El día de ayer el país se encontró con protestas de los cuerpos policiales contra el cambio de jornadas propuesto por Rodrigo Chaves para desplegar más oficiales en las calles del país y “atender” el incremento de la violencia en el país.

Primero, valga aclarar que la propuesta de Chaves es un completo despropósito, una receta de medidas punitivistas al estilo Bukele que solo caen en llevar más violencia a los barrios empobrecidos del país sin resolver ninguno de los problemas de fondo.

Segundo, respecto a las manifestaciones policiales desde el Nuevo Partido Socialista señalamos que estás tienen un carácter reaccionario en el tanto tienen como fin el mantener las condiciones del brazo armado del Estado para seguir reprimiendo y cuidando de la propiedad burguesa.

Aún cuando somos críticos del gobierno señalamos cómo un elemento preocupante que los policías vayan a la casa del presidente a presionar. Esto en el tanto se trata de personas que detienen el uso legítimo de la violencia e intentan imponerse amedrentando.

Las manifestaciones se producen en varios puntos del país como las Rutas 27 y 32, Recope, la Fuente de la Hispanidad y se espera que continúen estos próximos días.

Respecto a la discusión teórica más de fondo escapa a la dimensión de este artículo, pero es importante apuntar que los cuerpos policiales no son parte de la clase trabajadora, son un elemento externo. No bastan los elementos objetivos (como devengar un salario) para ser clase trabajadora, también es preciso considerar elementos subjetivos ¿Cuál es la función de los cuerpos policiales? Claramente no es ayudar a las personas mayores a cruzar la calle, es el ejercicio legítimo de la violencia para resguardar la propiedad privada y reprimir las movilizaciones.

Por ejemplo, el Frente Amplio salió a apoyar las manifestaciones de la policía, según Villata “No se combate la inseguridad maltratando y pisoteando a los trabajadores de la policía” (1) posteriormente agrega: “es el estilo de gestión colonial-tecnócrata de los organismos financieros internacionales en países como Indonesia. Llegan campantes con sus recetas de escritorio y las imponen con un total desprecio por la gente que vive en esos territorios” (1).

Respecto a lo primero, como y dijimos parece que al FA le basta con que las personas devenguen un salario para ser parte de la clase trabajadora, sin tomarse el tiempo de considerar los elementos subjetivos y cuál es la función social y política del puesto y sin tomar en cuenta, que como ya dijimos son los mismos policías a quienes les pagan por reprimir las protestas sociales.

Sobre lo segundo, ciertamente las políticas de Chaves están en sintonía con las imposiciones de los organismos internacionales como el Banco Mundial, después de todo fue allí donde hizo 30 años de escuela, y sus recetas son siempre imposiciones, todo eso lo repudiamos… sin embargo, ¿No es el mismo Frente Amplio el que está de acuerdo con las otras imposiciones arbitrarias de esos organismos, como la deuda pública? ¿Es que solo cuando les conviene salen a poner en cuestionamiento la violencia que implican los ajustes impuestos por el FMI?

Fuera de esto, otros elementos que resulta importante resaltar es como estás manifestaciones se enmarcan en la pugna contra el gobierno, en este caso los cuerpos policiales (que no cuestionan las medidas punitivas ni autoritarias) ponen en cuestionamiento (por la derecha, repetimos) a un gobierno que solo genera anticuerpos.

A la vez estas movilizaciones son una expresión reaccionaria del periodo de transición en la coyuntura política, marcado por el surgimiento de connatos de lucha de distintos sectores sociales. Aún persiste una crisis de los movimientos sociales y la izquierda y los elementos de polarización social parecieran marcarse más.

Es necesario señalar que, para combatir la violencia se necesita mayor inversión en educación, salud y trabajo no desplegar policías.

¡Militar y policía son la misma porquería!