El pasado miércoles 1° de mayo alrededor de 4.000 personas marchamos sobre la Avenida Segunda en San José en el marco del Día Internacional de la Clase Trabajadora.

Esta fue una convocatoria algo deslucida respecto a otros años (el año pasado la marcha fue de unas 10 mil personas) y otras marchas que se han hecho durante el año y, en ese término, contradictoria.

Respecto a las convocatorias, algunas como las de UNDECA, o APSE quedaron sumamente ambiguas, llamando “contra las políticas neoliberales, contra la privatización y venta de instituciones públicas” o “salud, educación pública, salarios justos de todo trabajador” respectivamente. Por su parte, el SEC convocó por “la defensa de nuestros derechos laborales y la educación pública”. 

En términos generales, las convocatorias quedaron muy despolitizadas, esto puede marcar una diferencia entre la mayor asistencia a otras marchas (24 abril o por problemas salariales) las cuales se convocan por elementos más específicos e inmediatos (agua, pago salarial). Así, la marcha terminó por ser de una pequeña vanguardia obrera.

La marcha puede dar cuenta de un elemento coyuntural: aún cuando hay crisis de los movimientos sociales (en particular el sindical) comienzan a expresarse momentos de bronca contra el gobierno, pero estos momentos no terminan de concretarse en algo más.

¡Un primero de Mayo para organizarnos contra el gobierno autoritario y neoliberal!

De nuestra parte, tuvimos una de las columna con más agite y más combativas de la marcha. Esto es reflejo de todo el trabajo constructivo orgánico que venimos sosteniendo en la estructura estudiantil.  La misma contó con 30 personas estudiantes y trabajadoras, y mantuvo un caluroso agite con consignas que reflejan todo el trabajo que hacemos: laborales, estudiantiles, por Palestina, por el agua y por el feminismo.

Además, nuestra buena convocatoria es, a su vez, un reflejo de la presión política con la cual intervenimos. Nuestra principal consigna fue por salario digno ajustado al costo de la vida, la segunda: por el crecimiento del FEES para mejores becas, y la tercera por el Cese permanente al fuego en Gaza y ¡Fuera las tropas sionistas de Palestina! Las tres consignas buscan englobar desde los problemas puntuales de la clase trabajadora producto del incremento en la precarización laboral, lo mismo en el plano estudiantil y una reivindicación internacionalista -y con la potencialidad del movimiento estudiantil internacionalista que comienza a levantarse en torno a este tema. Todas englobadas por un paraguas organizativo “Retomemos las calles contra el gobierno” sin duda, una de las tareas más importantes en el país.

Por ello les invitamos a acercarse y conocer toda la actividad del Nuevo Partido Socialista, ¡Ya Basta! y Las Rojas, como organización política. Desde ir a todas las luchas, participar en la organización de la pelea por el FEES y becas, la lucha feminista y contra el genocidio en Palestina, así como apoyar los justos reclamos por el acceso al agua.

El acto performativo del 1 mayo: sigue la pugna interburguesa 

Por arriba los performances de la pugna entre los de arriba continúan, (luego del enfrentamiento por el tipo de cambio) el Ejecutivo llegó de manera “bravucona” a dar el discurso del primero de mayo, sobre las labores. En dicho discurso Chaves amenazó con llevar siete puntos a referéndum, entre ellos las jornadas de 12 horas y la venta del BCR… todos temas que, por legalidad no pueden ser sometidos a referendar (no se puede someter a referéndum ni derechos ni materia económica). 

Esta pose del presidente, más bien, parece un intento desesperado por aparentar que lleva alguna iniciativa y hace algo (algo más que aplicar la herencia ajustadora del PAC). Por su parte, Rodrigo Arias (PLN) quién volvió a quedar electo como presidente de la Asamblea, aseveró que tal referéndum no encontraría buena acogida en el Legislativo.

Además, fue llamativo que el presidente evadió cualquier política para solventarb los problemas por el acceso al agua, la violencia hacia las mujeres o los salarios congelados. Esto es una muestra de cómo el gobierno carece de cualquier política para los sectores oprimidos y explotados y solo defiende los intereses empresariales por medio de su política macroeconómica. 

Vale remarcar de manera crítica el accionar del Frente Amplio. Si bien existe en la base muchas personas luchadoras, su cúpula cada vez se tambalea más. Muestra de ello fue la alianza entre esta fracción con el Partido Liberal Progresista para impulsar la candidatura de la socialcristiana Vanessa Castro a la vicepresidencia del Directorio Legislativo.

Según Sofía Guillén “la candidatura de Vanessa Castro a la vicepresidencia, representó una apuesta por la defensa democrática y oposición al autoritarismo de Zapote”.

“A pesar de las diferencias ideológicas, una candidatura que unificó posturas ideológicas tan distintas como al FA y el PLP” (1). Ahora bien, parece extraño cómo concibe la cúpula del Frente Amplio la “defensa democrática” o el “autoritarismo” ¿Acaso aliarse con un partido cuya principal figura apoya un genocidio es una defensa democrática? ¿Aliarse con el partido que respalda el Estado Sionista y los métodos nazis de exterminio es combatir el autoritarismo? Peor aún si es en el marco de impulsar a una figura del bipartidismo (con un partido -PUSC- que tiene una particular cercanía con el gobierno).

Desde nuestra perspectiva una organización de izquierda no debe estar buscando al “menos malo” u orgullosa de aliarse con los liberales (los mismos que recortan educación, o se oponen al aborto legal), más bien, como dijo Rosa Luxemburgo, la intervención en el parlamento debería ser una palestra para organizar hacia afuera a los sectores trabajadores, tarea que, lastimosamente, la cúpula del Frente Amplio no asume.