Redacción
Esta semana el canal Quince de la UCR estrenó en sus plataformas el primer episodio de la mini serie “Bosque de animal lluvioso”.
Según la descripción es “una serie web de 10 episodios (3-5 minutos) que busca generar un cambio a través de la denuncia, la educación y la invitación a accionar para proteger el medio ambiente de la crisis climática, abuso de agroquímicos y más”.
Esta dirigida por las experimentadas Laura Astorga Carrera y Lucia Vásquez Vargas. Astorga es directora, guionista y directora ganadora del Ícaro de la Berlinale 2013 a Mejor Guion y Mejor Dirección de Arte por el largometraje Princesas Rojas. Por su parte Vásquez es la coproductora del podcast Ponerse las pilas sobre cambio climático.
Si bien no se han publicado detalles del contenido de la serie, por lo que no podemos opinar políticamente, los títulos de los episodios sugieren un abordaje crítico de la crisis climática y ambiental:
- Ecocidio: Llamemos las cosas por su nombre.
- Movilidad: Huellas que dejamos cuando nos movemos.
- Agua: Cuidarla es sobrevivir.
- Acuerdo de Escazú: Para no morir en el intento.
- Crisis Climática versus Mujeres y Niñas.
- Paisajes Productivos: Para cuidar la Tierra y los Ríos.
- Residuo Revalorizable.
- Defensores de la Tierra somos todos.
- Agricultura viva: Cultivos responsables que nos nutren.
- El Centro del Bosque: Hogar del Animal Lluvioso.
La crisis del planeta es la muestra del fracaso del capitalismo. Fracaso cuyas consecuencias no afectan solo al 1% que lo provocó, sino que sufrimos los casi 8 mil millones de seres humanos y cientos de millones de otros seres vivos. Es el afán de lucro a cualquier cosa, el consumismo y el desprecio y objetivación de la naturaleza el causante de esta crisis.
Por tanto, el capitalismo tiene una “incapacidad congénita” para resolver este problema. Las grandes cumbres de los gobiernos, el capitalismo verde o las acciones individuales, tipo no consumir pajillas, no son la solución. Estas acciones solo contienen un poco un problema que avanza a toda máquina. Los gobiernos burgueses no pueden llevar adelante soluciones globales, y eso es justamente lo que se necesita.
En el primer episodio de la serie se acusa a las grandes corporaciones de causar un daño masivo y la destrucción de la tierra. A esto se le llama ecocidio y se plantea la pregunta ¿por qué no es un crimen? No lo es porque habría que juzgar a los grandes empresarios que manejan la industria, la banca, la bolsa y a los gobiernos.
Por eso, es necesario poner en pie un movimiento mundial en defensa del medio ambiente, una causa muy sentida por las nuevas generaciones, pero con un programa anticapitalista, porque el desastre no puede ser frenado voluntariamente por las empresas, es una tarea que la clase trabajadora debe imponer.
