente los intereses de las y los luchadores que se dejaron el cuerpo en la rebelión, que luche por una salida democrática y por abajo, para lo cual es necesaria una Asamblea Constituyente para refundar el país desde los explotados y oprimidos, en la perspectiva de construir una Nicaragua socialista y verdaderamente independiente del imperialismo.
