• La dirigencia de Honestidad rechazó la convocatoria con argumentos que reflejan desinformación y prejuicios conservadores. Muestran su desinterés por sumarse a las luchas del movimiento de mujeres porque en realidad carecen de una perspectiva de género o feminista.

Heidy Valencia Espinoza, Coordinadora de la Regional 07

En el Consejo Nacional de APSE Sindicato del pasado 5 de marzo propuse una moción para que el sindicato se sume a la convocatoria de la marcha del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Desafortunadamente, aunque varia gente le dio apoyo, esta fue rechazada tras ser invalidada por la Presidencia con argumentos altamente cuestionables.

Las razones por las que resulta necesario que los sindicatos se sumen a la convocatoria del 8M, así como a muchas otras actividades feministas son múltiples. Entre ellas: 1. Esta conmemoración en específico es de importancia histórica en la lucha de las mujeres trabajadoras para posicionar reivindicaciones que a la fecha son totalmente vigentes, como es la eliminación de la brecha salarial. 2. El 8M desde hace varios años adquiere enorme fuerza como un día mundial de lucha para exigir los derechos de las mujeres, por ejemplo, contra la violencia patriarcal y por el derecho a decidir. 3. Este año, la articulación de organizaciones y colectivas convocan en una coyuntura electoral y de ajuste del FMI, con una postura de rechazo ante las políticas neoliberales.

Por estos motivos, la moción presentada dice:

“En el sentido de que el sindicato invite a las regionales a hacer actividades relacionadas con la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, así mismo invitar a que las personas de San José afiliadas que puedan y gusten se sumen a la marcha del 8 de marzo, contra la violencia machista y las medidas neoliberales del FMI, que saldrá a las 4 p.m. del Parque Central.”

Proponente: Heidy Valencia

Secundada por: Adonay Artavia

La moción obtuvo:

A favor: 30 votos

En contra: 32 votos

Abstenciones: 6 votos

Ante dicha propuesta, la Secretaría de la Comisión de la Mujer se opuso a su aprobación porque argumenta que se arriesga a que el sindicato se vea envuelto en una situación en la que intervenga la Fuerza Pública, tal como sucedió el 25N. No obstante, lo que sucedió en esa marcha fue una represión policial que el mismo sindicato debería repudiar, no condenando a las participantes (quienes fueron golpeadas por policías en el Día de la No Violencia contra las Mujeres), sino sumándose y apoyando la seguridad de la marcha.

Asimismo, la Presidenta de APSE basó su oposición en que no sabe quiénes convocan o incluso que ella misma “no iría a la marcha ni amarrada”. La desinformación o los prejuicios conservadores de la burocracia sindical que dirige APSE, con la tendencia Honestidad a la cabeza, muestran su desinterés por sumarse a las luchas del movimiento de mujeres porque en realidad carecen de una perspectiva de género o feminista. Además, es una postura muy lamentable debido a que en esta coyuntura de ajuste del FMI podrían orientar el sindicato para unirse a otros sectores o movimientos sindicales que, con independencia del gobierno, luchan contra los ataques neoliberales y por la defensa de sus derechos.

El sectarismo de quienes dirigen APSE obstaculiza que la organización sindical aprenda de las lecciones del movimiento de mujeres, de los más activos y coherentes en el último periodo. También, su rechazo a sumarse a la marcha del 8M confirma la pasividad y el derrotismo que la dirigencia nacional pretende impregnar al gremio, puesto que también se oponen a manifestarse contra el proyecto de Ley Marco de Empleo Público, asumiendo que este será aprobado sin voluntad de poner en pie un plan de lucha para derrotar el proyecto y defender el derecho al salario.

Invito a la afiliación apsina a que el rechazo de esta moción sirva para cuestionar desde las bases la orientación anti-democrática y carente de combatividad que caracteriza a las dirigencias nacionales de APSE, así como para reflexionar sobre la relevancia de incorporar la lucha de las mujeres (mayoría rotunda en el sector magisterial) para reafirmar el compromiso con la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación hacia las mujeres, que persisten en ámbitos sociales y laborales e incluye a todos los grupos profesionales.